El adiestrador de perros y la psicología canina

Vas caminando por el parque, pensando en qué especialidad formarte para el futuro, y de repente tienes a un perrete saludándote como si te conociese de toda la vida, mirándote como diciendo: “¡ahora eres mi mejor amigo!”. Te contagia de su energía y no le puedes negar el saludo, claro. Porque los perros son, ante todo, sociables.

Educar es entenderse. Educar es saludarse efusivamente y comprender que el otro necesita que le devuelvas el aprecio. La empatía es imprescindible para establecer la comunicación, si no deduces lo que el animal requiere de ti, no podrá prestar la atención que tú le pides. Por eso, conocer la psicología canina es la base de la formación del adiestramiento canino.

Si ibas por ese parque pensando en convertirte en entrenador de perros y te han convencido a base de lametazos en las manos, Nubika tiene un curso de Adiestramiento Canino que te enseña lo que necesitas saber sobre la psicología de estos animales. Pero veamos ahora un pequeño adelanto.

El perro como ser social: nociones para la convivencia

El perro (Canis lupus familiaris) es un mamífero carnívoro emparentado con el lobo (Canis lupus). Este animal lleva conviviendo con el ser humano demasiado tiempo como para precisar una fecha exacta, pero todavía conserva rasgos de la vida salvaje, como la cultura de la manada.

Quizás esto se deba simplemente a que su sociabilidad hace que no puedan vivir en soledad, pero en todo caso, dentro de esa manada, existe siempre una relación de jerarquía.

Otra característica de esta especie es su increíble inteligencia, lo que les permite procesar la información para adaptarse, aprender a realizar tareas, y resolver problemas en situaciones especiales. También, la empatía que sienten hacia otros seres les puede llevar a realizar actos inusitados como salvar vidas. ¡Nada menos!

Nos encantan las historias de esos perros héroes. Puede ser simplemente un acto espontaneo, pero con un buen entrenamiento podemos coordinarnos con ellos para ayudar a los demás remando juntos y de manera más segura.

Para el adiestramiento de perros, conocer cómo funcionan esas jerarquías y sentimientos de manada ancestrales es la mejor herramienta de la que disponemos. El perro necesita un líder y una comunidad. Dueños y entrenadores tienen que ser ambas cosas.

Pero un líder debe, además, prestar apoyo. Para educar adecuadamente a un perro, primero hay que conocerlo bien y entablar lazos. Es necesario saber su pasado, si ha vivido en la calle, si ha sufrido traumas y establecer una conexión dedicándoles tiempo de calidad, jugando con ellos, dándoles mucho afecto. Mimarlos, ¡menudo trabajo!

Además de todo esto, no olvidemos que la alimentación equilibrada siempre será un pilar de la salud, tanto física como psicológica. Un asesoramiento adecuado nos ayudará a proporcionarles lo que necesitan.

En definitiva, un animal sociable y feliz es un animal sano. Si atendemos a la psicología del perro, este será capaz de cosas increíbles.

La psicología canina

Cuando introducimos un perro en nuestro hogar, nosotros seremos su nueva manada. Necesitarán un líder, o ellos tomarán ese puesto. Es imprescindible que ese liderazgo lo ejerza el humano, ya que conocemos los riesgos a los que se enfrenta y cómo evitarlos.

Para ello existen ciertas claves básicas como:

• No permitir posturas de dominio como subirse encima de la gente sin permiso
• No dejar que nos muerdan como parte del juego
• No premiar comportamientos no deseados
• Premiar los comportamientos que queremos reforzar
• Afecto, afecto, afecto…

Se nos olvidaba: afecto. Mucho. En forma de tiempo de calidad y jugando con ellos, prestarles atención durante ese momento y pasar de los videos graciosos de cacatúas del móvil un ratito.

Sin embargo, a veces no llegará con educarles correctamente. Algunos perros pueden sufrir trastornos psicológicos como:

• Fobias: sobre todo a los ruidos explosivos como el de los petardos o fuegos artificiales.
• Ansiedad: derivada de una fobia, de la incapacidad de adaptarse o de la separación.
• Depresión: su origen suele ser un trauma, como el abandono o la muerte de un ser querido.

Es necesario estar atentos a posibles comportamientos disfuncionales o anómalos, como dejar de comer o la apatía. En caso de identificar algo de este estilo, hay que acudir al veterinario.

El adiestrador canino recibe formación en psicología canina. Es un profesional cualificado para ayudar a tu amigo a superar ciertos problemas y modificar conductas perjudiciales para ellos y para otros.

El adiestramiento canino y la psicología del perro

Para adiestrar correctamente a un perro hacen falta habilidad, conocimientos, mucha paciencia y datos. Antes de nada, se debe analizar la situación inicial del animal, su entorno y sus relaciones sociales. Después de observar la situación, se puede proceder conforme a las técnicas aprendidas.

En nuestro curso de Adiestramiento Canino te preparamos para comprender la psicología canina con puntos de nuestro temario como, por ejemplo:

• El lenguaje del perro
• Integración jerárquica del perro
• Voces usadas para el adiestramiento
• Estado mental y emocional del perro
• Conductas anormales del perro durante su adiestramiento
• Conductas del dueño y/o personas responsables
• Periodos sensibles en el desarrollo del cachorro
• La socialización del perro adulto
• Ascendencia del perro
• La conducta social del lobo: manada y jerarquía
• El temperamento del perro
• Las aptitudes del perro
• Los instintos del perro
• Las necesidades del perro
• La satisfacción del perro
• La inteligencia del perro

Para que el cachorro crezca sano y feliz debemos proporcionarle atención, afecto, cuidados y las habilidades necesarias para una socialización correcta. ¡Como saludar educadamente a los vecinos taciturnos por el parque!

Cuanto más sepamos sobre estos canallas ladradores, mejor podremos educarlos y dejar que ellos nos ayuden.

¡No lo pienses más! ¿Te gustaría conocer mejor la psicología canina y ser entrenador de perros? Pues escucha esa vocación aulladora y fórmate con el curso de Adiestramiento Canino de Nubika. ¡A por ello!