En realidad, no existe un límite para ajustar el tratamiento prescrito a un animal a la capacidad económica de su tutor. El veterinario o la clínica son los responsables de establecer las tarifas adecuadas, de manera que el negocio sea rentable y respetando siempre el bienestar animal.
Pero aunque no existe un límite clínico “oficial”, sí hay métodos para calcular los precios de manera que los clientes se queden satisfechos y los animales obtengan el tratamiento necesario sin perjuicio de los beneficios del profesional. Si quieres conocerlos, sigue leyendo: te contamos cómo hacerlo.
Cómo ajustar el tratamiento a las posibilidades del cliente
Para ajustar un tratamiento veterinario a lo que el cliente (más bien, los clientes en general), conviene tenerlo todo bien claro mucho antes de abrir el negocio. Fundar una consulta o una clínica veterinaria no es fácil y requiere una planificación adecuada. Y para ello, es imprescindible realizar antes un estudio de mercado para conocer bien el target (el cliente potencial), sus necesidades y su capacidad económica media.
En una consulta veterinaria estándar suele haber como mínimo dos personas: el médico veterinario y el ATV. La mayoría de los profesionales consideran a sus ATVs como su “mano derecha”, una figura imprescindible para el buen ejercicio de su labor; y a la hora de calcular los costes hay que tener en cuenta su salario. ¿Te ves trabajando en este puesto? Valora realizar un Curso de Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario y accederás a un sector pujante, donde se necesitan cada vez más especialistas.
Por tanto, para ajustar el tratamiento que prescribas a tus pacientes de manera que sean justos para todos tendrás que valorar el nivel económico de la población que resida en la zona, tu competencia (si hay más clínicas, los precios bajarán) y tus gastos: local, equipamiento, licencias y permisos, gastos de energía y agua, salario de ATVs, limpieza, consumibles… A continuación, te damos una idea de cómo hacer estos cálculos sin perder dinero ni clientes.
Cuáles deben ser las tarifas en una clínica veterinaria
En los últimos tiempos se ha constatado un aumento de los precios de las consultas y los medicamentos para animales. Es algo que aparece reflejado en una noticia publicada por IM Veterinaria en 2023, donde un estudio realizado en el Reino Unido constató que todos los veterinarios consultados recibieron en su consulta mascotas que deberían haber sido tratadas antes de forma preventiva. Sus dueños reportaron dificultades económicas para no hacerlo, lo que supone un importante motivo de preocupación.
Preservar el bienestar animal es la razón de ser de la profesión veterinaria. Por tanto, ajustar el precio de las consultas es fundamental para que ninguna mascota se quede sin tratar. Y aunque cada negocio es un mundo, hay una serie de fórmulas que te pueden ayudar a establecer unas tarifas adecuadas. Te las detallamos:
Calcular el precio base
El primer paso para hacer este cálculo y poder ajustar el tratamiento es sumar los gastos de operación. Se trata del dinero que inviertes para hacer funcionar y mantener tu negocio. Son los siguientes:
- Local. Suele ser de alquiler. Si lo tienes en propiedad, deberás tener en cuenta el IBI, la tasa de basuras y los gastos de comunidad (si los hay).
- Servicios. Agua, teléfono, internet, electricidad, gas y limpieza.
- Salarios. En clínicas pequeñas suele ser solo el del ATV.
- Suministros y consumibles: medicamentos, material médico, instrumental, alimentos para mascotas…
- Mantenimiento de equipos médicos.
- Permisos y licencias.
- Gestoría.
Después, haz una media de las consultas que atiendes cada mes y divide los gastos entre el número de consultas. Imagínate que tus gastos son de 6.000 euros mensuales y que sueles atender un promedio de 150 consultas al mes:
6000 / 150 = 40 euros sería el precio base de cada consulta.
Sumar los extras
A este precio hay que sumarle una serie de extras, como el valor del tiempo adicional que inviertas en cada consulta, tu experiencia o especialidad y lo que haga la competencia. Seguimos con nuestro ejemplo:
- Experiencia y especialización. Si tienes mucha experiencia y/o has realizado una especialidad (dermatología, oncología, cardiología…), suma un 20% mínimo al precio base. En este caso, serían 8 euros. Total: 50 euros.
- Tiempo adicional. Imagínate que tus consultas duran un promedio de 30 minutos. Si inviertes más tiempo, tendrás que cobrar más. Para no pillarte los dedos, suma un 50% del precio base a la tarifa y no tendrás que andar contando los minutos. Total: 38 + 19 = 57 €.
- Competencia. Infórmate sobre lo que cobran los demás negocios de tu zona y haz un promedio. A este promedio, súmale el 20% correspondiente a tu experiencia o especialidad. ¿Es más de lo que estás cobrando tú? Sube tu tarifa hasta igualarla. Por ejemplo, si la tarifa de tus competidores es de 50 euros, tendrás que aumentar la tuya hasta ese importe y sumarle el 20% correspondiente a tu caso particular (50 + 10 = 60 euros).
- Subidas por inflación. No olvides aumentar cada año tus tarifas sumándoles el porcentaje de inflación calculado por el gobierno.
A esta tarifa también le puedes añadir otros gastos como el transporte desde tu casa hasta la consulta, la ropa de trabajo… Añade todo lo que consideres. Con este cálculo te asegurarás de ajustar el tratamiento a lo que realmente vale: por debajo de ese precio estarás perdiendo dinero y tu clínica o consulta no será rentable. Con el tiempo, la tendrás que cerrar.
Por supuesto, puedes aumentar esta tarifa si consideras que tu trabajo tiene más valor y el nivel económico (y la afluencia) de los clientes te lo permite. Al final, para saber cómo ajustar el tratamiento a lo que el cliente puede pagar no hay nada mejor que la experiencia sobre el terreno. ¡Haz números!
Fórmate para trabajar en consultas y clínicas veterinarias
Tener tu propia consulta veterinaria puede parecer un sueño. Pero si vas paso a paso, te formas y adquieres experiencia, no tiene por qué no hacerse realidad. Por ejemplo, puedes empezar formándote con un curso de Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario de calidad y dedicar un tiempo a trabajar en clínicas y consultas, adquiriendo experiencia y visión de negocio. Y más adelante, continuar realizando un Grado en Veterinaria de cara a abrir tu consulta particular en el futuro.
Una buena forma de empezar puede ser enviar el formulario que ves aquí. Cuando lo mandes, recibirás información completa sobre uno de los mejores cursos que puedes encontrar en la actualidad. Con miles de alumnos satisfechos y un programa de prácticas excepcional: hasta 300 horas en consultas, clínicas y negocios relacionados con el mundo de las mascotas que te abrirán las puertas del sector.
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