Cuando pensamos en un profesional de la veterinaria, nos imaginamos a un experto generalista tratando a un perrete, un gatito o cualquier otra mascota en una consulta. Pero las funciones de estos profesionales van mucho más allá, al igual que sucede con los médicos de los humanos. De hecho existen especialidades como la de cardiólogo veterinario que resultan imprescindibles para el bienestar animal. Si quieres saber qué es lo que hacen y cómo llegar a su nivel, ¡sigue leyendo!
Qué es un cardiólogo veterinario
Al igual que los cardiólogos “para personas”, el cardiólogo veterinario es un especialista con formación superior especializado en el tratamiento del sistema cardíaco y circulatorio de los animales. Aunque la mayoría trabaja con mascotas, también hay expertos cuyo trabajo implica examinar y tratar a animales de mayor tamaño: desde caballos o ganado hasta mamíferos XXL como elefantes o hipopótamos, en parques zoológicos o espacios similares.
Soñar no cuesta nada. Y por supuesto, nada te impide llegar a formar parte de esta profesión. Pero si todavía no te has puesto con ello y no tienes muy claro cómo empezar, tal vez te interesaría ir poco a poco… ¡Y trabajar con animales lo antes posible! Si es así, plantéate realizar un Curso de Auxiliar Técnico Veterinario y vivirás tu primer contacto con el mundo de la sanidad animal antes de lo que crees. Ejercerás un trabajo precioso, con mucha demanda y que te permitirá cuidar de las mascotas más adorables. Y más adelante podrás seguir con tu formación y llegar a donde quieras. ¡El límite lo pones tú!
Normalmente, un cardiólogo veterinario no trabaja en su propia consulta (aunque también los hay). Lo más habitual es que formen parte de los equipos de clínicas y hospitales para mascotas, así como de granjas, grandes recintos de vida salvaje, empresas de cuidados animales...Estos profesionales trabajan en contacto directo y permanente con veterinarios de cabecera, que son quienes derivan a los animales enfermos al especialista cuando detectan alguna posible patología relacionada con su corazón o el sistema circulatorio.
¿Qué hay que estudiar para trabajar en cardiología veterinaria?
Si decides formarte como auxiliar técnico veterinario (ATV), podrás trabajar asistiendo al cardiólogo veterinario en su trabajo. Te encargarás de preparar a los “pacientes”, tomar muestras y analizarlas, realizar posibles curas, cuidarlos cuando están hospitalizados y tratar con sus compañeros humanos. Pero si lo que quieres es pertenecer a la profesión, entonces deberás ir un paso más allá: para ello es imprescindible realizar estudios universitarios y sumar un máster de especialización.
La carrera de Veterinaria tiene una peculiaridad frente a otros grados universitarios, y es que dura cinco años lectivos en lugar de cuatro (lo más habitual). Es importante tenerlo en cuenta, ya que una vez terminada es imprescindible cursar un máster de Cardiología Veterinaria: en total, pasarás seis años formándote, como mínimo. Durante el último año de carrera y en el máster realizarás prácticas, algo que siempre se agradece después de tanto tiempo de formación teórica.
Algo muy importante en este sentido es escoger bien el máster de especialización. Puedes elegir entre Cardiología Veterinaria en Pequeños Animales, normalmente enfocada a los cuidados a mascotas, y Cardiología Veterinaria en Especies Mayores, para aquellos titulados que quieran trabajar con animales de granja, caballos… Además, también hay especialistas (entre ellos, cardiólogos veterinarios) que trabajan con animales salvajes: en este post de Selwo Aventura descubrirás un poco más sobre su trabajo. ¡Una pasada!
Cuando termines el máster y empieces a trabajar, te vendrá bien colegiarte y adscribirte a organizaciones que certifiquen tu cualificación y la hagan extensiva a otros países. Es el caso del Colegio Europeo de Especialización Veterinaria, en el que se integra el Colegio Europeo de Medicina Interna Veterinaria: este organismo es el encargado de examinar a los aspirantes al Diploma Europeo de Cardiología Veterinaria, que permite ejercer la profesión en toda la UE.
Funciones de un cardiólogo veterinario
Lo más habitual es que el especialista realice su labor como parte de un equipo. Pero al final, él o ella será quien se encargue de examinar al animal y determinar el tratamiento adecuado. En general, este es el proceso que se suele seguir en una consulta de cardiología veterinaria:
- En primer lugar, el ATV realizará una serie de preguntas a la persona que traiga al “paciente”. Las respuestas son esenciales para poner al especialista en antecedentes.
- El cardiólogo veterinario evaluará el estado de la mascota a través de un examen físico, buscando síntomas como cansancio, desgana, rechazo a la actividad física o dificultad para respirar (si tu perrete, michi, etc. presenta alguno de estos síntomas, no dudes en llevarle al vete de inmediato. ¡Más vale prevenir!)
- A continuación, será necesario realizar una serie de pruebas para verificar el estado de los órganos internos. Entre otras, radiografías, electrocardiogramas o dopplers.
- Tras obtener los resultados y analizarlos, el médico prescribirá el tratamiento adecuado. En algunos casos podría incluir intervenciones complejas, como operaciones de cirugía cardiovascular para implantar marcapasos, realizar cateterismos…
Por otra parte, las enfermedades y problemas de salud en mascotas a los que se enfrentan estos profesionales en su día a día son muy variadas. Estos son los más habituales:
- Fallo cardiaco congestivo
- Miocardiopatía (dilatada o hipertrófica)
- Degeneración de la válvula mitral por causa de la edad
- Tos compulsiva u otros problemas respiratorios
- Defectos de corazón congénitos
- Arritmias cardiacas
- Enfermedades del pericardio
- Tumores cardiacos
- Hipertensión
- Hipertensión pulmonar
¿Te gustaría trabajar en salud animal?
Como verás, el trabajo de un cardiólogo veterinario es de todo menos aburrido. Estos profesionales actualizan sus conocimientos de forma constante para ayudarnos a cuidar de la salud de nuestros queridos compañeros de vida: su trabajo es fundamental para su bienestar. Ejercer esta profesión está a tu alcance si estás dispuesto a pasar los años de formación obligatorios, adquirir experiencia y darlo todo en la consulta o el quirófano. ¡Toda una apuesta de vida!
Pero no es la única forma de vivir la experiencia. Si no sabes por dónde empezar y te abruma un poco todo lo que hay que superar para llegar a ese nivel, ¿por qué no ir paso a paso? Mi consejo: rellena y envía el formulario que ves en esta web. No perderás nada ni te llegará spam de ningún tipo, sino que recibirás información detallada sobre un curso de Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario de primer nivel con la formación más completa y hasta 300 horas de prácticas.
Podrás realizar tu formación en centros con lo último en equipamiento tecnológico y los mejores docentes, profesionales en activo que adoran su trabajo. Y si no te va bien también tienes disponible la opción online, para estudiar desde casa y a tu ritmo. Con una bolsa de trabajo que te abrirá las puertas del sector y un temario actualizado a tope, son muchos ya los titulados que están trabajando en clínicas, centros de recuperación de especies, hospitales… A partir de ahí, siempre podrás seguir formándote y terminar trabajando como cardiólogo veterinario. ¡No lo dejes para mañana!