Funciones de un peluquero canino: sus tareas

Aunque pueda parecer lo contrario, las funciones de un peluquero canino no se ciñen exclusivamente a la estética. El pelaje de los perros tiene un fin evolutivo: proteger a tu mascota. Esta figura sabe cómo cuidar de él y las técnicas para darle el corte que necesita. 

No vale cualquiera para agarrar unas tijeras y ponerse a cortar el pelo sin ton ni son: dejarlo en manos de profesionales es la opción más sabia. ¿Quieres convertirte en uno? Estás más que a tiempo. El Curso de Peluquería Canina y Felina te dará las herramientas para que puedas ponerte manos a la obra y ser la persona que vele por el cabello de estos animales. 

¿Qué hace un peluquero canino?

Conocer la anatomía del perro, cómo tratarlo para que la experiencia del corte no sea traumática o el procedimiento apropiado para cada raza, son algunas de las destrezas que posee el peluquero canino. Es una profesión seria, tras la que se esconden una gran cantidad de conocimientos. ¡Descúbrelos! 

El corte: una ciencia en sí misma

Puede que alguna vez te hayas topado en redes con vídeos titulados: “Me corto el flequillo, sale mal”. Las consecuencias: un peinado que a los meses se remedia. En los perros un mal corte tiene unas repercusiones que incluso pueden afectar a su salud. ¡No es lo mismo!

Si hay seres que se merecen lo mejor, son los perros, y eso incluye el cuidado de su melena. Aquí es donde entran los peluqueros caninos y su técnica para cortarles adecuadamente el pelo. Estos son algunos de los procedimientos que llevan a cabo: 

• Scissoring. El clásico corte de pelo empleando las tijeras.
• Clipperwork. El corte con maquinilla de afeitar, conocido como esquilado. 
• Blending. El uso de tijeras de esculpir para conseguir melenas unificadas y reducir el volumen del pelaje en diferentes zonas. 

Cada raza con su corte y peinado

Además de las técnicas de corte, entre las funciones del peluquero canino se encuentran saber a la perfección qué peinado y corte es apropiado para cada raza. Esto depende enteramente del linaje a la que pertenece, pues de forma natural los perros tienen diferentes tipos de pelaje para fines concretos.

A continuación, haremos un repaso sobre los diferentes pelos en función del grosor, largo o estructura.    

• Pelo duro. Ejerce una capa con fines aislantes. Como mucho alcanza los 10cm de largo y cuenta con un subpelo más ligero. 
• Pelo corto. Es un pelaje corto y que sirve como capa aislante del frío y calor para el animal, de ahí la importante de saber cuidarlo adecuadamente. 
• Pelo largo. El manto de los perros con un pelaje más largo requiere de cepillados con frecuencia diaria y cuidados para que no se enrede. 
• Pelo rizado.  Característico de razas como el Caniche, para este tipo de vello lo ideal es aplicar cortes de tijera y evitar la maquinilla. 

El susurrador canino: ayuda a calmarlos

Los perros pueden ponerse nerviosos o agresivos en las sesiones de peluquería, lo cual es comprensible. Los profesionales en estética canina están capacitados para sobrellevar estas emociones. Saben cómo manejarlos y tranquilizarlos para ayudarles a que el proceso fluya con más tranquilidad. 

En este sentido, a través de lenguaje corporal, premios con chuches o gominolas y saber aplicarles masajes en zonas concretas son algunas de las técnicas que emplean los profesionales para calmar a los perros a lo largo de la sesión de estética. 

Tendencias en corte: un poco de vanidad nunca hizo daño a nadie

Teniendo siempre de base el corte que necesita cada animal, una de las funciones de un peluquero canino es estar al día sobre las tendencias de peinados que están de moda.

Así, pueden hacerse pequeñas variaciones en el corte del animal para que estéticamente luzca bien, sin que sea en detrimento de su salud y protección. ¡Así renta todavía más llevarlo a la peluquería!

Parásitos y patologías: comprobar que esté todo en orden

En la piel de los perros se pueden observar patologías, lunares o bultos que pueden necesitar tratamiento y que pasaran desapercibidos a ojos del dueño. El peluquero, aprovechando la sesión del corte y peinado, debe inspeccionar la salud del animal para chequear que todo esté correcto. 

Además de revisar la presencia de patologías, una de las tareas cotidianas de un peluquero canino y felino es corroborar que el animal no tenga parásitos pegados al cuerpo. Las pulgas, garrapatas o piojos son algunos de ellos y, si se desconoce cómo quitarlos, puede ser peligroso removerlos sin ser profesional. Por ejemplo, la picadura de las garrapatas puede transmitir la enfermedad del Lyme a humanos, una dolencia que afecta al sistema nervioso, el corazón o las articulaciones.