En su enciclopedia ‘Naturalis historia’ (77 d.C), Plinio el Viejo ya escribió acerca de este fenómeno biológico propio de estos herbívoros tamaño XL. Llegó a pensar que se pinchaban con los juncos de ríos y pantanos donde habitaban y que eso les hacía exudar sangre, como una especie de “sangría terapéutica” que les servía para aliviarse. Una visión macabra, inquietante y sin apenas base científica, la verdad… Los hipopótamos sudan de color rosa, sí, pero por otra razón: acompáñame a descubrir la sustancia que secretan estos enormes mamíferos.

Sí: los hipopótamos sudan de color rosa

Los exploradores europeos que llegaban al continente africano durante el siglo XVIII se “tragaron” lo de las sangrías sin pestañear. En sus escritos dejaron testimonio de que estos artiodáctilos parecían exudar sangre... Pero antes de seguir hablando sobre el de este fenómeno, ¿te apasiona la fauna más salvaje y te gustaría trabajar con criaturas tan impresionantes como ellos? Entonces, no dudes en plantearte hacer un Curso de Especialista en Grandes Mamíferos Terrestres y aprenderlo todo sobre los titanes del mundo animal.

Mientras te lo piensas, ¡sigamos con lo nuestro! El hecho de que estos grandullones (los terceros mamíferos terrestres más grandes sobre la faz de la Tierra) exuden tan misteriosa sustancia es algo que ha traído de cabeza a la comunidad científica durante siglos. No es para menos, pues la idea de que fuera sangre no tenía demasiado sentido desde un punto de vista biológico. Por mucho que haya quedado desarrollada en algunos textos de naturalistas, y que la sangría terapéutica fuera ya un tratamiento médico conocido.

En concreto, en unos de sus tratados publicados en el siglo XVII, el cirujano Salvi da Macerata dejó escrito que los naturalistas atribuían al hipopótamo común (Hippopotamus amphibius) ser el “inventor” de la flebotomía animal. Te aviso: esto te va a volar la cabeza. En dichos escritos se venía a decir que, cuando este mamífero se sentía pesado por una excesiva cantidad de sangre en su cuerpo, no dudaba en meterse en ríos y cañaverales. Empujado por un instinto natural, no dudaría en lacerar su piel y hacerse heridas para dejar salir la sangre hasta sentirse mejor. La escena tiene tela, ¿verdad?

Una sustancia de las glándulas subcutáneas. ¡Enigma resuelto!

La teoría de que los hipopótamos sudan de color rosa a causa de sus glándulas subcutáneas llegó años más tarde, de la mano de la ciencia. En realidad, lo que exudan estos animales es un líquido rosáceo y viscoso encargado de proteger su piel, de un aspecto parecido al sudor. No olvidemos que la epidermis de estos gigantes llega a tener cinco centímetros de grosor, y es uno de los puntos más sensibles de estos herbívoros, cuyo peso oscila entre 1,3 y 3 toneladas.

Esta particular sudoración les permite sobrevivir en su hábitat natural, en donde están durante horas a los intensos rayos del sol y al agua, elemento en el que pasan gran parte del tiempo. Por tanto, las causantes de que los hipopótamos suden de color rosa son las glándulas subcutáneas. Están muy localizadas, sobre todo en el cuello y alrededor de sus cabezas prominentes; y la composición de la sustancia que segregan (pigmentos rojos y lípidos), es la razón de tonalidad rojiza tan misteriosa que trajo de cabeza durante siglos a exploradores, naturalistas y científicos.

La confusión es más que comprensible, ya que, además, la secretan en situaciones muy concretas. Suele aparecer cuando están muy excitados, tal vez en época de cortejo o en plena defensa de su territorio. Por tanto, no es tan disparatado que aquellos exploradores creyeran estar viendo animales ensangrentados. Sobre todo, ahora que también sabemos que el líquido viscoso en cuestión cambia de color; comienza siendo transparente, pero se vuelve rojizo en cuanto entra en contacto con los rayos del sol.

La colaboración de la hembra Satsuki y el macho Jiro, fundamental

Si eres un fan de esos documentales de la 2 donde se puede ver a estos animales salvajes en su salsa (o has podido ver a estas bellezas en vivo y en directo), tranquilo. Ahora ya sabes que un hipopótamo con este aspecto es algo natural: no es más que una herramienta de su naturaleza biológica para protegerse y combatir ciertas patologías. Aparte de ser una imagen de lo más impactante, que ya la querría Tarantino en cualquiera de sus cintas…

Lo que está claro es que la comunidad científica no hubiera llegado tan lejos en sus hallazgos sin la colaboración de una pareja de hipopótamos comunes del Zoo de Ueno de Tokio (el primero de Japón, fundado en 1882). Un equipo de la Universidad Farmacéutica de Kyoto analizó en 2004 la secreción rosácea de dos de sus ejemplares, la hembra Satsuki y el macho Jiro. De hecho, la revista ‘Nature’ se hizo eco del descubrimiento ante la relevancia del mismo.

Tomaron muestras del líquido de sus caras y espaldas, y entre los compuestos principales de esta mucosidad descubrieron dos pigmentos, uno de color rojo y otro naranja, conocidos como ácido hiposudórico y ácido norhiposudórico. Ellos son los causantes de ese tono sanguinolento; al tratarse de compuestos inestables y con tendencia a polimerizarse (se unen unos con otros para llegar a formar una cadena), su aspecto es cambiante.

De manera que puede decirse que los hipopótamos sudan de color rosa, aunque al principio el sudor sea transparente. Adquiere la tonalidad rosácea al exponerse al sol, y cuando se seca, termina teniendo un intenso tono marrón.

Una “crema protectora” con muchas otras virtudes

Puede parecer increíble que una sustancia tan peculiar, espesa y aceitosa cumpla un papel decisivo a la hora de proteger la piel de estos grandullones. Pero así es. Aunque realmente no es una sudoración en el sentido más puro del término, puesto que los hipopótamos comunes no poseen glándulas sudoríparas (ni odoríferas). Sin embargo, sus glándulas subcutáneas cumplen un papel bastante similar al secretar esta mucosidad.

Las propiedades que tienen estos dos pigmentos son imprescindibles para la supervivencia de esta especie del África subsahariana. Seguro que quieres conocerlas:

  • Funcionan como un eficaz protector solar animal. Repelen parte de la radiación ultravioleta.
  • Tienen cualidades hidrofóbicas. Es decir, repelen el agua y gracias a ello la piel de estos grandullones no se deshidrata.
  • Cualidades antisépticas. Un nuevo estudio científico reveló hace unos años las propiedades antisépticas de estos pigmentos contra ciertas bacterias, muy dañinas para estos mamíferos artiodáctilos. Son la Klebsiella pneumoniae, causante de infecciones pulmonares, y la Pseudomonas aeruginosa, un microorganismo oportunista que ataca a organismo debilitados.

Ya sabes por qué los hipopótamos sudan de color rosa. ¿Cuál es el siguiente paso?

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