El tamaño del águila arpía: un ave majestuosa

No cabe duda de que las águilas son las dueñas de los cielos, pues no existe ningún otro animal con la habilidad de volar capaz de plantarles cara. Estos enormes y preciosos seres, se valen de su tamaño y el poder de sus garras para estrangular a sus adversarios sin que se den siquiera cuenta.

Y entre las de mayores dimensiones de todas se encuentra el águila arpía, un impresionante y peligroso animal que puebla la zona amazónica de América para disfrute de los expertos en aves de este lugar del mundo. ¿Quieres saber más de estos seres? ¡Sigue leyendo y déjate fascinar!

¿Cómo es el águila arpía y cómo de grande es su tamaño?

El águila arpía recibe su nombre en honor al ser mitológico de la cultura griega; parte mujer, parte ave de rapiña. De color gris oscuro, este impresionante animal tiene un aspecto peculiar que lo diferencia de sus compañeras de especie, pues cuenta con unas plumas en la cabeza que, cuando se elevan, le otorga un aspecto mucho más intimidante.

El tamaño del águila arpía es, sin duda, uno de los mayores de entre los animales voladores y se trata del águila más grande de todo el hemisferio Occidental, siendo los machos bastante más pequeños que las hembras.

El águila arpía es uno de los símbolos nacionales de Panamá, con presencia en su escudo de armas y también en el anverso de los billetes de Venezuela

Debido a esta peculiaridad, son ellas las encargadas de conseguir el alimento para las crías. Su altura puede alcanzar el metro y su peso de 4 a 9 kg, considerándose la más pesada del mundo. La distancia entre la punta de cada ala, cuando estas están extendidas, es de hasta 2 metros. Con estos datos puedes hacerte una idea de lo imponente que resulta este ave y el control que ejerce en toda su área de acción.

Su hábitat natural: un condicionante para el tamaño del águila arpía

Las águilas arpía, con su gran tamaño, habitan en las áreas boscosas y tropicales de la zona comprendida entre México y el Norte de Argentina; en el continente americano.

Les encanta situar su base de operaciones en lo alto de los mayores árboles, desde donde pueden avistar toda la zona a su alrededor. La adaptación natural al medio ha provocado que sus alas no sean tan grandes como podrían para el tamaño del águila arpía, permitiéndoles volar y planear a través de la vegetación con impresionante agilidad.

Construyen nidos a una altura entre 27 y 43 metros sobre el suelo, que realizan mediante ramas y pieles que extrae de sus presas, para así poder mantener abrigadas a sus crías, y tiene un tamaño tal que un humano podría caber en uno sin demasiado problema.

El gran tamaño de las garras del águila arpía

Uno de los secretos del águila arpía que la hace tan sumamente peligrosa son sus patas, con un tamaño intimidante. Pueden ser tan grandes como la mano de una persona y sus temibles garras son unas de las más peligrosas del mundo animal, comparables en dimensiones a las del oso gris americano, alcanzando una longitud de hasta 12 centímetros en la parte anterior de la pata.

Con ellas son capaces de cazar una gran variedad de animales de hasta 7 u 8 kg de peso. Desde todo tipo de primates hasta perezosos de gran tamaño; pasando por osos hormigueros, iguanas e incluso un ejemplar adulto podría atrapar a un lobo sin demasiado problema.

Gracias a estas poderosísimas armas llegan a ejercer más de 50 kg de presión, aplastando los huesos de sus presas sin misericordia para quitarles la vida de manera instantánea. Los machos, más pequeños y rápidos, optan por animales más pequeños.

La cría del águila arpía

Las águilas arpía crían, como mucho, a un aguilucho cada dos años, y los defienden ferozmente ante cualquier peligro. Durante sus jornadas de caza son capaces de esperar hasta un día entero en una misma rama en silencio y sin moverse, hasta encontrar el momento oportuno para lanzarse sobre su desafortunada presa, con tal de procurar alimento a su hijo.

Su espectacular visión les otorga la capacidad de avistar un insecto de 2 centímetros a una distancia de hasta 200 metros, por lo que no hay animal que se pueda acercar al nido sin salir mal parado.

Disminución de la población

La destrucción de los lugares de anidación y la caza furtiva han provocado, como en tantas otras ocasiones, la disminución de la población de águilas arpía en su propio hábitat natural. Este hecho tiene especial gravedad debido al bajo índice de nacimientos que tiene esta especie (una cría cada dos años), siendo muy complicada la recuperación de la población.

Actualmente se encuentra en un estado de conservación “casi amenazado”, según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Los profesionales del ámbito de la ornitología están intentando proteger a la llamada “diosa de los vientos”, pues sería un desastre que provocásemos la desaparición de uno de los animales más bellos que pueblan los cielos de la Tierra.

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