Para aplicar con éxito la telemedicina en una consulta veterinaria es fundamental seguir las pautas establecidas por organismos de autoridad, como la Federación de Veterinarios de Europa (FVE). Y, por supuesto, siempre bajo el paraguas de la legislación nacional e internacional. Este campo se encuentra en auge y puede suponer un activo de gran valor: descubre en qué consiste y cómo implementar la telemedicina veterinaria en tu consulta.
Qué es la telemedicina veterinaria
Actualmente, todavía no hay una definición “oficial” de la telemedicina veterinaria. Sin embargo, los grupos de trabajo de los organismos de la FVE han generado información útil y práctica al respecto, actualizando el concepto y las recomendaciones establecidas en 2020 en un nuevo informe emitido en 2024. Según sus conclusiones, la telemedicina veterinaria se podría definir como “el intercambio y uso de información sobre la salud y el bienestar de los animales a través de plataformas tecnológicas entre un veterinario y un destinatario (cliente, veterinario u otros profesionales de la salud), en el contexto de una relación veterinario-cliente-paciente”.
Lo que sí está claro es que se trata de una práctica que no para de evolucionar, siendo cada vez más utilizada por los profesionales. Los datos son avasalladores: según el informe ‘Telemedicina veterinaria: pronóstico global 2025-2034’, publicado por la consultora Global Market Insights en 2025, en 2024 este mercado se valoró en 620,3 millones de dólares, con un crecimiento esperado del 17,9% entre 2025 y 2034. Impresionante, ¿verdad? Si quieres formar parte de este futuro, no descuides tu formación: realizar un curso de Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario te dará acceso a las mejores clínicas y consultas donde desarrollar una profesión en auge.
Está claro que la telemedicina veterinaria ha llegado para quedarse, sobre todo a partir de la epidemia del COVID. Volviendo al informe de la Federación, su valoración sobre esta práctica es indudablemente positiva; pero también ponen límites a su ejercicio, recordando a los profesionales que “la consulta física con examen, prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios a los animales es preferible a la consulta electrónica”.
¿Cuáles son sus pros y sus contras?
A veces se cae en el error de pensar que lo nuevo es siempre mejor. En el caso de la telemedicina veterinaria, está claro que es un avance… Pero también puede tener sus inconvenientes. Antes de implementar un programa en una consulta, conviene tener claro los pros y los contras de esta práctica para sacarle el máximo partido. Estos son los más evidentes:
Ventajas de la telemedicina veterinaria
- Permite un acceso inmediato al veterinario de cabecera, sin esperas y sin traslados. Es algo que genera tranquilidad a los tutores.
- Hace más fácil el seguimiento de las enfermedades, intervenciones o curas.
- Evita el estrés de los animales, muy común cuando visitan al veterinario (especialmente en animales como los gatos, que no suelen salir de las casas).
- Hace posible evaluar el estado del animal en su entorno, a través de un interrogatorio exhaustivo al tutor. A través de cámaras y pantallas, permite evaluar su estado a través de la observación en su día a día, algo que aporta mucha información de valor.
- Añade valor al trabajo en consulta, ofreciendo servicios nuevos y avanzados a los clientes. Da una imagen moderna y actual al negocio
- Es una herramienta muy interesante para zonas aisladas donde no hay veterinarios y/o ATV, o hay muy pocos.
- Si hay que hospitalizar a la mascota, sus tutores podrán verla y mantenerse al tanto de su evolución sin tener que desplazarse.
Inconvenientes de la telemedicina veterinaria
- Falta de formación especializada para los profesionales, que pueden desconocer los límites de esta práctica y las responsabilidades que implica.
- Normativa escasa o inexistente.
- Posibles conflictos con el Reglamento General de Protección de Datos.
- Necesidad de instalar sistemas tecnológicos que hagan posible un ejercicio eficaz de la telemedicina en consulta.
- No sirve para urgencias veterinarias.
- Esta práctica no permite ver en directo al animal ni interactuar con él.
Cómo aplicar la telemedicina en la consulta veterinaria
Volviendo al informe de la Federación, según sus expertos el ejercicio de la telemedicina veterinaria se basa en cuatro fundamentos esenciales, imprescindibles para su aplicación. Veamos cómo aplicarlos uno por uno:
Consultoría remota
Consiste en el intercambio de información entre el tutor del animal y el ATV o el médico veterinario. En la consulta debe existir un protocolo claro sobre qué preguntas hacer, cómo registrar la información y cuál es el proceso posterior: consultas presenciales, seguimiento de tratamientos, etc.
En este sentido, es interesante tener en cuenta que la FVE recomienda a sus miembros “establecer procedimientos operativos estándar (SOP), códigos de conducta y regulaciones proporcionadas que respeten la misión de los veterinarios”, que generen una buena comunicación veterinario-tutor-paciente.
Diagnóstico remoto
Para ello, el profesional debe ser capaz de examinar al animal de forma telemática y emitir un diagnóstico posterior. Según la FVE, para diagnosticar mediante telemedicina veterinaria es necesario conocer a fondo los riesgos para la salud de los animales, manteniendo y conservando registros y resultados de pruebas, autopsias, etc. Y se recomienda encarecidamente mantener también consultas físicas y realizar exámenes en directo del animal.
Prescripción remota
Según la FVE, la prescripción remota sólo la pueden asumir aquellos veterinarios cuya relación profesional con el cliente y el paciente sea sólida, se haya mantenido en el tiempo y esté debidamente registrada. La Federación también indica la necesidad de que las autoridades veterinarias nacionales implementen sistemas oficiales de vigilancia de fármacos y realicen un seguimiento de las prescripciones de medicamentos veterinarios, para evitar malas prácticas que con la telemedicina veterinaria podrían aumentar considerablemente.
Datos médicos generados por terceros
Esta última “pata” de la telemedicina veterinaria se refiere al intercambio de datos biométricos capaces de controlar parámetros en los animales y de administrar medicamentos. El uso de estos datos se debe hacer de forma responsable, cumpliendo las normas relativas a protección de datos, privacidad y confidencialidad profesional. El veterinario será el responsable de mantener registros de dichos datos.
Además de estas cuatro pautas, en las consultas de telemedicina veterinaria los profesionales (veterinarios y ATV) deberán estar muy pendientes de posibles casos de negligencia, maltrato y abuso de animales, más difíciles de detectar que en consultas físicas.
¿Cómo trabajar en telemedicina veterinaria?
Como ves, el campo de la telemedicina veterinaria tiene todavía mucho recorrido por delante. Pero está claro que cada vez está más presente y hacen falta profesionales que sean capaces de afrontar los retos que se plantean de cara al futuro. Si quieres ser uno de ellos, un consejo: rellena y envía el formulario para recibir información sobre uno de los mejores cursos de Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario de la actualidad.
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