La enfermedad de alzheimer es una de las más temidas en nuestra sociedad. Una patología que no solo afecta a quienes la padecen, sino que trastoca por completo todo su entorno social y familiar. Es una enfermedad incurable, pero la ciencia pelea contra ella sin descanso; y al mismo tiempo, constantemente se desarrollan terapias para ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, la Terapia Asistida con Animales en alzheimer ha demostrado importantes beneficios que merece la pena analizar. Si quieres saber en qué consiste y cómo se trabaja, no te pierdas este artículo.
Terapia Asistida con Animales y Alzheimer. Un poco de historia
El uso de la Terapia Asiática con Animales (TAA) con pacientes de Alzheimer y otras patologías no es nada nuevo. Hay escritos que documentan el trabajo con caballos para tratar a personas con discapacidad física, fechados en el siglo XVII. El contacto con determinados animales es muy positivo para todo tipo de personas, y muy especialmente para aquellas aquejadas de alguna enfermedad o problema de salud. ¿Te ves trabajando en este campo? Si tienes ya formación relacionada, realizar un Máster en Terapia Asistida con Animales te ayudará a dar el salto profesional.
Sin embargo, la literatura científica no reflejó los beneficios de la TAA en pacientes hasta el siglo XIX. A principios de siglo se empezó a utilizar la monta a caballo con enfermos de gota, trastornos neurológicos y problemas de falta de autoestima, registrándose referencias muy positivas. Ya en la segunda mitad del siglo, la célebre Florence Nightingale dejó constancia de los beneficios del acompañamiento de mascotas durante la aplicación de terapias, y de sus beneficios como animales de compañía para enfermos crónicos.
Ya en el siglo XX, el uso de la Terapia Asistida con Animales experimentó un auge en su popularidad durante la II Guerra Mundial. Fue entonces cuando se puso en marcha uno de los primeros programas oficiales de TAA de la historia: tuvo lugar en el Army Air Convalescent Center de Nueva York, donde la compañía de animales domésticos se empleaba para mitigar los efectos negativos de las agresivas terapias que recibían los aviadores convalecientes de heridas de guerra.
TAA para pacientes con Alzheimer: ¿cómo son las sesiones?
La historia reciente, como verás, respalda estas innovadoras terapias. Muy especialmente, cuando hablamos de Terapia Asistida con Animales y Alzheimer, los efectos positivos obtenidos hasta la fecha se revelan muy prometedores. Sobre todo, en los programas se trabaja con perros, caballos (equinoterapia) y asnos (asinoterapia), animales fuertemente empáticos y con una gran sensibilidad.
Las sesiones las deben impartir terapeutas especializados y con la formación adecuada, supervisados por profesionales de la medicina geriátrica y la enfermería. La terapia se realiza en entornos confinados y seguros, con animales entrenados especialmente para la realización de las actividades. En escenarios de demencia (el Alzheimer es la forma más común, con el 60% de los casos) el uso de la TAA ha demostrado respuestas beneficiosas, si bien todavía no hay suficientes estudios sobre sus efectos.
La metodología de la Terapia Asistida con Animales en Alzheimer varía sustancialmente según el animal que participe en las sesiones. Lo más frecuente es realizarlas con perros, “terapeutas” inteligentes, cariñosos y dedicados a cuya presencia los pacientes suelen estar acostumbrados. Son sesiones de grupo (entre 6 y 25 personas, muchas veces en subgrupos) en las que los asistentes interactúan con el animal, bajo las indicaciones y la supervisión del profesional.
La terapia será distinta de acuerdo con la mejora que se persiga. Estas son algunas de las más frecuentes:
- Estado físico: mejora de la psicomotricidad, bajada del estrés y la ansiedad, aumento de la calidad del sueño y de la relajación.
- Estado emocional: creación de vínculos con otras personas, aumento de la confianza y la seguridad, disminución de la ansiedad y de la sensación de soledad.
- Estado mental: mejora de la comunicación y el manejo del tiempo, estimulación mental.
Cómo se trabaja la TAA con perros, caballos y asnos
Como comentaba antes, los perros suelen ser los animales con los que más se trabaja en estas sesiones. Son fáciles de manejar, accesibles y protectores, sobre todo determinadas razas (como el adorable labrador o Golden Retriever). Aunque cada terapeuta tiene sus herramientas y técnicas, estos son algunos ejemplos de los ejercicios que pueden a mejorar el estado y el bienestar de los pacientes con Alzheimer:
- Mejora de la respuesta física: hacer un círculo de 6-1 personas y llamar al perro, acariciarlo o premiarlo cuando acuda. Lanzarle un objeto y recogerlo cuando lo devuelva. Llevarlo de la correa hacia otro compañero.
- Mejora de la respuesta emocional: en grupos de 25 personas como máximo (se pueden hacer subgrupos de 3-5 personas), cepillar y limpiar al animal e interactuar con él empleando juguetes, juegos…
- Mejora de la respuesta mental: en grupos de 6-12 personas,darle órdenes consecutivas al perro y recordar cuáles son, verificando que las cumpla. Hacer que el perro lleve un objeto a una persona y pedirle a esta que lo describa.
La terapia con caballos o equinoterapia también se ha revelado muy eficaz a la hora de trabajar con pacientes con Alzheimer. Los asistentes interactúan con el animal, lo acarician, lo cepillan y lo pasean de las riendas, ganando confianza en sí mismos y disfrutando del contacto con los caballos.
En este sentido, en los últimos tiempos se apuesta también por la asinoterapia o terapia con asnos. Según la investigadora Angelina Rodero, que en 2024 participó en un proyecto de la Universidad de Córdoba sobre asinoterapia y Alzheimer, estos animales muestran más interés por las personas que los caballos, siendo también más pequeños y manejables. “El asno es más investigativo, más parecido a un perro. Tiene más iniciativa propia, ve más claras algunas cosas que el caballo no ve”, señaló al respecto.
Beneficios y opiniones científicas: un futuro prometedor
Cada vez se tiene más constancia de los beneficios de aplicar la Terapia Asistida con Animales en Alzheimer. En un estudio sobre equinoterapia, realizado hace unos años por la Universidad de Ohio y basado en la experiencia positiva de aplicar la TAA en casos de autismo, los investigadores concluyeron que se podrían obtener resultados similares. Los resultados mostraron que la interacción de los pacientes con los caballos mejoraba su ánimo y sus pautas de comportamiento.
Por otra parte, otro estudio realizado en 2017 (5 Hu, M., Zhang, P., Leng, M., Li, C. and Chen, L., 2018) demostró que las Terapias Asistidas con Animales ayudaban a reducir los síntomas de depresión en pacientes con demencia, mitigando su agitación y logrando efectos positivos a largo plazo. En resumen, todo apunta a que la TAA puede resultar muy positiva en el trabajo con enfermos de Alzheimer y otras demencias, ayudando a mejorar la comunicación entre pacientes, la distracción en momentos complicados y la relación de los pacientes con su entorno y sus compañeros/as.
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