Caballo alazán: ¡descubre todas sus características!

Los caballos llevan junto al hombre desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, a pesar de esta relación tan antigua el mundo equino aún sigue envuelto en cierto misterio. Vale la pena detenerse a conocer cómo son algunos de estos mamíferos que tanto fascinan al ser humano. ¿Te suena el caballo alazán? No te pierdas este artículo, te lo contamos todo sobre esta belleza que seguramente te robará el corazón.

Caballo alazán: cuestión de genética

Quizá seas un afortunado y ya hayas tenido ocasión de contemplar a un caballo alazán en todo su esplendor sin saberlo. La  razón es que su nombre, alazán, tan solo alude a su color. Y ahora viene el dato clave: es una tonalidad rojiza súper llamativa, denominada capa alazana (en biología el término capa se refiere a la coloración en el cuerpo y extremidades). Y para complicar un poco el tema puede darse en distintas intensidades y patrones debido a causas genéticas.

Es este rasgo físico el que define a tales equinos. Lo normal es encontrarlos entre las distintas razas que conforman el maravilloso mundo equino. Entre otros motivos porque el rojo es uno de los colores básicos que poseen en su manto estos mamíferos que fueron domesticados por primera vez hace unos 4.000 años. Hablando de estos amigos, ¿te has planteado alguna vez hacer un Curso de Especialista en Grandes Mamíferos Terrestres? Podrás prepararte a nivel profesional, trabajar en su cuidado y bienestar. Ahí lo dejo.

Seguramente nunca lo hubieras dicho, pero el color de los equinos no es casualidad. Es su transmisión genética parental la que determina la tonalidad, la aparición de manchas y marcas en el cuerpo, cómo son los crines y hasta el color de los ojos. En cuanto al caballo alazán, intentaré explicar a groso modo qué proceso genético es el causante de que se produzca un tono tan espectacular y reconocible.

Imagínate un potro de alazán. Su color se debe, en primer lugar, a la producción de un tipo de melamina o pigmento en el organismo, la feomelanina (determina coloraciones claras que van del rojo al amarillo). Pues bien, la razón por la que nace con este color es porque dicho pigmento desencadena un gen recesivo, es decir con los dos alelos iguales. Un proceso científico complejo de entender para neófitos en la materia pero alucinante, ¿verdad?

De uno, nada. Como mínimo, ¡siete tipos de alazanes!

Tostado, guinda, dorado, bronce… Son algunas de las tonalidades más conocidas a nivel mundial dentro de esta coloración, incluida en la denominada capa básica (junto a la castaña y la negra) dentro de una clasificación más amplia. Vamos, una verdadera paleta cromática que hace que el caballo alazán no sea una sola belleza, sino muchas. Es totalmente correcto hablar de distintos tipos según sus intensidades tonales y su distribución sobre la piel.

Un dato bastante curioso: dicho color tardó en ser reconocido como capa dentro del Pura Raza Española bajo el argumento de que no fuera comparado con el Pura Raza Árabe, aunque su origen se remontara a los principios de nuestra raza. Vamos ya con las presentaciones:

• Red Chestnut. Es el ejemplar que luce el rojo más sólido y por todo el cuerpo.
• Sorrel. El tono de este equino es uniforme y con destellos dorados.
• Claro. En la capa de esta variedad predomina el pelaje pardo.
• Dark Chestnut. Este “amigo” es de un color tostado tirando a marrón oscuro.
• Black Liver Chestnut. Todo él es marrón oscuro menos su cola y su crin, más rojizas y a veces con ciertos reflejos anaranjados.
• Negro. No es lo que parece porque es un animal de tonalidad tostada con toques en bronce reconocibles en toda su anatomía.
• Blond Chestnut. El rubio de los caballos alazanes: la cola y sus crines pueden llegar a blanquear, mientras que en el cuerpo predominan los tonos castaño o rojo claro.

Un grandullón con «mucha marcha»

El linaje, la raza, el hábitat donde viva y la educación impartida determinan cómo es el carácter de un caballo alazán a título individual. De manera que las variables son casi infinitas cuando toca hablar del temperamento de este équido pelirrojo en términos generales. Sin embargo, en todos ellos existen ciertas cualidades que comparten y, por supuesto, todos necesitan los mismos cuidados y atenciones para garantizarles una correcta nutrición y bienestar.

Empecemos por hablar de su inteligencia: puesto que están considerados animales con un intelecto privilegiado y una gran energía, demandan una estimulación diaria a nivel físico y mental. Sobre su salud, suele ser óptima, acompañada de una resistencia notable, pero no hay que bajar la guardia ante la aparición de las patologías más comunes entre los équidos y la medicina preventiva es muy importante.

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El capítulo de su higiene pasa por una rutina de acicalamiento y limpieza diarias. Consiste en el cepillado de su capa alazana y en limpiar sus cascos para evitar acumulación de suciedad y humedad en la piel. Lógicamente, la actividad que realice el animal determinará si es preciso recurrir a unos cuidados más exhaustivos, como darle una ducha o bañarle con productos especiales sin que lleguen a sus mucosas y ojos..

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