Te cuento: cuando una caracola quiere mucho a un caracol, le dice “Caracol-col-col, saca tus cuernos al sol, que tu padre y tu madre ya los sacó” (perdón por el error gramatical, pero es que si no, no rima…). Y es que su madre ya le había cantado esa canción a su padre antes. Es la canción de cortejo del caracol y, sacando los cuernos juntos, es como aparecen caracoles nuevos… No, claro que todo esto no tiene ningún sentido, pero ahora ya sabéis cómo se sienten los niños cuando les hablamos sobre la cigüeña. Si quieres saber cómo se reproducen los caracoles de verdad, ¡sigue leyendo!

 

¿Qué tienen que ver los caracoles con la mitología griega?

¡Vamos con una leyenda! Un dios y una diosa del Olimpo tuvieron un hijo que, de adolescente, se lanzó a una laguna tras rechazar a una ninfa que se había enamorado de él. La ninfa se zambulló tras él, le abrazó con fuerza y rogó a los dioses que no les dejaran volverse a separar. Cuando el chico salió de las aguas, sus dos cuerpos se habían fundido: ahora, un solo cuerpo presentaba caracteres sexuales masculinos y femeninos. Los padres de este muchacho eran Hermes y Afrodita. Y como no debían de tener muchas ganas de pensar, a él lo llamaron Hermafrodito.

A raíz de este mito, a los seres vivos que tienen un aparato reproductor mixto que les permite generar gametos masculinos y femeninos los llamamos hermafroditas. Y entre estos seres encontramos, exceptuando a algunos como el caracol manzana o Ampullariidae, a la mayoría de caracoles. Hay mucho que aprender sobre estos curiosos moluscos: si te animas a hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario descubrirás un montón de cosas interesantes sobre muchísimos animales vertebrados. y, como es el caso del caracol, invertebrados. ¡E incluso podrás trabajar con ellos desde el primer día, a través de las prácticas!

Wait a minute. Si son hermafroditas, ¿cómo se reproducen los caracoles? ¿A un ejemplar no le hace falta otro para reproducirse? Sí le hace falta, sí. Y eso que podríamos pensar que lo tiene fácil, porque es hermafrodita sincrónico: mientras algunas especies hermafroditas van cambiando de sexo a lo largo de su vida, los caracoles son macho y hembra a la vez desde que nacen hasta que mueren. Sin embargo, la autofecundación se da en muy pocas especies hermafroditas, y el caracol no es una excepción en este sentido. Así que descubramos, ahora sí, cómo “se lo montan” estos seres casi mitológicos.

 

Cómo se reproducen los caracoles: sin prisa, pero sin pausa

Ya lo dijo Daddy Yankee: “Hoy es noche de sexo”. Los caracoles estarían de acuerdo, ya que la noche es el momento del día que suelen preferir para copular. Concretamente, suelen escoger las noches de primavera y de otoño, más cálidas y húmedas. Y esperamos que al día siguiente no les toque madrugar para ir al trabajo, porque este intercambio sexual nocturno puede durar entre cinco y diez horas.

Aunque no cantan “Caracol-col-col”, sí es cierto que el ritual de cortejo es una parte muy importante de la reproducción de estos moluscos. Los dos participantes en el encuentro se acercan y comienzan a frotarse mutuamente las cabezas y las rádulas, una estructura que tienen en la base de la boca. Son cintas en las que tienen hileras de pequeños dientes; normalmente les sirven para raspar el alimento, pero como vemos, también tienen su función en esta noche (más bien poco) frenética.

Sigamos analizando cómo se reproducen los caracoles. Cuando han llegado a la cumbre de estos “preliminares”, introducen en el orificio reproductivo del otro su espícula, que podríamos considerar su órgano reproductor masculino. Y una vez dentro, lanzan una especie de flechas de Eros (por cierto, también hijo de Afrodita) o Cupido: el dardo calcáreo. Se trata de una especie de espina de pescado, que ocupa más o menos una quinta parte del tamaño del animal y cuya función es excitar la zona y mejorar sus posibilidades de conseguir descendencia.

Ahora ya solo falta que cada uno libere sus respectivos espermatóforos. Son unos sacos llenos de espermatozoides de los que también disponen ciertos insectos como las mariposas, o algunos reptiles como las salamandras. Una vez terminada esta fase, ya debe de estar amaneciendo; cada uno se va a su casa (o se mete debajo de su concha) y es probable que no vuelvan a llevar a cabo este proceso juntos. Como le dijo Bárbara Rey a Chelo García Cortés, “hemos tenido una noche de amor”.

 

Qué pasa después de "la noche de amor"

Poco a poco, los espermatóforos son transportados hasta la cámara de fecundación para unirse con los óvulos. Hay algo muy curioso en este proceso, y es que les permite almacenar espermatozoides de distintas parejas. Mientras uno de los sacos ya ha pasado a la cámara, puede haber otros almacenados en el tracto genital. Todo ello hace que puedan repetir el proceso de cópula de forma exitosa aproximadamente cada veintiún días. ¿A que es flipante cómo se reproducen los caracoles? 

Desde que el acto sexual termina, pueden pasar más o menos entre diez y cincuenta noches hasta que el caracol pone sus huevos. Dependiendo, una vez más, de las condiciones climáticas. Cuando el futuro papá/mamá decida que son las apropiadas, dedicará más o menos media hora a excavar un agujero en el cual realizará la oviposición. La humedad es muy importante para estimular el desarrollo de las crías; a continuación tapará los huevos de nuevo con tierra.

Si la humedad es apropiada, los huevos eclosionarán entre siete y veinticinco días después. Parece que a los caracoles les gusta trasnochar, porque el nacimiento también suele tener lugar tras la caída del sol. Y si llueve o hay humedad, mejor. A partir de ese momento, les toca comer hojas, frutas y verduras, crecer y alcanzar la madurez sexual para desarrollar sus dardos calcáreos y perpetuar la especie.

 

¿Qué otros misterios nos depara el mundo caracol?

Desde luego, enterarte de cómo se reproducen los caracoles es toda una experiencia: amor hermafrodita, frotamiento de rádulas, dardos calcáreos, espermatóforos… Todo en “apenas” diez horas, sin contar con lo que viene después. Si de un proceso tan breve hay tanto que decir, no dudes que en los entre dos y siete años de vida de un caracol (dependiendo de la especie) pasan muchas otras cosas.

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