Seguro que hay acciones (o incluso cosas) que te generan una reacción cuando las ves. Una canción que te trae un recuerdo o te pone contento, una comida que te hace la boca agua… Pues en este artículo vamos a hablar de algo muy parecido. Si no tienes claro qué es el condicionamiento en adiestramiento canino y quieres informarte, ¡estupendo! Has de saber que es una de las técnicas más eficaces y empleadas para educar a los canes, sobre todo si se hace de forma positiva. ¡Acompáñame a descubrirlo!

Qué se entiende por condicionamiento (en perros y en personas)

Uno de los perros más famosos del mundo, casi al nivel del célebre gatete de Schrodinger, es el perro de Pavlov. El científico ruso Ivan Pavlov realizó un sencillo experimento con canes: antes de darles de comer tocaba una campana. Así, después de hacerlo varias veces constató que los perros empezaban a salivar sólo con el sonido de la campana (también tú, Pavlov, ¡cómo me los engañas así!). Es el fundamento del condicionamiento clásico, un fenómeno común a muchos seres vivos, incluido el ser humano.

En el mundo del dog training, el condicionamiento es una técnica fundamental. Pero hay muchas más y, por si fuera poco, surgen nuevas estrategias cada poco. Si te apasiona el mundo canino y te ves como “encantador de perros” pro, anímate a realizar un Curso de Adiestramiento Canino y Felino: aprenderás todo lo que debe saber un especialista y disfrutarás de un trabajo maravilloso. Una cosa loca…

El descubrimiento del condicionamiento clásico puede parecer algo sin importancia. Pero de eso, nada: está demostrado que es un principio válido para estudiar y comprender fobias, hábitos y patrones de conducta. Aparte, para tener claro qué es el condicionamiento en perros y cómo aplicarlo en adiestramiento, también has de saber que no solo existe el clásico, sino que también hay otro llamado “condicionamiento operante”. ¡Vamos a ver en qué consisten!

Qué es el condicionamiento: clásico y operante

Se conoce como condicionamiento clásico el aprendizaje basado en la asociación entre un estímulo neutral y un estímulo significativo. What the f***k? Vale, suena complicado pero en realidad es muy sencillo. Es exactamente lo que demostró Pavlov en su experimento. Por ejemplo, si tu perrete se pone a hacer un happy dance cuando coges su correa, es precisamente por eso: asocia un estímulo neutral (coger la correa) con un estímulo significativo (salir a la calle). ¿A que ahora se entiende bien?

Y ahora, vamos a rizar el rizo: ¿qué es el condicionamiento operante en perros? En este caso, el aprendizaje se basa en las consecuencias y no en la asociación. Y podemos explicarlo siguiendo el mismo ejemplo. Coges la correa y tu peludo se vuelve loco total; se la enganchas y salís a la calle. A partir de ahora, lo que sucederá es que volverá a hacer su baile de la felicidad y todas las demostraciones que se le ocurran siempre que quiera conseguir que le saques. ¿Por qué? Pues porque entiende que el premio (salir a la calle) es consecuencia de su comportamiento (baile y demás).

Cómo utilizar el condicionamiento en adiestramiento canino

Por tanto, si no queremos que nuestro amigo monte un espectáculo de primera cada vez que cogemos la correa (si le vas a sacar a las once de la noche y se pone a ladrar, tus vecinos no lo llevarán muy bien que digamos), tendremos que conseguir que deje atrás el condicionamiento clásico. Es decir, que el perro deje de asociar el acto de coger la correa con salir a la calle. Lógico, ¿verdad?

La técnica de adiestramiento, en este caso, consistiría en coger la correa para luego no salir a la calle y repetirlo en varias ocasiones: si el can ve que la acción se repite, dejará de reaccionar. Cuando quieras sacarle, no dejes que te vea coger la correa. Haz que se tranquilice y que se quede quieto, sentado o en pie. Y cuando esté relajado, engancha la correa al arnés y llévale a dar su paseo habitual.

El propósito es que nuestro peludo cambie su condicionamiento operante: cuando vea que le sacas a pasear si está tranquilo y calmado, adoptará esta actitud para conseguir su “premio”. La idea final es que, cada vez que vea que coges la correa, inmediatamente se quede quieto o incluso se siente, esperando a que se la pongas. Vamos, un lujazo…

Refuerzos y castigos: cuidado con ellos

También forman parte del condicionamiento operante y son una de las técnicas de aprendizaje más habituales. De hecho, la empleamos en todas partes: con los niños, con los trabajadores de las empresas… Es tan simple como premiar las actitudes deseadas con una gratificación y castigar las no deseadas con algo desagradable. Dicho así suena básico, pero en realidad no lo es. Dentro de este condicionamiento encontramos cuatro tipos de técnicas que se emplean en distintas situaciones:

  • Refuerzo positivo. Seguro que has oído hablar de él mil veces. Es el más sencillo e inmediato y consiste en premiar las actitudes deseadas. Si quieres que tu perro se siente, ordénaselo; y cuando lo haga, dale una golosina o algo que le guste. Pero sobre todo, muéstrale tu alegría y tu cariño de forma clara. ¡También tú puedes hacer tu happy dance!
  • Refuerzo negativo. Es una técnica poco recomendable, salvo que la realicen profesionales bien entrenados. Consiste en “premiar” al perro retirando algo que no le gusta o le molesta. Recuerda: nunca hay que dañar o castigar a los animales por sus comportamientos. ¡Ellos no lo hacen a propósito!
  • Castigo positivo. De la misma manera, consiste en castigar al perro con algo que no le gusta cuando no hace lo que queremos. Nunca hay que adoptar medidas dolorosas para el animal; además de ser una crueldad, están prohibidas por la Ley de Bienestar Animal. Concretamente, el texto constata que “se prohíbe el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda causar lesiones al animal, en particular collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo”.
  • Castigo negativo. En este caso, la idea es retirar al can algo que le guste para que entienda que queremos que cambie su actitud. Al igual que sucede con el refuerzo positivo, hay que hacerlo de inmediato: de nada servirá quitarle su juguete favorito si se ha comido tus zapatillas hace media hora…

Ya sabes qué es el condicionamiento en perros. Y ahora…

¿Qué te parecería partir de estas bases para avanzar? Y no me refiero solo a la educación de tu amigo peludo, sino a tu carrera profesional. Está claro que te apasionan los perros y te interesa el mundo del dog training. Siendo así, ¡anímate a enviar el formulario que ves en esta web!

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