¿Qué es la criptorquidia en perros?

Los perros son la debilidad de muchas personas, que no concebimos la vida sin su compañía. ¡Lo dan todo como mascotas! Por eso, la salud física de estos animales es sagrada: también, incluso en sus primeros meses de vida. En esa época pueden aparecer patologías graves como la criptorquidia canina, una alteración frecuente. ¿Quieres saber qué es y si algunas razas son más propensas? Si tienes en mente adoptar un perrete, te vendrá bien familiarizarte con ella.

Criptorquidia canina, un trastorno más habitual de lo que piensas

Que el término se las trae, nada que decir. Sin embargo, se trata de un trastorno del desarrollo sexual de los perros machos menos raro de lo que podamos pensar. Y ahora voy con el dato: puede llegar a diagnosticarse en un 13 por ciento de los animales. Por desgracia, no es una patología exclusiva de los canes; también se presenta en los mininos cuando son solo adorables gatitos.

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Volviendo a lo nuestro, seguro que quieres saber en qué consiste esta alteración en el desarrollo sexual de los canes antes de hablar de cómo la diagnostican los veterinarios (y su tratamiento). Pues bien, la criptorquidia es la ausencia de uno o dos testículos en la bolsa escrotal. El motivo es que no han descendido a las seis-ocho semanas de vida, que es cuando los perros macho lo hacen si todo va bien en su desarrollo.

Tratamiento y causas de la patología

Es decir, cuando a un perro se le diagnostica criptorquidia canina es porque sus testículos no han completado el trayecto de descenso normal hasta colocarse en el sacro escrotal, la posición correcta. El tratamiento recomendado pasa por una intervención quirúrgica para su extirpación, así como en la esterilización del animal.

¿Las causas? Una hipótesis bastante extendida habla del componente genético de los perros, pues es una patología hereditaria que transmiten tanto machos como hembras. También se cree que puede aparecer por alteraciones hormonales, en concreto por la obesidad de la madre durante la gestación del cachorro. Sin descartar un simple factor físico irregular, como puede ser el tamaño del testículo.

¿Afecta a cualquier raza? Conoce los síntomas

Ningún amigo canino está a salvo de este trastorno frecuente. Pero debido al componente genético que puede influir, algunas razas son más proclives que otras; sobre todo, las puras. Un dato a tener en cuenta ante una posible adopción. En concreto, puede figurar entre las enfermedades comunes de razas como los teckel, yorkshire, schnauzer miniatura, caniche, bóxer, bichón maltés, pequinés o pomerania.

Y ahí va una pregunta fundamental: ¿cómo se detecta en los cachorros? Los que padecen esta patología no suelen mostrar síntomas significativos. Pero se pueden detectar ciertas señales fáciles de observar. Vamos al grano: los canes pueden experimentar el llamado síndrome de feminización, adoptando rasgos propios de los perros hembras.

Este síndrome es un cuadro generado por el exceso de hormona femenina que segrega el testículo o testículos no descendidos, cuando dichos órganos desarrollan tumores. La alta temperatura que alcanzan dentro del organismo del animal es la causa principal de que aparezcan. Si están localizados en la ingle o en el canal inguinal, serán relativamente fáciles de ver.

Las señales o síntomas que te darán la pista son los siguientes: desde un desarrollo de sus mamas a que el tamaño de su pene se ralentice, o que al orinar el animal adopte una posición propia de las hembras. 

No uno, sino varios tipos de criptorquidia

Ante la mínima sospecha de que tu mascota canina pueda padecer criptorquidia (o el perro de tu mejor amigo, ¿por qué no?), hay que acudir cuanto antes a un veterinario de confianza. Estos profesionales suelen realizar el diagnóstico mediante una palpación a fondo (los testículos abdominales son los más difíciles de detectar), siendo bastante definitivo a partir de los seis meses.

Una vez efectuada la valoración, podemos encontrarnos con varios tipos de criptorquidia. La razón es sencilla: los testículos pueden estar localizados en distintas cavidades anatómicas del animal. Y en función de la zona donde se encuentren, se definen de una forma u otra. Son los siguientes tipos: 

• Criptorquidia abdominal. Los órganos sexuales se alojan en el abdomen. 
• Criptorquidia inguinal. Están localizados en el canal inguinal.
• Criptorquidia bilateral. Ningún testículo está situado en la bolsa escrotal.
• Criptorquidia unilateral. Mientras que un testículo sí está en el escroto, el otro no.

Como te decía al principio, el tratamiento siempre es quirúrgico y no se recomienda antes de los seis meses de vida. Y es que, a veces, el descenso de estos órganos es tardío. ¡Misterios de la naturaleza! La extirpación de los testículos evita que terminen generando tumores, o que se produzcan rotaciones testiculares que pueden causar intensos dolores al animal. 

La recuperación de esta intervención no tiene por qué ser complicada. Cuando se trata de una criptorquidia inguinal, los perretes suelen recobrar su ánimo y vitalidad en un par de días. En cualquier caso, será el veterinario el encargado de indicar las revisiones oportunas para ver el estado de la herida, hacer controles analíticos, etc.

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