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Diferencia entre gato y gata

16 marzo 2023
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¿Cuál es la diferencia entre gato y gata? Puede que esta pregunta te haya parecido una tontería. Pero tiene más enjundia de la que parece… En muchos animales se da lo que se conoce como dimorfismo sexual, y nuestros amigos los mininos no escapan a esta característica. Las diferencias son bastante sutiles, pero muchas veces nos permiten saber si el animal es «chico o chica» a través de detalles como el pelaje o el tamaño. Sigue leyendo, ¡y conviértete en un experto!

 

Diferencia entre gato y gata: a ellos, la verdad, les da igual…

Al empezar a escribir este artículo, me he acordado de un amigo que tiene dos gatitos. A él le apetecía tener dos gatas, así que decidió asignarles un nuevo género y ponerles nombres femeninos. Ahora, sus mininos macho son sus gatitas y están encantadas con serlo. O más bien, les importa muy poco. Esto sucede porque una cosa es el sexo, que se identifica con los genitales y los cromosomas, y otra muy distinta el género, que es un constructo social propio del ser humano. Vamos, que a nuestros felinos caseros les da lo mismo ser una cosa u otra mientras vivan felices y les des cariño.

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Y ahora, sigamos con el tema. Independientemente de lo que opinen o dejen de opinar nuestras mascotas, la gran mayoría de quienes conviven con un gatito tiene interés en conocer su sexo. Cuando son muy jóvenes es muy complicado discernir sus características sexuales; es decir, sus genitales. A partir de los dos meses y medio, aproximadamente, resulta más fácil. Eso, si se dejan mirar, claro… ¡Los gatos son muy suyos en cuestión de intimidad!

 

¿Qué características distinguen a los machos y las hembras?

La primera diferencia entre gato y gata que debemos localizar es, como te comentaba, la correspondiente al los órganos genitales. En los felinos se encuentran en los cuartos traseros, debajo de la cola. A unos 3 cm del nacimiento de esta se encuentra el ano, en ambos sexos. En el caso de las gatas, un poco por debajo está la vulva: un orificio un poco más pequeño. Los gatos, por su parte, tienen los testículos bajo el ano y el pene un poco más abajo.

En machos castrados, lógicamente, los testículos desaparecen. Pero se conserva el escroto, una pequeña bolsa de piel. En las hembras, la castración no tiene importancia ya que no afecta a los órganos genitales externos. Si tu minino o minina te lo permite, solo tienes que levantar la cola para mirar. No le hará mucha gracia: ya sabemos que a los gatetes no les gusta nada que les agarren el rabo…

Esta es la forma más rápida y segura de diferenciar a un gato de una gata. Pero, ¿hay alguna forma de saber el sexo de un felino a plena vista? Pues la respuesta es ambigua: sí y no. En algunos tipos de gatos sí es posible, ya que los machos y las hembras presentan un dimorfismo sexual muy peculiar.

 

Cuestión de colores: «ellas» pueden tener hasta tres

En la raza de gato común europeo, la más habitual en nuestro país, existen felinos de colores y pelajes muy distintos. Con pelo más largo o más corto; negros, blancos, atigrados, a dos colores… Y a tres. Pues cuando veas un minino tricolor, lo más probable es que se trate de una gata. El 97% de los gatos calicó y gatos carey, con pelaje que mezcla tonos negros, ambarinos y blancos, son chicas.

Esto se debe a una curiosa condición llamada Síndrome de Klinerfelter y tiene que ver con los cromosomas X e Y. Por otra parte, cuando veas a un gato atigrado y pelirrojo, casi con total seguridad se tratará de un macho. Curioso, ¿verdad? Aunque la palabra síndrome puede despertar alguna alarma, no hay cuidado. Este tipo de características son simplemente estéticas y no afectan en absoluto a la salud de los mininos.

Eso sí, si un gato macho es atigrado (algo rarísimo), con toda probabilidad será estéril. Así que ya conoces otra diferencia entre gato y gata que te puede ayudar mucho a diferenciarlos. Y quedarás como un experto delante de tus colegas…

 

¿Se puede notar la diferencia entre gato y gata por su carácter?

Bueno. En esta cuestión no hay nada claro, como te podrás imaginar. Hay quien dice que si las gatas son más cariñosas, que si los machos son más independientes… Al final, todo es cuestión de percepción. Yo conozco gatas ariscas a más no poder, y mininos que son puro amor. Pero en general, hay expertos que señalan que las gatas sí pueden ser más hogareñas, y sobre todo, más comunicativas.

Por ejemplo, parece ser que las gatitas tienden a ser más «habladoras». Incluso llegan a desarrollar una especie de comunicación con sus compañeros humanos, contestando cuando estos les hablan. También parecen ser más protectoras con la familia con la que conviven, y más curiosas a la hora de relacionarse con extraños. Por supuesto, cada gato es un mundo y tiene un carácter único: es más que probable que tu mascota no se ajuste a estas observaciones.

 

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Está claro: si has llegado hasta este punto del artículo, es que te encantan los gatos. Y probablemente, también los perros, las aves, los caballos… El mundo animal es una pasión para muchísimas personas. Y no son pocos los que han decidido convertir su pasión en una profesión, que les aporta muchísimas satisfacciones. ¿Te imaginas trabajar como Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario? Pues sí es una opción laboral que está a tu alcance.

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