A todas las personas que amamos a los animales se nos ha pasado por la cabeza alguna vez. ¿A que sí? Trabajar en un zoológico rodeados de los bichos más increíbles, dándoles de comer y cuidando de su bienestar… Sin duda, una profesión preciosa y perfecta para cualquier amante de la naturaleza. Pero no es tan fácil: hay que contar con una buena formación, tanto práctica como teórica. Si ya estás decidido a dar el paso o simplemente estás coqueteando con la idea, este artículo te interesa. Porque hoy veremos cuáles son las claves a la hora de elegir un curso de animales de zoológico y cómo dar con la mejor formación. ¡Sigue leyendo!

Elegir un buen curso de cuidador de animales de zoológico: ¿cómo debe ser la formación?

Cuidar a animales salvajes en cautividad no es ninguna tontería. Además de tener altos conocimientos sobre su anatomía, su alimentación, sus costumbres y sus ecosistemas, implica también ser consciente de los riesgos que tiene esta profesión. Y como es lógico, saber evitarlos. Y por supuesto, es fundamental contar con conocimientos sólidos sobre la salud y el bienestar de las distintas especies. Un buen curso de cuidador de animales de zoológico debe incluir estos puntos, pero no son los únicos. Esto es lo que no debe faltar:

  • Formación teórica completa. Como mínimo, un buen curso tiene que constar de 300 horas lectivas, con un máximo de 24 meses para finalizar la formación. A lo largo del curso deberás obtener fundamentos de veterinaria aplicada a núcleos zoológicos, conocimientos de mantenimiento de instalaciones para animales salvajes y formación en alimentación, higiene y manipulación de animales salvajes, como mínimo.
  • Formación práctica “real”. Sin un buen programa de prácticas en entornos reales, tu formación estará muy lejos de estar terminada. Y es que no es lo mismo estudiar cómo dar de comer a un león, que plantarte allí frente al inmenso felino… Elige cursos que ofrezcan prácticas de hasta 300 horas de duración y en parques, reservas y zoológicos con todas las garantías.

La posibilidad de estudiar a distancia, un plus

Cuando vayas a elegir el curso de cuidador de animales de zoológico que te abrirá las puertas al mundillo profesional, lo más probable es que empieces mirando en centros educativos próximos a tu lugar de residencia. Es lógico, y si tienes la posibilidad, estupendo. Pero… ¡Estamos en el siglo XXI!

Si encuentras algún programa con un temario completo y actualizado que te ofrezca la posibilidad de realizar prácticas de calidad, cuente con profesores con formación y experiencia (incluso en activo), tenga premios a la excelencia educativa y haya formado ya a muchos otros profesionales, ¡infórmate! Probablemente te permitan realizar el curso desde tu casa, sin tener que desplazarte.

Esta opción tiene muchísimas ventajas. Por una parte, no tendrás que renunciar a seguir tu vocación solo por no tener cerca un centro de formación. Y por otra, si actualmente estás trabajando o realizando alguna otra formación, podrás ajustar tus horarios a la medida de tus necesidades. Además, tendrás la posibilidad de formarte con centros de prestigio que ponen esta alternativa al alcance de miles de alumnos.

Eso sí, como es lógico, las prácticas las tendrás que hacer in situ. Que yo sepa, todavía no se ha inventado la manera de dar de comer a los elefantes o de cuidar de un bebé chimpancé online… A lo largo del curso, podrás planificar esta opción y organizarte para realizarlas. Porque sin ellas, lo siento: tu formación no estará terminada y será muy complicado que puedas trabajar en el sector.

Esto es lo que tendrás que aprender. ¡Toma nota!

El tercer paso para elegir un curso de cuidador de animales de zoológico es echar un vistazo a distintos programas. Cuando entres en un recinto de estas características, tendrás que saber exactamente cómo hacer las tareas que te encomienden. Por supuesto, los profesionales que trabajan en ellos estarán a tu lado para ayudarte y guiarte, pero hay unas bases que se dan por supuestas. Quédate con ellas:

Debes tener conocimientos exactos y precisos sobre primeros auxilios, planes de vacunación, calendarios antiparasitarios y gestión reproductiva de las distintas especies.

Tendrás que calcular, manipular y repartir los alimentos a los animales.

Has de estar capacitado para mantener las instalaciones en buenas condiciones, mejorándolas siempre que sea posible.
Saber prevenir los riesgos laborales es imprescindible, tanto en lo que respecta a manejo de animales como a la hora de utilizar productos posiblemente peligrosos.

Debes ser capaz de diseñar y aplicar planes de enriquecimiento ambiental en los recintos. Este plus siempre es bienvenido, así como cualquier iniciativa encaminada a la mejora del bienestar de los animales.

Tener nociones de comunicación: las necesitarás para sensibilizar y concienciar a los visitantes sobre conservación de especies y zoología.