El escorpión látigo, un pequeñín más inofensivo de lo que parece

Si tienes aracnofobia o no eres especial amigo de los insectos, tal vez te interese conocer al escorpión látigo. Su aspecto, desagradable para muchos, puede llevar al engaño. Familiarízate con estos chiquitines y piérdeles el miedo conociendo su comportamiento.

Prejuicios por su inquietante aspecto. Estas son sus características físicas

El escorpión látigo, también conocido comúnmente como “vinagrillos”, pertenecen a la familia de los arácnidos y su cuerpo ha evolucionado a lo largo de los siglos para sobrevivir en entornos hostiles donde escasea el alimento.

Su tamaño de unos 7 centímetros de largo y sus imponentes patas asustan a cualquiera, pero a continuación aprenderemos por qué no tienes nada que temer en el caso de que te encuentras con uno de ellos en el jardín trasero de tu casa. Estas son las características físicas que lo definen.

El aspecto de los escorpiones látigo puede llevar a engaño

Patas y antenas

Su principal característica física son sus patas delanteras, conocidas como patas anteníferas o anteniformes por su doble función. De gran longitud y con una sensibilidad agudizada, le permiten reconocer el entorno y sirven en la caza de presas. Algo de gran ayuda, puesto que su visión es honestamente deficiente. Sin ellas serían incapaces de moverse.

Sus pedipalpos, las garras delanteras, son verdaderamente grandes y son capaces de ejercer una gran presión con ellas, muy útil a la hora de cazar o para defenderse de posibles depredadores.

Una cola muy aparatosa pero poco peligrosa

La otra extremidad que le caracteriza es una especie de cola situada en la parte posterior, más conocido como “flagelo”, que termina en forma circular y puede alcanzar una longitud mayor que el resto del cuerpo. Capaz de generar una sustancia acuosa que contiene un par de ácidos, los escorpiones látigo pueden paralizar a su enemigo si son molestados o ven peligrar su vida. Este “veneno”, caracterizado por un olor similar al vinagre (de ahí el mote de “vinagrillo”), tan solo afecta a los insectos más pequeños y es inofensivo para el ser humano, causando simplemente una pequeña irritación en la zona afectada.

Por ello, por muy grande que pueda parecer y por mucho miedo o respeto que nos pueda causar, este curioso insecto es totalmente inofensivo para las personas. Eso sí, para nuestras cosechas sí pueden suponer un peligro cuando se generan grandes grupos y plagas, como te contamos más adelante.

Alimentación y hábitat

Los vinagrillos son propios de zonas tropicales y subtropicales, donde la humedad del ambiente les permite desarrollarse sin muchos problemas. Si nos adentramos de noche en la selva cubana, mexicana o brasileña posiblemente nos encontraremos con algunos de ellos. También se les puede encontrar en zonas áridas y desérticas, aunque en este caso los escorpiones látigo realizan su actividad durante las horas nocturnas.

Esta peculiaridad, junto con su imponente cola, los ha llevado a tener fama de animales peligrosos y despiadados; algo que ha sido desmentido por los que más se han especializado en su estudio. De hecho, el biólogo estadounidense Kenneth J. Chapin, fotografiado con una vinagrilla de gran tamaño en la espalda en una cueva puertorriqueña en el año 2014, defiende que son criaturas “delicadas y tímidas”.

Posibles peligros y plagas

Si te encuentras con uno de estos pequeños amigos en uno de tus paseos matutinos, ya sabes que no tienes que temer por tu vida y bienestar. La cosa cambia cuando te encuentras no uno, sinocientos o miles de escorpiones látigo.

En zonas del oeste de Texas (EEUU) se han registrado plagas de escorpiones látigo en matorrales, bosques de pinos o pastizales. Es en estos entornos donde son capaces de encontrar su alimento, principalmente grillos, ciempiés y otros escorpiones más pequeños.

Llegaron a ser un verdadero quebradero de cabeza para los granjeros de la zona, puesto que pueden arruinar la cosecha de todo un año. A pesar de ello, el Parque Nacional Big Bend, en el mismo estado norteamericano, advirtió este mismo año que, con la llegada de lluvias, estos vinagrillos pueden “salir de sus madrigueras en busca de comida y amor”.

Prejuicios y aspecto lúgubre

La dificultad de encontrarse con un escorpión látigo y su costumbre de salir a cazar durante la noche, ha llevado a una estigmatización de este animal. No es el único: otras especies de aspecto tenebroso e inquietante para el ser humano, como murciélagos, muchas serpientes y la mayoría de arácnidos, han sido víctimas de este prejuicio a pesar de ser totalmente inofensivos para nosotros. De hecho son habituales protagonistas, en películas o historias, de las más variopintas y amenazantes situaciones.

El mismo escorpión látigo tuvo su aparición estelar en la película Harry Potter y el Cáliz de Fuego, en la escena en que el profesor Ojoloco Moody la emplea como conejillo de indias al enseñar los tres hechizos prohibidos.

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