El gato persa tradicional
El gato persa tradicional es el nombre que reciben los gatos que son considerados la raza original del gato persa, anteriormente a que fueran criados selectivamente para obtener características extremas. Otros nombres con los que se denomina son: persa de nariz larga, persa de pelo largo tradicional o persa de pelo largo originario, que se corresponden con algunas de sus características físicas.
Aspecto del gato persa tradicional
El aspecto de esta forma más antigua de gato persa se ha mantenido durante mucho tiempo, desde su origen en Europa en el siglo XVI, hasta principios del siglo XIX. En las siguientes fotografías se puede apreciar lo poco, o nada, que ha cambiado este felino durante todos esos años.
Del mismo modo, esta forma antigua de gato persa, no ha sido únicamente inmortalizada en fotografías sino también en películas, como en Enter de Dragon, en donde se puede apreciar un precioso gato persa tradicional de pelo blanco.
Mutaciones genéticas gatos persas tradicionales
Como hemos podido observar, el gato persa tradicional poco habría cambiado durante sus años de plenitud y siempre su belleza de pelo largo, orejas puntiagudas y nariz alargada definieron a este maravilloso ser. Sin embargo, tras centurias de inmutabilidad, dos mutaciones cambiarían su original aspecto: el gen inhibidor de color y sobre todo la mutación braquicefálica. Veamos en qué han consistido estos dos cambios radicales para el felino.
El gen inhibidor del color
La primera de las mutaciones, conocida como gen inhibidor del color, se produjo en 1882 en Reino Unido en una gata llamada Chinnie. Su origen fue fruto de la unión de un gato persa azul y se cree que una gata atigrada plateada. El nieto de esta gata fue el primer macho de los chinchillas.
Los felinos descendientes que presentaban la mutación de este gen se denominaron chinchillas, en relación a la similitud con el pelaje del roedor chinchilla. Su belleza no quedaría impasible por lo que la necesidad de mostrarlo al mundo se realizaría en una primera exhibición en Londres del 1894.
El gato persa Chinchilla tiene una nariz menos achatada, cabeza más estrecha y sus orejas son más alargadas, características que le asemeja más a su ancestro, el gato persa tradicional.
Esta selección genética fue muy rigurosa en fijar los ojos color esmeralda y en aclarar su manto que en un principio era más oscuro. La selección ha dado lugar a espectaculares gatos Chinchilla de intensos ojos verdes “delineados”, como el que vemos a continuación.
Mutación branquicefálica
La segunda de las mutaciones y la que supuso más cambios para el gato persa tradicional fue la mutación braquicefálica, ocurrida en 1942, en los Estado Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial. El esfuerzo de lograr esta mutación se concentró en obtener persas con cabezas más redondas y orejas más pequeñas, que dio lugar a la llamada “cara de peke” o gatos persas de nariz chata.
Este gran cambio para los gatos persas tradicionales, de transformación de nariz chata, les ha llevado a desarrollar algunos problemas respiratorios y lagrimeo constante.
Sus cabezas braquicefálicas marcarían el estándar moderno para los persas de concurso, los únicos gatos persas que a día de hoy son admitidos en estos certámenes. Sin embargo, se hicieron algunos intentos para recuperar al gato persa tradicional de pelo largo como raza por derecho propio. Algunas de las razas que reclamaron su condición de original fueron las siguientes:
- Sterling en la International Cat Association (TICA). Febrero de 1994 – septiembre de 1995 Continuó en International Cat Exhibitors (ICE) en 1998
- Chinchilla Longhair en el South African Cat Council (SACC) en 199
- Pelo largo tradicional (plateado y dorado) en la World Cat Federation (WCF) en 2010.
Conocidos sus orígenes, indaguemos acerca de cómo es su morfología y carácter.
Morfología de un gato persa tradicional
El gato persa tradicional, al igual que sus compañeros de exposición, tiene las mejillas redondeadas y el cuerpo corto. Sin embargo, su cara es más natural, sin la nariz chata del resto de persas. Esta naturalidad de ojos grandes y nariz corta recuerda a un niño/muñeca, que le atribuye su otro nombre popular de gato cara de muñeca o doll face.
Un ejemplo de este gato persa tradicional con cara de muñeca es el Gato persa azul, que vemos a continuación.
En cuanto a la proporción, estos felinos tradicionales tienen un tamaño medio con una longitud de 40 a 50 centímetros y un peso que ronda entre los 3,5 y los 7kg. Su cuerpo musculoso con patas cortas pero anchas hacen de este felino un gato compacto.
Del mismo modo, su pelaje presenta una amplia variedad de colores y patrones como blanco, negro, azul, chocolate, lila rojo o crema.
Personalidad de un gato persa tradicional
Tanto los gatos persas tradicionales como los de exhibición tienden a ser gatos muy tranquilos y dóciles. Al igual que todos los gatos, disfrutan de dormir en cualquier lugar, tanto en tu sofá favorito como encima de la ropa recién lavada.
Su carácter es mimoso, precisan de atención y por lo general no se desviven por conseguirla, prefieren que su familia le colme de halagos y mimos sin tener que pedirlos. Aunque, si sienten que no están cuidados lo suficiente o que les falta algo, te lo harán saber enseguida.
El gato persa tradicional, al igual que todos los persas, disfrutan de tener su propio espacio, eso quiere decir que querrá estar un tiempo a solas para hacer lo que más le guste como por ejemplo dormir; pero esto no significa que debas descuidarlo, sino saber entender cuándo necesita su espacio y cuando quiere estar contigo sin agobiarlo.
A pesar de su carácter dócil y tranquilo disfrutan mucho de una sesión de juegos que reviva su instinto cazador, por lo que deberás dedicarle un tiempo a jugar con tu compañero.
Al tratarse de gatos con pelo largo, es imprescindible establecer una rutina de peinado que le ayude a mantener su larga cabellera en óptimas condiciones.
Acostumbrar al gato desde pequeño al hábito del peinado es fundamental porque si no lo haces puedes encontrarte en algunos casos con dificultades para que deje peinarse siendo adulto.
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