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¿Qué es el pez ballesta?

19 junio 2024
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Pejepuerco, pez cochino, pez escopeta… El pobre pez ballesta tiene varios nombres, y no muy halagadores, la verdad. Pero es un animal súper chulo, muy interesante y que merece la pena conocer. La familia de los Balastidae se reparte por mares de todo el mundo, con características muy similares. Por ejemplo, esa que les ha ganado el nombre de “ballestas”. ¡Acompáñame a conocerlos!

Pez ballesta: un pez que “dispara”

El nombre de este animal es bastante peculiar. Cuando lo ves nadando tranquilamente en acuarios, fondos marinos o los documentales de la 2, parece cualquier cosa menos una ballesta. El truco está en sus aletas dorsales, que puede levantar y plegar. A quien les puso el nombre le recordaron a la famosa arma de Guillermo Tell, probablemente por su acción de “disparo”.

Con ballesta o sin ella, estos peces tienen características súper interesantes que merece la pena estudiar. ¿Te imaginas trabajando en un acuario y encargándote de sus cuidados? Un Curso de Experto en Animales Exóticos te puede abrir las puertas de todo tipo de centros, instituciones y negocios relacionados con la fauna más especial. Piénsatelo: merece la pena.

Estas aletas plegables le han ganado también su nombre en inglés. En este idioma se le conoce como ‘triggerfish’, es decir, pez gatillo. El curioso mecanismo que las hace funcionar es la razón de ambos nombres. La aleta más grande tiene tres espinas que se pueden bloquear, es fuerte y ancha y está conectada a la segunda. Cuando el pez lo desea, solo tiene que bajar la segunda aleta (la más pequeña, que está detrás) para desbloquear la primera y poderla bajar.

Un sistema defensivo digno de Predator

Seguro que te estás preguntando el porqué de esta subida y bajada de aletas. Lógicamente, como siempre sucede en la naturaleza, este mecanismo tiene una razón de ser. Es un método de defensa contra sus depredadores. Por ejemplo, si el pez ballesta está dentro de una cueva y siente el peligro, accionará su aleta para bloquearse en la cavidad y que su atacante no pueda sacarlo. También la puede utilizar como arma defensiva, dada su dureza.

Sin embargo, por mucha ballesta que tengan, estos peces son de lo más bonachones. Se alimentan de zooplancton y pequeños moluscos, cangrejos e invertebrados que desentierran del fondo marino. Y curiosamente, no son nada miedosos: los submarinistas suelen sorprenderse al encontrarse con ellos y ver que no huyen, sino que siguen su camino como si nada. Al parecer, su arma defensiva les da una confianza en sí mismos bárbara…

En el acuario y en la mesa

La familia de los Balistadae engloba a más de 40 especies. La más grande de todas es el pez ballesta de las rocas (Pseudobalistes naufragium), que puede medir hasta un metro de longitud y habita en las aguas cálidas del Océano Pacífico Oriental, desde las cosas de México hasta las de Chile. Otro “ballestaco” a tener en cuenta es el pez ballesta titán (Balestoides viridescens), que puede medir 75 centímetros y muestra una preciosa gama de colores. Es un animal de lo más territorial; en ocasiones, algunos ejemplares han llegado a atacar a los buceadores que se han acercado a sus dominios.

Muchos de estos animales, especialmente los que viven en aguas tropicales, tienen unos colores espectaculares que los han convertido en objetos de deseo para amantes de la acuariofilia. Es el caso, por ejemplo, del pez ballesta payaso (Balistoides conspicillum), un bellísimo animal de cuerpo oscuro, grandes lunares blancos en el abdomen, boca amarilla y lomo moteado.ç

Pero como suele suceder en el mundo subacuático, dentro de la gran familia de los ballestas hay especies que también tienen interés gastronómico. En Cádiz, sin ir más lejos, es tradición consumir ejemplares de Balistes capriscus, una especie que allí recibe el nombre de “pez cochino” (al parecer, debido a su gran voracidad).

Durante años, este pez no fue muy bien valorado en el ámbito gastronómico. Pero a partir del año 2010, algunos chefs de la región empezaron a reivindicar su calidad y hoy es muy apreciado en los restaurantes. Un pescado que, según marineros y pescadores, es feo de “cohone” y tiene una piel “como para hacer bolsos de Ubrique” (es muy dura, y por supuesto, no se come). Pues a nosotros nos parece muy bonico…

¿Te gustaría coincidir con el pez ballesta en tu día a día?

Y no, no me refiero cuando vayas a la pescadería o a cenar a un restaurante. Hablo de trabajar con ellos en acuarios, tiendas de acuariofilia, centros de recuperación, zoológicos… Un sueño hecho realidad para muchos amantes de la naturaleza, que puede estar a tu alcance. ¡Solo tienes que rellenar y enviar el formulario que aparece en esta web!

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¿Te reconoces en este retrato? Pues no lo dejes para mañana. Apuesta por tu futuro y no te arrepentirás. Carga como un pez ballesta, apunta a tu meta… Y hazla realidad.

Bibliografía:

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