En los perros, la piometra puede escalar rápidamente y comprometer la vida de nuestros compañeros peludos si no la atendemos de forma correcta. Por eso, es importante conocer las señales que alertan sobre este tipo de infección. La patología es común en hembras de can, aunque también afecta a las gatas, las huronas y a ciertos animales de granja como las vacas y las cerdas. Si quieres saber cómo detectar, sanar y, sobre todo, prevenir esta enfermedad, quédate: ¡te lo contamos todo!

¿Qué es la piometra canina?

La piometra, también conocida como metritis, es una infección bacteriana en el útero de las perras. Suele afectar a ejemplares adultos a partir de los cinco años de edad, que no han sido esterilizados y que acaban de pasar por un periodo de celo.

La enfermedad provoca que se forme pus en la matriz, lo que puede dar lugar a una infección generalizada (septicemia), si las bacterias llegan al torrente sanguíneo. Un especialista formado en asistencia y auxilio técnico veterinario, así como cualquier facultativo en veterinaria, podrán darte indicaciones para combatir esta patología, que puede ser:

  • Piometra abierta: se da cuando el cuello del útero está abierto, lo que permite que el pus drene y salga al exterior. En perros, esta piometra es la más habitual y suele tener un mejor pronóstico.
  • Piometra cerrada: si, por el contrario, el cérvix está cerrado porque aparecen nódulos en el endometrio. Es el escenario más grave, porque el pus se acumula y produce inflamación.

Causas de esta patología

Se cree que existe cierta predisposición genética en los perros que sufren piometra. Sin embargo, para que ocurra, tiene que darse un crecimiento anormal de bacterias en el útero, favorecido por los cambios hormonales que experimentan las hembras. En general, hay dos causas principales de la infección uterina en perras:

  • Desplazamiento de las bacterias de la vagina hacia el útero.
  • Sobrecrecimiento bacteriano por el aumento de la progesterona: tras el celo, los niveles de esta hormona aumentan, lo que reduce las contracciones del útero, engrosa el endometrio y facilita la proliferación bacteriana.

Otro factor desencadenante de la piometra en los perros son los anticonceptivos hormonales con progestágenos, que también pueden provocar cambios en la zona uterina o modificar el volumen de progesterona. Por eso, y aunque no hay que castrar a los perros por ley, la esterilización es una buena medida para la prevención de la piometra en perras.

Síntomas de la piometra en perras y gatas

Ahora: ¿y cómo saber si mi perra tiene piometra? Si el cérvix está abierto, detectarla es más fácil por razones obvias. En estos casos, podrás ver una secreción vaginal purulenta o incluso sanguinolenta, que no debes confundir con la menstruación. Para ello, es aconsejable que lleves un seguimiento de los ciclos de tu can, para comprobar, cuando lo necesites, si es o no una secreción preocupante.

Si la piometra es cerrada, deberás prestar atención a otros de los síntomas de la piometra en perros, como:

  • Fiebre
  • Fatiga
  • Distensión abdominal con vómitos y/o diarrea
  • Beber y orinar de forma excesiva, lo que se conoce como poliuria.

¿Cómo es el diagnóstico de la piometra en perros?

Es un profesional veterinario quien debe diagnosticar la metritis de tu perra. Cuando acudas a la clínica, le hará una exploración física para identificar signos de infección en el cuerpo y una ecografía para comprobar el estado del útero. El examen puede complementarse con otras pruebas, como:

  • Análisis de sangre: las perras con un útero infectado presentan un aumento de los glóbulos blancos.
  • Citología: además del pus, se hallarán muchos neutrófilos y bacterias.
  • Análisis de orina: determina si hay afectación renal o una infección urinaria concomitante.

Tratamientos contra la piometra en perras y gatas

Aunque hay que actuar con rapidez, la piometra canina y felina no es ninguna sentencia. Existen tratamientos para erradicarla, que deben valorarse en función de la gravedad y el deseo de mantener la fertilidad de la perra.

Ovariohisterectomía

Es la mejor opción para curar la piometra en perros cuando la gravedad es media o alta. Consiste en extraer los ovarios y el útero del animal, lo que implica acabar con su posibilidad de reproducirse, pero también de contraer una nueva infección en el próximo celo.

Antes de la operación, se debe estabilizar al paciente con antibióticos y fluidos que le permitan rehidratarse. Después, hay que realizar un seguimiento del ejemplar intervenido para garantizar su correcta recuperación.

Antibióticos y prostaglandinas

Los profesionales se deciden por este tratamiento cuando se desea conservar la fertilidad de los perros con piometra. Sin embargo, no es válido para la piometra cerrada, no siempre es curativo y las posibilidades de recidivas son muy altas.

Se trata de suministrar medicamentos antibióticos al animal para combatir la infección, así como prostaglandinas para que el útero se contraiga y se vacíe. En ocasiones, también se da antiprogesterona, para reducir los efectos de esta hormona sobre la zona uterina.

Evolución, pronóstico y cuidados posteriores

Las consecuencias de la piometra canina pueden ser muy graves. Además de la septicemia que mencionamos al principio, puede haber fallo renal, rotura del útero (provocando una liberación mortal de pus en el abdomen) o shock séptico. En todos los casos, el resultado es la muerte del animal en pocos días o semanas.

Por supuesto, si se trata con rapidez, el resultado es muy diferente. Los síntomas mejoran mucho un par de días después de la cirugía, y se mantiene constante con los cuidados adecuados, incluso si se dieron complicaciones sistémicas.

Si se ha optado por el tratamiento médico, la mejora puede ser más lenta. Será necesario realizar controles rigurosos para evitar recaídas, como ecografías y análisis, aunque, como ya dijimos, no se puede garantizar la curación completa en estos casos.

¡Ayuda a los animales a recuperar su salud!

La piometra es, en perros y gatos, una enfermedad uterina que hay que vigilar muy bien. Especialmente porque puede evitarse y resolverse adecuadamente si se cuenta con las herramientas necesarias.

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