La pregunta, la verdad, se las trae. Aparte de que en el planeta Tierra hay muchísimos tipos de mono, lo cierto es que ni son todos los que están, ni están todos los que son. Sin ir más lejos, ¿sabías que la mona Chita (inseparable compañera de Tarzán para las generaciones más viejunas) no era una mona? En este artículo vamos a desmontar mitos que no te imaginas, y a poner las cosas “monas” bien claras. ¡Sigue leyendo!

 

Tipos de mono que ni son monos, ni ná. Y tú eres uno de ellos…

Seguro que lo que te he contado antes ha despertado tu atención. ¿Cómo puede ser que una mona no sea una mona (aunque se vista de seda)? La cuestión es que bajo el nombre genérico de “monos” agrupamos ciertas especies que científicamente no se consideran como tal. A continuación me extenderé sobre el tema, pero seamos claros: si quieres aprender a nivel “pro”, tienes que apostar por una formación adecuada. Un Curso de Técnico en Animales Exóticos te dotará de los conocimientos más avanzados y te habilitará para trabajar con estos increíbles animales.

Sigamos con lo nuestro. Cuando en su momento se establecieron las familias en las que se clasificaban las especies animales, el ser humano (como no podía ser de otra manera) decidió que quería una para él, y solo para él. Entonces se creó la familia de los Homínidos (Hominidae), para uso y disfrute del vanidoso Homo sapiens. No pasó mucho tiempo antes de que los expertos decidieran que algunos de nuestros antepasados también debían pertenecer al club. Fue entonces cuando entraron en él el Homo erectus, el Homo neanderthalensis, el Australopithecus y el Paranthropus.

Pero, ¡sorpresa! La invasión no terminó ahí. Porque se descubrió que determinados tipos de mono (de primate, en realidad) tenían más en común con los humanos que con otros de sus parientes. Hablamos que los grandes simios: chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes. Como chimpancé, nuestra amiga Chita (más bien amigo, ya que era un macho) entró en el grupo de los homínidos por la puerta grande. A día de hoy, los humanos compartimos familia con estos espectaculares animales.

 

Vale. Pero entonces, ¿cuántos tipos de mono hay?

Los monos canónicos muestran una serie de diferencias con respecto a los homínidos. Empezando, por ejemplo, porque tienen cola y nosotros no. Por si no te habías fijado. Además, su tamaño es más pequeño y su esqueleto no es tan evolucionado. A partir de ahora hablaremos solo de ellos:

  • Para empezar, estos animales pertenecen al orden de los primates. Y dentro de este orden se clasifican en el suborden de los haplorrinos, al que ¡sorpresa! También pertenecemos los humanos. Está claro que somos más monos de lo que nos gustaría…
  • Por otra parte, dentro de los primates los monos se clasifican en el infraorden de los simiformes (Simiiformes), también conocidos como antropoides o simios.
  • Y aún hay más. Dentro de este infraorden hay dos pavórdenes: los platirrinos (Platyrrhini) o “simios del Nuevo Mundo”, y los catirrinos (Catarrhyni) o “simios del Viejo Mundo”.

El pavorden de los platirrinos se divide en cinco familias, mientras que el de los catirrinos solo consta de una. En total, las seis familias albergan a 290 especies. Aquí tienes la respuesta: podríamos decir que en el mundo existen nada menos que 290 tipos de mono o simio. ¡Como para no invadir el planeta!

 

Seis familias, cada una de su padre y de su madre

Evidentemente, son muchas las características y los rasgos que conectan a los monos del mundo. Pero como es lógico, también tienen sus diferencias. Vamos a conocer de cerca a estos animales, tan interesantes como peculiares. Eso sí, no voy a extenderme con cada una de las especies porque necesitaríamos una enciclopedia… Lo mejor es ver cómo es cada familia.

Dentro de los platirrinos están los monos cuyo hábitat se encuentra en el continente americano. Sobre todo, viven en Centroamérica y Sudamérica:

  1. Calitrícidos. Está integrada por géneros tipos de mono: los titíes, súper famosos y objeto de adoración por muchos amantes de los animales, y los tamarinos, sus primos en la sombra (vamos, que no los conoce casi nadie). Dentro de los titíes tenemos 4 géneros: el tití enano, el tití neotropical, el género mico y el tití de corona negra. Los tamarinos, por su parte, integran 3 géneros: el tamarino de Goeldi, el tamarino León y el género tamarino.
  2. Cébidos. Estos simios se conocen como monos capuchinos. La familia está formada por tres géneros: el mono capuchino grácil (qué bonito apodo, de verdad), el capuchino robusto y el mono ardilla.
  3. Aotus. Es la familia formada por los micos nocturnos. Consiste en un solo género de animales. de adorables ojos grandes y larga cola.
  4. Pitécidos. Su nombre común, mucho más chulo y sonoro, es el de uakarís o guakarís. Son simios arbóreos que viven en zonas tropicales, y se dividen en cuatro géneros: uakarí propiamente dicho, sakí, sakí barbudo y huicoco.
  5. Atélidos. Son 5 géneros los que conforman una familia que se reparte por todo el cono sur, desde México a Argentina. Comprende al mono aullador, el mono araña, el mono araña lanudo, el mono lanudo y el choro de cola amarilla.

¡Vamos con nuestros amigos los catirrinos! Este pavorden se inscribe dentro de los cercopitécidos, e incluye a los tipos de mono que no se encuentran en estado salvaje en el continente americano. Aunque es una sola familia, incluye un total de 21 géneros y 139 especies. Estos son los más importantes: babuinos, macacos (los monos de Gibraltar, por ejemplo), monos rojos y monos narigudos.

 

No te quedes en conocer qué tipos de mono existen. ¡Trabaja con ellos!

Pues sí, está a tu alcance. A quienes amamos a los animales, los monos nos apasionan. Tan inteligentes, bellos y salvajes al mismo tiempo, nos sentimos identificados y fascinados por los simios a partes iguales. ¿Te imaginas pasar tu día a día con titíes, uakarís, capuchinos y demás parientes?

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