Los reptiles son uno de los grupos animales que menos adaptaciones han sufrido a lo largo de la evolución. Sobre todo, los reptiles quelonios, que han logrado adaptarse a multitud de climas distintos con apenas sutiles diferencias en su morfología. 

Es posible que su nombre no te suene, pero te aseguramos que los has visto en directo, porque son muy comunes. ¿No sabes de qué hablamos? ¡Ponle remedio con este artículo y amplia tus conocimientos con una formación en herpetología!

 

Características de los quelonios: un diseño que no envejece

Hace millones de años que los reptiles quelonios se mantienen como los conocemos ahora: un cuerpo ancho y de poca longitud protegido por el que es sin duda su rasgo más característico, el caparazón con el que se defienden de las amenazas. 

Por la zona delantera de la concha sobresalen dos patas y la cabeza mientras que la cola y las otras dos extremidades parten de la de atrás. Cuando se encuentran en peligro, son capaces de encoger todo su cuerpo dentro de este escudo hecho de hueso y de placas de queratina con el que acaban fusionándose sus vértebras. 

Los reptiles quelonios tienen la columna vertebral unida al caparazón, que les protege de los depredadores

Para los reptiles quelonios es importante mantener su protección en buenas condiciones, por lo que la van renovando de una forma muy sutil. Las láminas se caen y se sustituyen por otras con el paso de los años, y también la piel de estos animales se va desprendiendo, aunque no de un modo tan abrupto como les ocurre a las serpientes. 

Eso sí, al igual que ellas, estos reptiles poseen la sangre fría, por lo que su regulación térmica depende de las condiciones climatológicas.  Esto significa que su movilidad se basa más en la calidez que en la comida, que mastican sin dientes. Si te has estado imaginando una tortuga… ¡has dado en el clavo!

 

Tipos de quelonios: reptiles con mucho mundo

En el planeta hay más de 200 tipos de reptiles quelonios, pero investigarlos merece la pena. Estos animales ovíparos están presentes en todas partes salvo en la Antártida, aunque con una dieta y algunas características diferentes en función del medio en el que se encuentren. 

La clasificación que se hace más habitualmente se basa en el hábitat. Dependiendo de en cuál se localicen, encontramos tres tipos de tortugas. ¡Te las mostramos!

Quelonios terrestres

Los reptiles quelonios que viven en tierra tienen un color más apagado que aquellos que crecen en el agua. La redondez de su concha también es mayor, y poseen dedos diferenciados y la ventaja de contraer todo su cuerpo para protegerse. 

El cuello es especialmente flexible y sus escamas, muy duras. Su esperanza de vida se sitúa entre los 50 y los 100 años, quizá por su carácter tan zen: ¡y es que desprenden tranquilidad!

 Quelonios acuáticos

Estamos seguros de que alguna vez has visto una tortuga acuática. Es más, probablemente haya sido incluso un miembro más de tu hogar en algún momento de tu vida.

Los quelonios de agua dulce son muy apreciados entre los amantes de los animales, entre otras cosas, por su carácter todoterreno. Necesitan tener cerca un caudal, pero pueden permanecer en tierra porque tienen tanto pulmones como un mecanismo semejante a las branquias. 

Su caparazón es más aerodinámico y chato, y de tonos más intensos. Aunque la biología lo potencia dotándolas de extremidades palmeadas, no todas las especies son excelentes nadadoras y tampoco viven mucho: solo un máximo de 20 años.

Quelonios marinos

Para muchos, el momento de su nacimiento es el único en el que tocarán tierra. La vida de los reptiles quelonios marinos empieza en las playas, a las que solo vuelven para desovar las hembras en edad reproductiva. 

Se debe a que están diseñados para existir en el mar y el océano, normalmente en aguas cálidas y poco profundas. A diferencia de sus hermanas, el caparazón no les resulta tan útil, ya que no pueden plegar el cuerpo en su interior para evitar los peligros. 

Se distinguen fácilmente por la configuración de sus extremidades, que tienen forma de pala para deslizarse entre las olas. Pueden aguantar hasta 5 horas sumergidas, superar el siglo de edad… ¡y distinguir multitud de olores a pesar de estar buceando!

 

Algunos ejemplos de reptiles quelonios

Como hemos dicho, existen centenares de tipos de tortuga. Este quelonio presenta una gran variedad de formas, colores y comportamientos distintivos en función del rincón del mundo en el que nos detengamos, aunque los de agua son los que más presencia tienen

Con todo, en cada grupo hay ejemplares a los que merece dedicar una especial atención. Por ejemplo, la famosa tortuga gigante de las Galápagos, que llega a pesar 400 kilos, medir hasta dos metros de largo y dormir más de 12 horas al día. También la tortuga estrellada resalta por los patrones de su concha, o la rusa por su hábito de enterrarse en la tierra para huir del calor excesivo. 

En la familia de reptiles quelonios que viven en las aguas dulces podemos distinguir una de las más típicas, la tortuga de orejas rojas, llamada así por las dos manchas que tiene a los lados del rostro. Una muy simpática es la cerdo, que luce una nariz muy parecida a la del animal que la bautiza.

La tortuga gigante de las Galápagos y la tortuga laúd son algunas de las de mayor envergadura

Los quelonios marinos también poseen sus propias particularidades si se los mira de cerca. Por ejemplo, tenemos a la tortuga golfina, con apenas 60 centímetros de largo. La tortuga laúd es otra de las que merece la pena buscar en una imagen. Al contrario que la anterior, es la más voluminosa de los quelonios que viven en el océano, y su concha no es hueso, sino un material orgánico blando con aristas.

 

¡Descubre más sobre los reptiles quelonios!

Los reptiles quelonios forman su propio mundo. Cada especie tiene unas peculiaridades y una dieta, siendo carnívoras, herbívoras u omnívoras; prefiriendo atrapar medusas, algas, cangrejos… y vivir hasta en las temperaturas más extremas.

Aunque parezca imposible, el Curso de Herpetología: Especialista en Anfibios y Reptiles de Nubika te ayudará a cuidar a cualquier ejemplar provenga del grupo que provenga. Con la orientación de nuestro equipo docente, conocerás desde la alimentación de reptiles quelonios hasta el modo de afrontar sus patologías más habituales, y lo harás de un modo flexible, con un aprendizaje personalizado. ¡Contáctanos para recibir más detalles!