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Tipos de caballitos de mar. ¡Conoce a los más especiales!

21 junio 2024
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Contemplar a estos peces tan curiosos en su día a día es algo que hipnotiza. Ni el gran H. R. Giger, creador de la espectacular criatura de la película ‘Alien’, sería capaz de imaginar algo semejante… Su forma de equino a pequeña escala es tal cual, y además, en el reino animal acuático hay diferentes tipos de caballitos de mar. Todo es atípico en ellos: hasta su rol reproductivo está invertido, ya que son los machos los que viven el embarazo. ¿Quieres saber más sobre estas criaturas tan curiosas? ¡Pues cabalguemos los mares con ellas!

Tipos de caballitos de mar: algunas curiosidades

El adjetivo “único” se queda corto para describir a estos simpáticos peces, cuyo nombre de caballo se debe a su minúscula cabeza. En el mundo hay alrededor de 54 especies o tipos de caballitos de mar. dentro del género Hippocampus. Y no solo son particulares por su silueta equina, que ya es bastante… Es que son peces que nadan erguidos, propulsándose con sus aletas dorsales. ¡Hay poquísimos animales hagan algo semejante!

Una vez aclarado que se trata de peces óseos y no de mamíferos acuáticos, la lista de singularidades daría para hacer un libro. Por ejemplo, no tienen ni una sola escama en su cuerpo, sino diminutas placas óseas. A-lu-ci-nan-te. Si te interesa estudiar o cuidar de seres increíbles y de gran valor para el reino animal, y estás seguro de que has nacido para dedicarte a ello, realizar un Curso de Técnico en Animales Exóticos podría ser una forma fantástica de llevarlo a la práctica. ¡Imagínate cuánto podrías aportar!

Siguiendo con las particularidades de estos “bailarines” marinos, dentro de los distintos tipos de caballitos de mar los hay que miden centímetro y medio, y otros que llegan a los 35 cm. Por no hablar de que son los machos los que incuban los huevos, que antes han depositado las hembras en su bolsa de cría (pueden ser cientos) hasta su nacimiento. Cuando nacen, los caballitos babys serán idénticos a sus progenitores. Parece algo único, ¿verdad? Pues los caballitos no tienen la exclusividad en este cambio de rol reproductivo: también les ocurre a los peces pipa y a los dragones marinos.

Los “bailarines” del mundo marino

Verlos moviéndose en su hábitat natural es una pasada. Suelen preferir las aguas poco profundas, tranquilas y templadas de mares y océanos, aunque algunos eligen vivir en mar abierto. Eso es personalidad, y lo demás, tontería. Puestos a elegir ecosistemas, lo suyo son los lechos de pastos marinos, manglares, estuarios y arrecifes de coral, porque se encuentran más protegidos y pueden sujetarse a ellos, evitando así ir a la deriva.

Aparte del más común, el Hippocampus Hippocampus, en los fondos marinos es posible descubrir muchos otros tipos de caballitos de mar. Suelen ser especies bastante menos conocidas, pero igual de exóticas. Y está claro que, además de monísimos, también son una joya de la biodiversidad marina. ¡Te presentamos algunas!

Caballito de mar pigmeo, tan pequeño tan pequeño que ni se le ve

Esta especie (Hippocampus bargibanti) ha sido una de las últimas en ser identificada. Destaca por lo pequeña que es, unos 2 cm, cualidad que aprovecha de maravilla para mimetizarse con el entorno. Sobre su alimentación, comer, lo que se dice comer, solo consume pequeñas partículas, sobre todo de camarón. Y su habitat se encuentra en aguas poco profundas de las cosas del Pacífico Occidental de Japón y Australia… Aunque se ha descubierto que tiene un pariente en África, del tamaño de un grano de arroz, que vive feliz en aguas rocosas del Océano Índico. ¡Nos encantan!

Caballito de mar barrigudo: el grandullón de la familia

Estamos ante el pez óseo más grande dentro de los distintos tipos de caballitos de mar, inconfundible por su vientre ancho y redondo, sobre todo en los machos. De ahí lo de su nombre científico, Hippocampus abdominalis. En cuanto a su tamaño, puede llegar a medir 35 cm. De color, suele ser blanco nacarado y su dieta favorita es el plancton. Para verlo en su salsa hay que visitar las costas de Nueva Zelanda y Australia, si bien es una especie que se puede encontrar a menudo en acuarios marinos. Desafortunadamente para él, también es utilizada con fines medicinales…

Caballito del mar Caribe: un viajero a lo Willy Fog

Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú… Para esta especie (Hippocampus Ingens) lo más normal del mundo es vivir en las aguas que bañan estas costas. Y sobre todo, allí donde hay arrecifes de coral. Pero también se la puede ver por todo el planeta, y por eso es frecuente descubrirla en los litorales de San Diego y California. De color dorado, marrón o blanco, afortunadamente no se encuentra en peligro de extinción. También es un tipo de caballito muy valorado como mascota, con sus 30 cm de longitud. Grandote, ¿verdad?

El destino de estos animales tan molones, en manos de todos

Por muchas simpatías que despierten los caballitos de mar, es una realidad que el número de ejemplares de ciertas especies tan está disminuyendo en los últimos años de forma alarmante. En concreto, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los que habitan en el litoral español se consideran “especie protegida”, si bien no se encuentran dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Y eso significa que corren el riesgo de desaparecer si no se toman las medidas necesarias para evitarlo.

Las causas de este descenso en sus poblaciones son varias. Desde la contaminación a la pérdida de fondos marinos, la pesca de arrastre, el tráfico marítimo y el aumento del ocio en las playas. Al parecer, los ejemplares del Mar Menor (Murcia) son los más afectados, aunque son tres los tipos de caballitos de mar que habitan en las aguas de las Islas Baleares, Islas Canarias y la península (Hippocampus hippocampus, Hippocampu guttulatus, Hippocampus algiricus).

Por eso, es clave potenciar la sensibilización hacia estos peces tan emblemáticos y proteger al máximo las praderas de plantas marinas (fanerógamas) para evitar su migración. Sin descuidar, al mismo tiempo, el fomento de su conservación en centros de recuperación cuando se trata de ejemplares capturados por accidente. En definitiva, el reto es frenar los factores negativos: y si tenemos la suerte de encontrarnos con ellos en plena inmersión, mirarlos a distancia sin molestarlos es siempre una buena práctica (a ellos, y al resto de la fauna y la flora marina).

Y ahora que sabemos algo más sobre los tipos de caballitos de mar…

Trabajar con ellos tiene que ser una pasada para alguien que lleva en su ADN velar por la salud y el bienestar de las criaturas más exóticas del planeta. Si estás decidido a convertirte en un experto en la fauna más singular, sigue leyendo y descubrirás una formación que podría estar hecha para ti.

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Bibliografía:

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