Pocas especies hay en el reino animal en las que los machos puedan dar a luz y así garantizar la supervivencia de su especie. Total, nada... Pues estos peces con aspecto de caballo llevan haciéndolo toda su vida. Y desde luego, es un verdadero espectáculo. Si te ha picado la curiosidad sobre cómo paren los caballitos de mar, y además te apetece descubrir en qué consiste su apareamiento, estás en el post perfecto. ¡Verás qué pasada!

Cómo paren los caballitos de mar: el embarazo de papá

Estos Hippocampus no son los únicos que protagonizan un fenómeno tan atípico. Comparten exclusiva con otros miembros de la familia Syngnathidae, como los peces pipa (mola el nombre, ¿eh?) y los dragones marinos. Y como es lógico, los macho no solo tienen el “honor” de dar a luz a infinidad de bebés en partos alucinantes: también incuban a las crías. Desde luego, pocos son los machos que puedan presumir de vivir un embarazo…

Antes de producirse el emocionante acontecimiento, los papis experimentan un periodo de gestación que varía según la especie y la temperatura del agua. Por lo general, dura entre dos semanas y un mes. En cuanto a cómo paren los caballitos de mar, el momento crucial del parto suele ser nocturno y el futuro papá elige una zona abierta. Presenciar algo así debe ser una pasada, ¿no? Sobre todo, si has nacido para estudiar y cuidar de seres vivos tan extraños y valiosos. Anímate y haz un Curso de Técnico en Animales Exóticos: podrás aportar tu grano de arena cuidando a esta y otras familias del reino animal. Además de regalar mucho amor, que también…

Pero no solo es asombroso cómo paren los caballitos de mar. También es alucinante el número de crías que pueden llegar a tener en este proceso de alumbramiento tan singular. De su bolsa de cría llegan a nacer hasta 2000 caballitos bebés. Toda una cifra récord, pero aunque el dato sin duda sea esperanzador son muy pocos los que llegan a su fase adulta... Menos de 5 de cada 1000. porque estos recién nacidos son un verdadero manjar para muchos animales de los ecosistemas marinos.

La llegada de la prole, ¡en tiempo récord!

Ver cómo paren los caballitos de mar en las profundidades marinas debe ser un verdadero espectáculo. Una escena difícil de olvidar que, a grandes rasgos, consiste en contemplar cómo los machos comienzan a empujar a sus alevines de su saco de cría, también llamado marsupio, para expulsarlos hacia el agua. Y como era de esperar, dan a luz en posición vertical, tal y como se desplazan y nadan. ¿Es o no increíble?

Durante el parto, los papás experimentan algo parecido a contracciones (en justicia, la naturaleza no ha querido que ellos se libren) y generan una especie de bombeo natural. Bombeando agua a través de la bolsa, su pequeña prole va saliendo hacia el exterior. Y en una franja de tiempo que ya quisiera el ser humano, en tan solo unos minutos. ¡Bienvenidos a las inmensidades oceánicas!

Y ahora, vamos con el número de crías que nacen en cada parto. Lo normal es que den a luz entre 100 y 200 retoños de caballitos de mar, diminutos pero súper bien formados. Aunque se sabe que ciertas especies, las más grandes, pueden parir muchas más; mientras que otras muy pequeñas tan solo tienen 10 crías en cada alumbramiento.

El proceso reproductivo, otra frikada

Si este momento es increíble y extraño, ¿cómo calificar el proceso reproductivo de estos peces? Los caballitos de mar hembra hacen lo que normalmente ellas no hacen en el reino animal, no viven el embarazo y realizan un apareamiento digno de aplaudir. A través de su órgano reproductivo, llamado ovipositor, algo así como un tubo-pene, introducen sus huevos en el saco de los caballitos de mar machos, en ocasiones cientos. Entonces es cuando ellos liberan su esperma para fecundarlos.

Es en ese momento cuando la bolsa o saco de gestación se cierra, por un tiempo que varía en función de la especie. A veces puede extenderse hasta las 10 semanas. Durante ese período, comienza una gestación donde ellos no solo se prestan a incubar a su futura prole, sino que también la nutren. Así logran que estas crías crezcan en su interior y se desarrollen adecuadamente hasta el día del nacimiento.

Este saco recuerda bastante a las bolsas que tiene los canguros para llevar a los canguritos, ¿verdad? Pero al contrario que sus colegas saltarines, los caballitos recién nacidos nunca regresan a estas bolsas de cría. Nada más nacer ya se tienen que buscar la vida para conseguir alimento y sortear a sus principales depredadores.

La vida de los caballitos babys, ¿y ahora qué?

Desvelado el misterio sobre cómo paren los caballitos de mar, ¿quién no siente curiosidad por saber cómo son primeros días de vida? Aparte de ser minúsculas y parecerse bastante a sus progenitores, al parecer buscan la compañía de otros alevines para flotar juntos en pequeños grupos. Utilizan sus colas para aferrarse y nadan a la deriva en el mar.

Esto significa que forman parte del zooplancton que hay en el universo marino. Flotan quedándose en los primeros 200 metros de profundidad, porque su alimento principal son el resto de animales diminutos y microorganismos que lo integran. En concreto, ciertos crustáceos como el kril y los copépodos.

Curiosamente, la razón por la que muy pocas crías llegan a su etapa adulta es porque forman parte de este zooplancton, también llamado plancton vegetal. Es la base de la alimentación de muchos animales marinos, como por ejemplo los cetáceos. Por fortuna, los bebés que sí salen adelante logran crecer y se vuelven tan bonicos... ¡Unos cracks!

Con tan solo un mes de vida, su esqueleto blando a base de cartílago se transforma en hueso y toma forma de anillos óseos, espinas y coronas. Los niños salen exactos a sus padres… Se acerca un momento emocionante y decisivo para ellos: cuando sean los bastante grandes, se sumergirán en el fondo del mar. Allí buscarán una zona idónea donde alimentarse, pasar desapercibidos entre rocas y corales y seguir creciendo. Ya lo decía Disney: es el ciclo sin fin.

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Bibliografía: