¿Es positivo usar un collar antiladridos?

¿Te preocupan los ladridos de tu perro? Este es uno de los principales problemas en adiestramiento canino. Muchos perros sufren estrés o ansiedad por separación, por ejemplo, y su forma de pedir ayuda molesta a los vecinos. Existe una herramienta en el mercado pensada para solucionar esto: el collar antiladridos. ¿Será realmente eficaz? ¡Lo vemos!

Son varios los tipos de collar antiladridos, pero la eficacia de este dispositivo es tan controvertida como la del propio castigo.

Entrenamiento Canino: ¿por qué ladra mi perro?

Muchos perros que se quedan solos en casa empiezan a ladrar en cuanto sus dueños salen por la puerta. El ladrido es la manera natural que tienen nuestros perros de comunicarse con nosotros y con otras personas y animales. Sin embargo, este sonido puede resultar en ocasiones bastante molesto.

Cuando un perro ladra insistentemente y con frecuencia debemos preguntarnos qué es lo que intenta decirnos. Para encontrar una solución a este problema, lo ideal siempre será acudir a un especialista en Adiestramiento Canino para que evalúe el comportamiento del animal y nos ayude a modificar esta conducta.

Los motivos del ladrido excesivo de los perros pueden ser los siguientes:

• La soledad.
• Ansiedad por separación.
• Quiere conseguir algo: salir a la calle, llamar nuestra atención, jugar, comer etc.
• Estrés en perros.
• Malos hábitos.
• Depresión.
• Aburrimiento.
• Problemas de salud.
• Frustración.
• Miedo.
• Territorialidad.
• Adiestramiento mal gestionado o inconsciente: cuando premiamos sin querer el ladrido.
• Felicidad y alegría.

¿Qué es el collar antiladridos para perros?

El collar antiladridos para perros es un sistema pensado para ayudar en el adiestramiento canino de los animales que ladran demasiado.

Este sistema consta de una correa para sujetar al cuello del animal y de una cajita que produce estímulos disuasorios cuando el perro ladra. Los sensores del collar perciben el ladrido y al instante se emite un impulso eléctrico, una vibración o una señal acústica.

¿Cómo funciona el collar antiladridos?

El collar se coloca alrededor del cuello del animal. Muchos fabricantes incorporan la opción de regular la intensidad del estímulo que produce el aparato. Por lo general, la potencia de los collares eléctricos antiladridos es de unos 6 voltios.

Este sistema funciona por medio del refuerzo negativo o castigo. El estímulo del collar, a pesar de ser inofensivo o de baja potencia, molesta o asusta al animal, por lo que a la larga asociará el acto de ladrar con esa molestia.

¿Realmente funciona el collar antiladridos?

A día de hoy todavía existe la polémica entre la eficacia del refuerzo negativo y la del adiestramiento positivo. Entrenar reforzando la conducta positiva conlleva una mejora significativa en el propio vínculo humano-animal, que es la base de la comunicación, y, por tanto, del adiestramiento.

El castigo puede provocar estrés en los perros y otros problemas de salud o emocionales. El uso de los collares antiladridos podría desencadenar problemas de conducta mayores que el propio ladrido, como la agresividad, el pánico y problemas de incontinencia por sumisión. Además, un uso incorrecto del aparato o de otros castigos puede confundir al animal y no ser en absoluto eficaz.

En definitiva, estos sistemas bien utilizados tal vez consigan resultados a corto plazo a la hora de evitar el ladrido excesivo de un perro, pero los efectos sobre la salud y el bienestar del animal pueden ser peores e incluso se puede agravar el problema subyacente del ladrido.

¿Tiene efectos secundarios el collar antiladridos?

Utilizar collares antiladridos, en resumen, tiene más efectos negativos que positivos. Además de ser una práctica cruel e innecesaria, el castigo en general puede conllevar los siguientes efectos secundarios:

• Agresividad.
• Miedo desproporcionado.
• Estrés.
• Ansiedad.
• Depresión.
• Desconfianza.
• Nerviosismo.
• Conductas disruptivas.
• Incomprensión.
• Falta de apetito.
• Apatía.
• Retraimiento.
• Falta de interés por socializar con otros perros.
• Debilitamiento del sistema inmunológico.
• Caída de pelo.

Otros sistemas desaconsejados contra los ladridos

Ciertas personas utilizan otros sistemas crueles para evitar el ladrido de los perros. Se deben de evitar todos estos castigos a toda costa. Para poder solucionar el problema de los ladridos, recuerda que lo ideal es acudir a un experto en Adiestramiento Canino.

Algunos de estos métodos desaconsejados son los siguientes:

• Castigos de todo tipo: golpes, gritos, encierro en pequeños habitáculos, etc.
• Extirpación de las cuerdas vocales: esta práctica no es más que una mutilación injusta y traumática.
• Exposición forzosa a lo que le provoca miedo. La terapia de exposición debería ser supervisada por un especialista.

Consejos para evitar que mi perro ladre

Acudir a un profesional del Adiestramiento Canino siempre será la mejor medida para conseguir que un perro deje de ladrar en exceso. Este experto detectará el problema subyacente y corregirá la conducta negativa procurando solucionar el origen de la situación.

El ladrido de un perro suele estar provocado por miedo, no porque el animal sea agresivo. Algunos consejos para intentar solucionar el problema son los siguientes:

• Retirar la motivación. El animal ladra por algo, si sabemos lo que es, intentaremos sacarlo de la ecuación. Por ejemplo, si el perro ladra a un animal que ve desde la ventana, bajaremos las persianas.
• Retirar la atención al ladrido. Otro método es no hacer caso al ladrido. Muchas veces los perros ladran para llamar nuestra atención, si no se la damos, tal vez desista a la larga. Cuando el perro ladre, no se le debe mirar, hablar, ni tocar.
• Desensibilizar al perro con respecto al estímulo. Consiste en procurar apartar su atención del estímulo, entretenerlo con otra cosa.
• Enseñarle a tranquilizarse. Es muy eficaz enseñar al animal a ladrar a nuestra orden (por medio de recompensas o con el clicker) y a continuación enseñarle el comando “tranquilo” para que pare de ladrar. Cuando consiga aprender estos dos comandos, seremos capaces de hacerle callar cuando empiece a ladrar, ya que asimilará esto a algo positivo (la recompensa).

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