Trabajar en un centro ecuestre es el sueño de cualquier amante de los caballos que se precie. Pasar todo el día en compañía de estos magníficos animales, cuidarlos, interactuar con ellos… Suena bien, ¿verdad? Pues hacerlo realidad puede ser más fácil de lo que crees. Existen distintas vías, y una de ellas es montar tu propio centro.
Si tienes espíritu emprendedor y te gusta tomar la iniciativa, sigue leyendo: vamos a ver cómo hacerlo paso a paso, qué trámites tendrás que realizar con la administración y cuál es la mejor manera de poner el proyecto en marcha. ¡Todo listo para cabalgar!
Trabajar en un centro ecuestre: requisitos
Antes de empezar a planificar tu negocio, párate un momento. No es cuestión de empezar la casa por el tejado: a no ser que seas millonario o vayas a heredar un centro con personal ya contratado, tendrás que trabajar en contacto con los caballos todos los días. O por lo menos, durante los primeros años. Para ir sobre seguro, un Curso de Auxiliar de Veterinario Ecuestre te proporcionará los conocimientos básicos para trabajar con estos animales, velar por su salud y poder tratar con los médicos veterinarios con conocimiento de causa. Anímate a realizarlo: no te arrepentirás.
Una vez cuentes con la formación básica, todo resultará más fácil. Estos cursos, de hecho, suelen incluir (y deberían hacerlo) un módulo sobre instalaciones, maquinaria y equipos de instalación ecuestre donde lo aprenderás todo sobre el equipamiento básico. Además de servirte para trabajar en un centro ecuestre, también es algo fundamental si estás pensando en planificar tu propia empresa. Y hablando de trabajar, montar un centro ecuestre a lo loco y sin tener ninguna experiencia no es en absoluto recomendable...
Antes de poner el proyecto en marcha, es aconsejable haber pasado un tiempo trabajando en establos o negocios relacionados con los caballos. Para obtener este tipo de experiencia, y junto con las prácticas que realizarás como parte de tu formación (un módulo básico en cualquier curso de calidad), no dudes en ofrecerte como voluntario en centros de rescate y recuperación de caballos. Aprenderás un montón y contribuirás a que muchos animales maravillosos tengan una segunda oportunidad. ¿A que mola?
Cómo montar un centro ecuestre. ¿Por dónde empiezo?
Si has decidido emprender tu propia aventura y cuentas ya con la formación y la experiencia necesarias, ¡vamos al lío! Como imaginarás, para montar un centro de estas características necesitarás hacer una fuerte inversión. Si cuentas con el dinero, genial; pero no suele ser lo habitual… Lo más normal es buscar uno o más socios para crear la empresa entre todos. Si les presentas un buen plan de negocio y les gusta también el mundo equino, seguro que conseguirás que te acompañen.
El siguiente paso es buscar una parcela apta para el desarrollo de la actividad. Si tienes una en propiedad, no hay más que hablar. Pero en caso contrario, tendrás que encontrar el terreno que mejor se ajuste a tus necesidades. Consulta su calificación urbanística para asegurarte de que podrás montar tu centro ecuestre en ella, y ponte en manos de una asesoría especializada para solicitar las licencias y los permisos. Estos son los pasos a seguir:
- Inscribir la parcela en el REGA (Registro de Explotaciones Ganaderas) y solicitar un código REGA, de acuerdo con el Real Decreto 479/2004 de 26 de marzo, la Ley 8/2003 de 24 de abril de Sanidad Animal y el Real Decreto 804/2011 de 10 de junio. Estas gestiones se hacen en la Oficina Comarcal Agraria que corresponda al terreno.
- Acudir al Ayuntamiento para solicitar los permisos de construcción adecuados para las futuras instalaciones. Allí también os informarán sobre las licencias necesarias para la apertura de un centro ecuestre. Para solicitarlas tendréis que presentar un proyecto técnico, firmado por un profesional competente.
Tipos de centros ecuestres y cómo elegir el mejor
Para trabajar en un centro ecuestre, previamente hay que firmar un contrato de trabajo o de prácticas (a no ser que vayas a colaborar como voluntario, que sería otra cuestión). Pero si el centro es de tu propiedad, sea en solitario o con otros socios, las cosas cambian. Estas son tus alternativas para montarlo:
Crear una sociedad limitada
Es la opción más habitual en la mayoría de los proyectos de emprendimiento empresarial. La sociedad limitada (SL) está formada por dos o más socios, y para crearla cada socio debe aportar un capital mínimo de 3.000 euros. Este capital se puede aportar en efectivo o en forma de propiedades, equipos, terreno…
Su mayor ventaja es que si la sociedad se disuelve y arrastra deudas, los socios/as no tendrán que responder por ellas con su patrimonio personal. Además, para montar este tipo de empresas basta con que uno de los socios se dé de alta como trabajador autónomo.
Fundar una comunidad de bienes
Este formato no es tan habitual como la SL, pero tiene sus ventajas. Para crear una comunidad de bienes (CB) con el objetivo de trabajar en un centro ecuestre no es necesario hacer ninguna aportación económica, lo que facilita las cosas a la hora de empezar.
Eso sí, todos los socios deben ser trabajadores autónomos y estar dados de alta en el RETA. Y si la comunidad de bienes se disuelve con deudas, todos deberán responder por ellas con su patrimonio personal.
Montar una fundación sin ánimo de lucro
Es el caso, por ejemplo, de los santuarios equinos y los centros de rescate y recuperación de animales. Muchos de ellos se autofinancian ofreciendo paseos a caballo, jornadas con estos animales, cursos… Si te apasionan los animales, quieres trabajar en un centro ecuestre y aportar tu granito de arena a su bienestar, puede ser una opción.
No olvides que no obtendrás ningún rendimiento económico. Pero si te lo puedes permitir, ¡adelante! En The Open Sanctuary Project encontrarás toda la información que necesitas para poner en marcha un proyecto de estas características
Fórmate para trabajar en un centro ecuestre, ¡y monta el tuyo propio!
Una vez tengas montado tu negocio, necesitarás gente para trabajar en él. Personal para los establos, profesores de equitación, encargados de la recepción y la administración… No dudes en contactar con centros de formación y proponerles convenios de prácticas: entre los alumnos y alumnas que acudan a trabajar, seguro que encuentras el mejor equipo para tu centro ecuestre. Y si todos los socios tenéis formación y os gustan los caballos (lo más recomendable), podéis haceros cargo de la mayor parte del trabajo hasta que el negocio empiece a despegar.
¿Has leído este artículo hasta el final? Entonces, está claro que trabajar en un centro ecuestre es una opción perfecta para ti. Anímate a enviar el formulario que aparece en esta web y habrás dado el primer paso: informarte sobre uno de los mejores cursos de Auxiliar de Veterinario Ecuestre que puedes encontrar en la actualidad. Una formación completísima e integral, con la que avanzarás con seguridad de cara a lograr tu objetivo. ¿Te ves trabajando todos los días con esos seres increíbles que son los caballos? Pues empieza ya a hacer realidad tu sueño, ¡y lánzate a por él!