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Tipos de pelaje en gatos

22 agosto 2024
Tipos de pelaje en gatos

Lo tienes claro: estás decidido a pasar la próxima etapa de tu vida junto a un gatete. ¿No quieres esperar ni un minuto más? ¡Bienvenido al universo de los mininos! Si aún estás barajando razas, seguro que te apetece descubrir los distintos tipos de pelaje en gatos que existen. Vale, “all cats are beautiful”… Pero cuanto más sepas sobre sus cuidados, mucho mejor. Estarás invirtiendo en su salud y bienestar. ¡Sigue leyendo!

Tipos de pelaje en gatos: no solo cuestión de look

Amorosos, juguetones, independientes… Al margen de su personalidad, los felinos domésticos poseen un rasgo único desde que nacen hasta que llegan a viejitos: su pelo. Cualquier amante de estas mascotas adora pasarse horas y horas acariciándolo (si ellos quieren, claro, que esa es otra). Sus “abrigos” naturales varían en longitud, proporción, textura y color, y cuesta decir cuál es más bonito, porque cada uno tiene su aquel.

Ya te imaginas con tu minino, un peluche vivo esponjoso y suave. A través de su piel, se comunicará contigo y dejará que lo acaricies y lo mimes. Pero su función va mucho más allá; desde autorregular la temperatura, a proteger de heridas o como lenguaje corporal. Garantizar a estas y otras mascotas unas condiciones perfectas es vital. Si te apasionan tanto estas fierecillas y todo lo relacionado con su bienestar, plantéate realizar un Curso de Peluquería Canina y Felina para trabajar como experto. ¿Por qué no?

Mientras tanto, sigamos con lo nuestro: los distintos tipos de pelaje en gatos. Pero antes, te paso algunos datos importantes sobre la piel de estas mascotas, el órgano más grande de su organismo. En esencia se estructura en tres capas, esenciales para su percepción sensorial. La externa, llamada epidermis, se encarga de proteger de agentes externas y en ella se encuentran las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. Después viene la dermis, por donde pasan los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas del animal. Y por último, la hipodermis, donde almacenan grasa.

Largo, corto o hasta sin él. ¡Todos molan!

¿Tienes debilidad por los gatos bengala, o te ha ganado el pelo rizado de los german rex? La vida junto a cualquiera de estos michis es una de las decisiones más increíbles que se pueden adoptar. Más allá de su elegancia natural, cada tipo de pelaje necesita atenciones y cuidados específicos, imprescindibles para que permanezca sano con el paso del tiempo, además de reluciente y sedoso. ¡Toma nota!

Gatetes de pelo corto y suave, muy comunes en el hogar

El pelo de estos mininos no supera los 2 cm de largo, y muchos gatos domésticos y salvajes han nacido con él. Un cepillado semanal suele bastar para mantenerlo en perfecto estado, sin nudos y eliminando el pelo suelto. Eso sí, cuando el animal se encuentra en época de muda habrá que intensificarlo y hacerlo dos o tres veces a la semana. Los cepillos de cerdas naturales y los guantes de goma suave son los más idóneos. Quédate en este grupo si te encantan los gatos de raza siamés, bengala, azul ruso… O el maravilloso gato común europeo.

Felinos de pelo largo: los más fotogénicos de la familia

Dentro de los distintos tipos de pelaje en gatos, el suyo es “premium” en elegancia. Su longitud no es la única razón (llega a medir 15 cm), también es una pasada su textura fina y sedosa. Característico de razas como maine coon, persa o gato del Himalaya, este melenón precisa cepillados diarios y meticulosos con cepillos de cerdas largas o peines de acero inoxidable. Ante todo, para prevenir los temidos nudos.

Mininos de pelaje semilargo, también impresionantes

La longitud del suyo suele quedarse en los 5 cm y mientras que su pelo primario es largo y fino, el pelo secundario es corto. Las razas de este grupo (como angora, bosque de Noruega o balinés) requieren rutinas muy similares a los de pelo largo: el cepillado diario es garantía de un manto saludable y libre de nudos, sobre todo en las axilas, el vientre y las patas. Son gatos grandes y, curiosamente, debido a su manto voluminoso aún lo parecen más. ¡Todo un efecto óptico!

Y ahora, ¡los curlys! Michis de pelo rizado

Si no los conocías, échales un vistazo: son lo más. O bien ondulado o bien totalmente rizado, al parecer se debe a alteraciones genéticas espontáneas. Lo bueno es que sus cuidados son bastante sencillos y no suelen perder mucho pelo en época de pelecha (cuando cambian el de invierno por el nuevo). Los expertos aconsejan cepillados una vez a la semana, y una alimentación sana y equilibrada para que sus rizos no pierdan la típica ondulación. ¿Razas? Destacan Cornish, German, Devon y Selkirk rex.

Gatos “sin pelo”: casi de ciencia ficción

Injustamente, se piensa que los gatetes de esta categoría nacieron sin un solo pelo sobre su cuerpo. Y de nuevo, por causa ciertas mutaciones genéticas. Pero no es del todo cierto, pues poseen una capa de pelo muy fina, tan fina que no se ve y parecen “calvos”. Solo se siente al acariciarlos y recuerda a la piel de un melocotón. Si alguna vez has visto un gato de raza esfinge (sin bigotes y sin pestañas) o un peterbald, ¡ya conoces a los líderes de este grupo!

¿Y qué pasa con su color?

Otro de los misterios de los gatos es el color de su pelaje. Una cuestión en la que vale la pena detenerse, porque cuando alguien se enamora de un minino también lo hace de sus tonalidades. Saber cuál será el tono de una camada es casi una lotería, salvo que conozcamos la ascendencia de su papi y su mami y su pasado genético.

Ahora viene lo mejor: el cromosoma X es el que determina el color, y esta evidencia se traduce en que solo puede ser negro o rojo. ¿Y qué pasa con el resto de estampados y patrones? Al parecer, son producto de ciertas alteraciones: o bien por falta de pigmentos (total o parcial) o por la presencia de otros genes ocultos en su ADN, que dan la cara en la descendencia.

En realidad, existen miles de genes en juego. Algunos, cuando se emparejan con el negro o el rojo, dan forma a otros colores como el azulado. En el caso de los gatos blancos, su tono níveo es producto de un gen dominante que encubre otros patrones. ¿No es increíble?

¿Te gustaría aprender a cuidar los diferentes tipos de pelaje en gatos?

Creme Puff, el gato más longevo conocido de la Historia, vivió nada menos que 37 años. Además de una genética dura, seguro que su compañero de vida, Jake Perry, invirtió en su salud con buenos profesionales: no solo de la veterinaria, sino de la peluquería animal. Algo parecido te puede ocurrir a ti si cuidas a tu gatete como se merece. Y si decides profesionalizarte en este campo, ¡aún mejor!

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Bibliografía:

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