Alexandra Rosas: un cambio de vida por y para los animales

“Crecí en un entorno rural en el que estaba rodeada de todo tipo de animales y veía a mis abuelos tratarlos con todo el cariño del mundo, lo que me transmitía empatía y respeto hacia todos los animales sin importar su especie”. Con este mensaje tan claro Alexandra Rosas explica por qué se forma como Auxiliar y Asistente Técnico Veterinario y cómo antes de finalizar esta etapa ya siente que su decisión ha sido muy positiva por permitirle abrirse paso profesionalmente en lo que le apasiona.

Para formarte en lo que te mueve, en lo que te echaría una pata para levantarte cada día con una sonrisa, no hay edad. Esta Nubika Lover decidió dar un giro vital a los 45 años y ya se ve trabajando en un hospital veterinario. “Pero mis expectativas a largo plazo son trabajar en una clínica en la que pueda tener un trato más personal, en la que pueda ponerle nombre y cara a cada paciente”, puntualiza.

Compaginar la formación con una vida intensa

Sus metas están fijadas pero el haberse lanzado cual ave rapaz a por su sueño laboral ya suma como su primer éxito. “Gracias a Nubika he tenido la oportunidad de formarme para poder dedicarme a lo que me gusta compaginando el trabajo, la vida familiar y la formación a mi ritmo y mis tiempos”, presume.

Si los pingüinos tienen una sola pareja, Alexandra también y esa es Nubika por varias razones. “El método de formación me resulta cómodo; me ha permitido conseguir los objetivos que me había propuesto”, aclara, sin olvidarse del apoyo constante de profesores y orientadores.

“El método de formación me resulta cómodo; me ha permitido conseguir los objetivos que me había propuesto”.

En el auge de las formaciones veterinarias está su camino profesional. Esta trabajadora incansable, que se define como mamá gatuna, considera que la gente es más empática y responsable con los animales pero… “Queda mucho por concienciar”, reflexiona. Le gustaría ser una de las impulsoras del cambio. ¿La ayudas a tejer esa telaraña?