Ángel de mar: un molusco muy peculiar

El fondo marino no deja de sorprendernos con su espectacular fauna. Aunque alberga algunas especies espeluznantes y peligrosas para el ser humano, como la cobra marina o la avispa de mar, también es el hogar de algunas criaturas de aspecto encantador, como el ángel de mar. Hoy vamos a descubrirlo todo sobre esta fascinante especie. ¡Vamos allá!

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Una etérea y misteriosa especie submarina

No es un animal muy popular, ya que sus ejemplares y avistamientos son también limitados. Además, se trata de un animal solitario y escurridizo. Sin embargo, una vez conocido, el ángel de mar es realmente difícil de olvidar.

Se trata de un molusco de pequeño tamaño –apenas alcanza los 4 o 5cm de longitud- y con un color transparente que permite apreciar con facilidad sus órganos internos y vísceras. Además, cuenta con unos miembros similares a alas –denominados parapodios– que le permiten nadar y deslizarse por el mar, de una forma similar al “vuelo” de un ángel.

El ángel de mar tiene una esperanza de vida de dos años. ¡Una cifra considerable para un animal tan pequeño!

El nombre científico de la especie en el ámbito académico es clione limacina, ya que pertenece a la familia de los Clionidae y el género Clione. Caracterizados por una apariencia gelatinosa y transparente, los animales pertenecientes a este grupo desarrollan una concha externa únicamente durante la etapa de embrión.

En un entorno más coloquial, el ángel de mar recibe también otros nombres que hacen referencia a su apariencia etérea o fantasmagórica y a su hábitat, como “mariposa desnuda del océano” o “ángel de las profundidades”.

En el próximo apartado vamos a descubrir un montón de curiosidades interesantes sobre esta especie. ¡Sigue leyendo para conocer las peculiaridades del ángel de mar!

Características del ángel de mar

Como es habitual en animales de aspecto sorprendente y avistamientos poco frecuentes, uno de los puntos más llamativos del ángel de mar es su peculiar fisionomía. No obstante, lo extraordinario de sus características va mucho más allá. A continuación, veremos tres factores imprescindibles sobre este animal: su hábitat, su alimentación y su reproducción.

Hábitat: ¿dónde vive el ángel de mar?

Como mencionábamos al inicio de este artículo, los encuentros con el ángel de las profundidades son poco frecuentes, pero no imposibles. Esta curiosa criatura habita los fondos marinos, entre una profundidad media de 0 a 350m, e incluso más abajo cuando el alimento se encuentra a gran profundidad.

En cuanto a su distribución, podemos hablar de dos subespecies:

• Limacina limacina: vive en el hemisferio boreal (océanos Atlántico y Pacífico), entre aguas polares y a unas temperaturas muy bajas.
• Limacina antarctica: vive en el hemisferio austral, en las aguas pertenecientes a los ecosistemas pelágicos de la Antártida. Hasta hace poco se la consideraba una especie diferente, aunque muy relacionada.

Alimentación del ángel de mar: ¡un depredador voraz!

¡Que no te engañe su adorable apariencia! Aunque el ángel de mar es un animal inofensivo para el ser humano y no presenta ningún peligro para nosotros, los pequeños habitantes del fondo marino no gozan de la misma suerte: se trata de un depredador excelente.

El ángel de mar tiene una dieta muy homogénea, consistente sobre todo en babosas de mar y gusanos marinos. Estos diminutos animales tienen problemas para huir del veloz ángel de mar, capaz de batir sus alas a un ritmo insólito: ¡hasta dos veces por segundo! Una vez atrapados, el gran depredador los engulle enteros y de una sola sentada. Tan solo en la fase de cría se alimentan de elementos vegetales como el fitoplancton.

El saco visceral de color naranja que se aprecia en el cuerpo transparente del ángel de mar sirve para almacenar y procesar los alimentos.

Además, se sabe que este molusco puede pasar largos periodos de tiempo sin alimentarse, y que incluso puede llegar a recurrir al canibalismo si la comida escasea, alimentándose de otros ejemplares de su misma especie, normalmente de menor tamaño.

Apareamiento de ventosa del ángel de mar

Uno de los aspectos más sorprendentes de este animal es su reproducción. El ángel de mar tiene género masculino en el momento del nacimiento, pero cambian de sexo para convertirse en hembras con el paso del tiempo, de forma que puedan realizar la reproducción y cría de los nuevos ejemplares. Este proceso tan singular se conoce como hermafroditismo sucesivo de tipo protándrico, y es muy común en especies de la familia Clionidae.

A la hora de llevar a cabo el apareamiento, los ángeles de mar aprovechan los meses más cálidos de primavera y verano. En este punto, estos animales sacan sus órganos reproductivos al exterior y se fusionan a través de una ventosa, lo que les permite estar unidos durante todo el proceso de fecundación, que dura en torno a las cuatro horas.

Cuando se separan, los ángeles de mar realizan una especie de baile en espiral y terminan con una cicatriz en la zona de adhesión.

En cuanto a la cría de nuevos ejemplares, es importante mencionar que se trata de una especie ovípara, por lo que la cría sale al exterior en el interior de un huevo y con una pequeña concha protectora, que va perdiendo con el paso del tiempo.

El ángel de las profundidades, una criatura en peligro

El ángel de mar es una de las criaturas marinas que se encuentran en peligro crítico de extinción. Esto se debe principalmente a tres razones concretas:

• La mayor amenaza para su supervivencia es la desaparición de las babosas y gusanos marinos, su principal fuente de alimento, por la pesca y captura descontrolada. La población de estas diminutas criaturas ha disminuido exponencialmente durante las últimas décadas, llegando a cifras que preocupan a los expertos en conservación de la fauna marina.
• El ángel de mar también se ve amenazado por la contaminación y el cambio climático, a través de la acidificación del océano. Esto ocurre porque su finísima cubierta protectora no les permite hacer frente a estos cambios en su hábitat.
• Por otro lado, los depredadores del ángel de mar también suponen un peligro para este animal y reducen considerablemente su población. Los más habituales son peces de tamaño medio como el salmón Chum.

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