¿La ballena es un mamífero marino? ¡Descúbrelo!

Tiene aletas y es incapaz de sobrevivir fuera del agua. ¿Por qué se dice entonces que la ballena es un mamífero marino? En apariencia, parece reunir todas las características de cualquier otro pez, salvando la distancia de su enorme envergadura. Sin embargo, ¡la Balaenidae tiene más de un as oculto preparado para sorprenderte!

En el Día de los Océanos, te presentamos a estos impresionantes reyes del medio acuático para que los conozcas más a fondo. Descubriremos si el agua es su hogar nativo y explicaremos todas las razones que lo justifican. ¡Activa tu sónar!

La ballena: ¿es un mamífero o un pez?

Solemos ubicar en la familia de los peces a cualquier animal que viva en el agua. No obstante, la clasificación de la fauna marina dista mucho de seguir este criterio.

Para considerarse peces, los ejemplares deben cumplir una serie de características que van desde su tipo de sangre, a su respiración o incluso al movimiento de su columna. Si ponemos al lado a una sardina y a una ballena, no coincidirán en ninguno de estos puntos, ni en muchos otros rasgos que puedes conocer en el Curso de Especialista en Mamíferos Marinos de Nubika.

Y es que sí, la ballena es un mamífero marino, una especie que partió del medio terrestre y se adaptó con el paso de los siglos a vivir en el agua.  A diferencia de los osos polares, es más sencillo comprender por qué se la considera de esta forma. ¡Aquí van varias de las razones!

Respiraciones nostálgicas

Los peces usan las branquias para capturar el oxígeno del mar y llevarlo a su sangre. Pero los cetáceos no disponen de esta clase de herramienta… ¡porque en la superficie no la necesitaban!

Si te preguntas cómo respiran las ballenas y los delfines si son mamíferos acuáticos, la respuesta es la misma que recibirías hace millones de décadas: a través de sus pulmones. De vez en cuando, emergen para inspirar por el orificio que tienen sobre la cabeza— conocido como espiráculo— que también utilizan para expulsar el dióxido de carbono.

“Fuego” en la sangre

¿Alguna vez te has preguntado por qué las ballenas son tan grandes? ¿y por qué poseen tanta grasa? Pues son dos de las formas que poseen para evitar la pérdida de calor, que se disipa más rápido en el medio marino.

Estos cetáceos tienen sangre caliente, lo que significa que su temperatura permanece en unos niveles más o menos constantes gracias a su propio cuerpo y no a otros factores. Por el contrario, los peces se adaptan a los grados de la capa de agua en la que se encuentran, es decir, que son de sangre fría.

Un desayuno rico en calcio

La lactancia es una de las características más distintivas de un mamífero. La ballena es uno porque posee glándulas mamarias— concretamente, las mayores del planeta— capaces de generar alrededor de 200 litros de una leche muy nutritiva.

Aunque parezca complicado, pueden amamantar a su descendencia en el agua, lo que les ayuda a ganar grasa y fuerza con bastante velocidad. No verás ese comportamiento en un salmón o en un besugo, ni tampoco un lazo tan intenso con sus crías. ¡Están con sus madres al menos un año!

Partos íntimos

No es fácil que los huevos sobrevivan en el mar, a merced de los depredadores. Pero la mayoría de los peces se arriesgan y, por lo tanto, nacen con la eclosión.

La ballena es un mamífero vivíparo, no ovíparo, y se desarrolla en el útero de su progenitora. Sale directamente de su cuerpo, como ocurre en un parto humano, pero también en otras especies del reino marino como los tiburones.

Las ballenas son vivíparas, es decir, se gestan en el útero de sus madres y nacen directamente de su cuerpo

En resumen, si te preguntas por qué las ballenas son mamíferos, es porque reúnen las características habituales de los mismos. Son animales vivíparos de sangre caliente, tienen respiración pulmonar y poseen glándulas mamarias para alimentar a sus crías. Además, su columna se mueve de arriba abajo y no lateralmente como la de los peces.

Adaptaciones por las que la ballena es un mamífero marino

Sobrevivir en el medio acuático es duro si no se cuenta con los mecanismos para ello. Los mamíferos marinos han tenido que desarrollarlos para encajar en su nuevo hábitat, incluyendo, claro, a las ballenas.

La evolución las ha acabado dotando de una forma aerodinámica, grandes aletas y cola para nadar, y el espiráculo que mencionábamos al comienzo de este artículo— que pueden ser dos o uno según se trate de ballenas barbadas o dentadas—. Funciona como nuestra nariz, salvo que no se encuentra conectado con la boca, lo que les impide respirar por ella o que se cuele agua en sus pulmones cuando realizan sus comidas.

Precisamente para alimentarse, estos cetáceos deben bucear. Como su cuerpo está preparado para soportar la presión, son capaces de sumergirse a grandes profundidades y evitar que su organismo se sobrecargue de dióxido de carbono.

El cuerpo de la ballena cuenta con mecanismos para evitar un exceso de dióxido de carbono durante sus inmersiones

De hecho, y aunque parezca imposible, pueden captar mucho más oxígeno que los animales terrestres. Al inspirar, se sustituye prácticamente todo el aire que tienen en los pulmones. ¡Compáralo con el 15% de otros mamíferos!

¿Por qué acabaron en el mar?

La ballena es un mamífero marino, pero no siempre tuvo esa coletilla oceánica. Los científicos no tienen totalmente clara su evolución, aunque las teorías actuales sitúan su punto de partida en los artiodáctilos.

Con el paso de los años, la ballena empezó a acudir al mar para buscar comida y huir de sus enemigos

Según los estudios, estarían emparentados con los hipopótamos, y tendrían antepasados como los arqueocetos, el pakicetus y los ambulocetus. Su paso al mar vendría de su búsqueda de alimento, que empezarían a encontrar en el agua, así como de su huida de los depredadores.

La ballena es un mamífero marino… ¡y digno de estudio!

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