¿Cuál es el tiburón más grande del mundo?

Desde hace millones de años los océanos están habitados por seres alucinantes, como por ejemplo el tiburón más grande del mundo. ¿Siempre te has sentido atraído por el particular universo de tales escualos? En este artículo podrás averiguar todo lo que ya estás deseando saber: sus medidas y depredadores, de qué se alimenta, los mares que recorre… Fijo que a Spielberg le hubiera encantado ficharlo para su cinta. ¡Prepárate para enamorarte de esta criatura marina que cautiva!

El tiburón más grande del mundo extinto: el temible megalodón

Lo lógico al presentar al tiburón más grande del mundo es desvelar su nombre científico, y situarle en su contexto dentro de la historia del reino marino. Pues allá vamos: Otodus megalodón es el escualo de mayor tamaño conocido. Los paleontólogos aseguran que se extinguió hace aproximadamente tres millones de años. A partir de aquí, los estudios científicos lo describen como un escualo megadentado que se movía por los océanos con unas medidas descomunales: inicialmente se estimaba que podía alcanzar los 18 metros de longitud y llegar a pesar 61 toneladas. ¡Total, nada!

Como te estarás imaginando, es un tiburón prehistórico sobre el que no dejan de surgir nuevas investigaciones que pretenden despejar numerosas incógnitas. Por ejemplo, cuáles fueron los factores determinantes para que se extinguiera. O si en algún momento llegó a compartir océanos con el temido tiburón blanco. La fauna marina es realmente fascinante… Y si crees que has nacido para estar cerca de especies increíbles y hermosas, hacer un Curso de Especialista en Mamíferos Marinos te abrirá las puertas de una profesión incomparable. ¡Dale una vuelta mientras sigues leyendo!

Pero volvamos con el tiburón más grande del mundo (hace millones de años, eso sí). Hay que situarlo surcando los mares en los comienzos del Mioceno y hasta finales del Plioceno, desde México a la Polinesia e Indonesia. Al parecer, estimar su tamaño exacto ha sido durante mucho tiempo un verdadero talón de Aquiles para la comunidad científica:los restos hallados de semejante criatura están fosilizados. En concreto, estudios recientes basados en el ancho de sus dientes han arrojado un dato impactante: los ejemplares más grandes podrían haber medido 20 metros, y no 18 como se pensaba.

Una anatomía digna de ciencia ficción

Las constantes revelaciones científicas sobre semejante depredador marino refuerzan la teoría de que el tiburón más grande del mundo no tuvo rival. Y al parecer, era más rápido y voraz de lo que se pensaba en un primer momento. Gracias a una recreación en 3D de un espécimen fósil, magníficamente conservado, ha quedado claro que su mandíbula le permitía zamparse una orca de 8 metros en unos bocados. Desde luego, los encargados de poner nomenclaturas a las especies acertaron de pleno con él… Su nombre científico significa “diente grande”.

Parece ser que fue hace unos 200 años cuando un grupo de paleontólogos describió en primicia unos incisivos fósiles tan grandes como unas manos humanas. Y su dueño no podía ser otro que el tiburón más grande del mundo, del que hablamos. En cuanto a su inmenso esqueleto, se sabe que estaba compuesto de cartílagos que se descomponían tras su muerte; que su mandíbula podía llegar a medir más de 2 metros de ancho, y contener más de 270 dientes. ¡Como para acercarse a él!

¿Y qué decir sobre el repertorio de presas que era capaz de ingerir, una vez trituradas con sus afilados dientes? Aquí va una pequeña, pero suculenta lista de botines bastante habituales:

• Crías de mamíferos marinos lactantes.
• Tiburones megadentados más pequeños que él.
• Tortugas.
• Orcas.

No hay que olvidar que la dieta de semejante bicho debía ser altamente calórica, puesto que su gran envergadura le exigía ingerir al día cerca de 98.000 kilocalorías.

Y su sucesor actual en los mares: el tiburón ballena

¡Tranquilo! Ha llegado el momento de presentarte al tiburón más grande del mundo, aunque este está vivito y coleando. Todo parece indicar que se trata del tiburón ballena, seguido del tiburón peregrino. Ahora bien, aunque es su sucesor en semejante atribución, su envergadura queda lejos de la del legendario megalodón. Los ejemplares mayores pueden alcanzar los 12 metros (o más) y alcanzar las 34 toneladas de peso.

Es decir: distan bastante de las dimensiones de su antecesor y no se caracteriza precisamente por ser una especie feroz. ¡Más bien al contrario! Afortunadamente, para el hombre y el resto de sus colegas con los que comparte mares, es un animal bastante pacífico y de buen carácter. Hasta el punto de dejar que buceadores expertos naden junto a él, si así lo quieren. Dicho esto, ¿te apetece saber qué aspecto tiene por si te encuentras alguno, ya que se lleva fenomenal con los humanos?

El Rhincodon typus, su nomenclatura científica, se distingue ante todo por tener un lomo moteado de pintas blancas, con un dorso y laterales de bonitos tonos pardos y grises. Su vientre es de color blanco. También su cabeza aplanada, con un hocico romo sobre la boca, es un rasgo característico del tiburón ballena. Y lo mismo sucede con su gran cola o aleta caudal bifurcada.

Este gigante dócil se mueve con calma por los océanos que frecuenta; su esperanza de vida asombra, pues puede llegar a vivir 150 años. Sin embargo, menos de un 10% de los escualos que nacen llegan a la etapa adulta.

De aguas tropicales y comedor de plancton

Un dato que siempre despierta especial interés entre los amantes de estos animales tan fascinantes es saber qué mares frecuentan y cuál es la razón principal. Pues bien, al tiburón más grande del mundo le gustan las aguas cálidas; por tanto, habita en los océanos tropicales del planeta. Para ello se desplaza lentamente (como corresponde a un coloso marino de semejante porte) a la espera de alimentarse, algo que hace por filtración y cerca de la superficie.

En cuanto a su comida favorita, si algo distingue a esta especie es que el plancton es su dieta por excelencia. Estas diminutas plantas y animales son la base de su alimentación: de ahí que emigre cada primavera a la plataforma continental de la costa oeste de Australia, donde se encuentra el arrecife de Ningalo. ¡Pero, ojo! Sus estrategias de caza no se quedan ahí. Porque aunque pueda sorprender, también incluye otros alimentos en su dieta cuando lo considera oportuno.

Me explico. En ocasiones, estas criaturas enormes optan por otros manjares más voluminosos, desde sardinas a calamares y anchoas. Y existen vídeos científicos, un verdadero espectáculo visual, donde se les ve atacar de forma coordinada junto con otros de su especie para capturar atunes, otros peces e incluso aves.

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La fauna marina está repleta de criaturas alucinantes, como el tiburón más grande del mundo, pero la lista es (casi) interminable. Todas tienen algo en común, necesitan ser cuidadas por profesionales cualificados con una formación especializada en el dominio de su anatomía y fisiología, su reproducción y alimentación, así como las patologías más comunes. En una palabra, se han preparado para llegar a ser auténticos expertos.

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