Dentro del reino animal, los caballos ocupan los primeros puestos en la lista de animales elegidos por el hombre como compañeros infatigables. Veloces, nobles y elegantes, el rumbo de la humanidad no hubiera sido la misma sin su presencia, ni el de la meca del cine. En concreto, las razas de caballos españoles conforman una valiosa familia de ejemplares autóctonos que habitan en gran parte del territorio español. Si te apetece conocer cuántas hay, qué características comparten, sus orígenes y alguna que otra curiosidad, ¡sigue leyendo y te pondrás al día!
Razas de caballos españoles y la pregunta del millón: ¿hay muchas?
Que levante la mano, quién no ha sentido alguna vez en su vida adoración por estos mamíferos perisodáctilos de la familia de los équidos. Verlos, trotar en libertad, solos o en manada, es una de las estampas más alucinantes que nos brinda la naturaleza en todo su esplendor. Las razas de caballos españoles son exactamente igual de fascinantes y al estar extendidas por muchas regiones de la geografía española, seguro que vivas donde vivas estarás relativamente cerca de alguna.
Andalucía, Principado de Asturias, Navarra, País Vasco, Galicia, Islas Baleares… Para que te hagas una idea, son algunos de los puntos geográficos en los que habitan estas razas cuyos orígenes a veces son bastante antiguos y producto de cruces con otras razas. Trabajar en contacto directo con caballos o con mamíferos espectaculares es un privilegio para alguien que sienta pasión por ellos. ¿Es lo que quieres? Hacer un Curso de Especialista en Grandes Mamíferos Terrestres puede ser el inicio de una carrera espectacular.
Mientras que te lo piensas, volvamos a las razas de caballos españoles. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España hay contabilizadas 20 razas autóctonas de équidos (17 de ellos caballos y el resto asnos). Otra buena noticia es que nuestro país destaca dentro de la Unión Europea por su censo elevado en esta familia, compuesta en un 48%, aproximadamente, por animales de raza pura.
Y la más conocida es… El pariente actual del caballo de Hispania
Antes de presentarte a las razas de caballos españoles más emblemáticas, seguro que te gustará saber que una de ellas campa a sus anchas por la mayoría de las comunidades autónomas. El caballo de pura raza española, cuya reputación y población traspasa nuestras fronteras, ya que está presente en más de 60 países, algunos de la Unión Europea y otros no.
Dicho esto, ¿a dónde hay que remontarse en la historia para situar el origen de esta raza? Escritores y filósofos romanos como Séneca, Plinio el Viejo y Plutarco ya hablaban en sus textos del caballo de Hispania como un ejemplar repleto de cualidades y por tanto ideal para la guerra y para los míticos juegos en los circos romanos. Todo apunta a que estamos ante su antepasado más lejano.
Mucho después, el reinado de Felipe II supuso la consolidación del caballo de pura raza española (PRE) mediante la creación de las Caballerizas Reales de Córdoba, que reunió a los mejores sementales y yeguas de las provincias próximas al Guadalquivir. Datos históricos aparte, aunque no haya una fecha exacta para determinar su aparición, esta raza se ha ido perfeccionando a lo largo de los siglos. La mayoría de las razas criadas en América y Centroeuropa fueron creadas a partir de ella.
Cinco razas con las que quedarse muy pero que muy prendados
Asociados al deporte y a la cultura popular, integrados en medios rurales o viviendo en libertad. Las razas de caballos españoles llevan años en la vida del hombre para desempeñar todo tipo de tareas. Aquí va una pequeña representación de esta fantástica familia de ejemplares que si por algo se distinguen, es por su pasado ancestral:
Asturcón
Sobre esta raza autóctona, natural del Principado de Asturias, pero extendida a otras provincias, ya hay referencias desde el año 80 a C (en las crónicas sobre las invasiones romanas se la mencionaba). Muy resistente, con el manto color negro, castaño o alazán (rojo) su hábitat natural es la montaña y desgraciadamente está en peligro de extinción.
Pura raza gallega
Es otra raza mítica autóctona de la que ya se descubrieron datos en el siglo XV. Originaria de Galicia, ante todo su población se extiende por Lugo y Pontevedra. De manto negro o castaño, es un caballo muy rústico, habituado a condiciones extremas.
Mallorquín
Dentro de las razas de caballos españoles, esta es una de las más antiguas, procedente de una variante de los primitivos équidos de la Península Ibérica. Un raza local de la isla balear asociado a tareas agrícolas con una imponente capa de color negro y gran capacidad reproductiva.
Pottoka o poni vasco
Esta raza autóctona de Euskadi y Navarra se remontan a la friolera de más de 30.000 años, tal y como se aprecia en pinturas rupestres. De color castaño muy oscuro, este caballo destaca por su gran resistencia y en algunos enclaves donde habita ha sido cruzado con razas foráneas, poniendo en peligro su existencia.
Pura raza hispano-árabe
El último de esta lista surgió del cruce hace cientos de años entre el pura raza árabe y la pura raza española con objeto de aunar las excelentes cualidades de una y otra. Un caballo apto para trabajos muy variados que exigen precisión y resistencia: agricultura, doma, etc. Aunque es originario de Andalucía, pueden verse ejemplares por toda España.
Con buen carácter y “fichados” en Hollywood
Las razas de caballos españoles, si por algo se caracterizan, es por su elegancia y bonito porte. Eso en cuanto a su fisonomía. ¿Y en cuanto a su temperamento? Por lo general comparten ciertos rasgos. Como por ejemplo, que son animales equilibrados, inteligentes, nobles y dóciles, cualidad esta última que facilita su capacidad de aprendizaje.
Quizá este repertorio de rasgos tenga bastante que ver con el hecho de que algunas de las razas más emblemáticas hayan triunfado en Hollywood. En concreto, el caballo de pura raza española ha protagonizado películas de corte histórico y de ciencia ficción. Una de las cintas es la saga cinematográfica “El señor de los anillos” de Peter Jackson, adaptación de la exitosa obra literaria de J.R.R. Tolkien, ganadora por cierto de 17 Óscars.
Parece ser que esta raza conquistó al director neozelandés por sus cualidades para hacer el papel de Sombragris; el mejor caballo de la Tierra Media, el mundo ficticio donde se desarrolla la trama, que montaría Gandalf, el mago entrañable de la película. Como vamos de sorpresa en sorpresa, no fue un caballo PRE, sino dos los que hubo que utilizar durante el rodaje; Blanco, el que más escenas rodó, y Domero.
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