La historia de la rana que se transforma en príncipe es cosa de la ficción, pero lo inspira la naturaleza. Y es que estos anfibios experimentan un cambio sorprendente en su etapa de crecimiento. De los huevos de los anuros salen animales muy diferentes a los que serán en su vida adulta: unas larvas que viven exclusivamente en el agua y carecen de las patas características de sus progenitores. A diferencia de en las historias, aquí solo se necesita tiempo para presenciar el hechizo. Pero, ¿hay que esperar mucho? ¡Descubre cuánto tarda un renacuajo en convertirse en rana y especialízate en herpetología con Nubika!

¿Qué son los renacuajos?

Los renacuajos son las crías de los anfibios y la forma que estos presentan durante sus primeros instantes de vida tras la eclosión. A pesar de que en el futuro serán capaces de vivir en el medio terrestre, durante esta parte de su existencia solo sobreviven en el agua.

La respiración del renacuajo se produce a través de las branquias, y tiene una aleta dorsal y una cola con la que se impulsa. Si está libres en su ecosistema, son principalmente herbívoros y se alimentan de vegetación, pero pueden llegar a devorarse entre ellos en situaciones difíciles.

Los renacuajos son larvas similares a peces que salen de los huevos de los anfibios

Al principio no nadan, sino que se mantienen quietos para desarrollar la que será tan solo la primera de sus formas. Lo que comen los renacuajos en esta fase son los restos de la gelatina de la han salido, pero su dieta se vuelve omnívora cuando se convierten en rana.

Metamorfosis acuáticas: cuánto tarda un renacuajo en convertirse en rana

La temperatura del agua y la especie a la que pertenezca influye en cuánto tarda un renacuajo en convertirse en rana. Algunas clases de anuro tardan más que otras en alcanzar su forma adulta, pero, en general, el cambio se produce en las primeras diez o doce semanas de vida.

Si la charca en la que se encuentran es cálida, el proceso de metamorfosis será más rápido. Lo idóneo es que oscile entre los 22 y los 25 grados para que el anuro abandone su morfología “de pez” y se transforme en anfibio.

Renacuajos singulares

Las ranas comunes tardan dos o tres meses en acometer su metamorfosis, pero, si de algo puede presumir la naturaleza, es de variedad. Algunos tipos de renacuajos son especialmente tardones, como los de rana toro, que pueden pasar hasta tres años en estado de larva.

Pero también las hay extraordinariamente veloces o con mecanismos curiosos. Por ejemplo, las crías del sapo de espuelas, que suelen crecer en charcas de páramos desérticos.

Como el riesgo de que el agua desaparezca es alto, esta especie ha evolucionado hasta ser capaz de acelerar su metabolismo hasta el extremo, de manera que logra reducir considerablemente el tiempo durante el que depende del medio acuático.

Además, aunque hablamos de crecer, el proceso no se corresponde demasiado con lo que sugiere el concepto… ¡al menos a nivel visual!: las larvas son muy grandes, pero en la metamorfosis consumen la energía que almacenan y dan lugar a sapos más pequeños que el propio renacuajo.

Evolución de un renacuajo hasta hacerse rana

Imagina que madurar no fuera solo ganar altura, lidiar con el acné o que se te afinases los rasgos. Imagina que tu cuerpo tiene que dejar de responder al medio terrestre y ajustarse a las particularidades de una nueva vida bajo el agua.

Pues precisamente eso, pero a la inversa, es lo que les sucede a las crías de batracio. Ahora que sabes cuánto tarda un renacuajo en convertirse en rana y viendo todo lo que su morfología debe cambiar para ello… ¿no te parece demasiado poco?

Una transformación radical

Los anfibios disponen únicamente de un puñado de meses para metamorfosearse a lo grande. Se les atrofia la cola y les salen patas traseras y delanteras para poder moverse fuera del medio acuático.

También pierde las branquias y desarrollan los pulmones que les permitirán respirar oxígeno al aire libre. Sus intestinos reducen su longitud y su cabeza no se libra. El cartílago que forma su cráneo se convierte en hueso y le aparecen párpados para proteger sus ojos.

Renacuajos de rana y renacuajos de sapo: ¿cuál es la diferencia?

Los sapos y las ranas se parecen mucho, aunque hay algunas diferencias entre ellas. Los primeros tienen la piel más gruesa y rugosa, y se desplazan caminando, mientras que las ranas son lisas, menos corpulentas y ágiles para transportarse por medio de brincos.

Los renacuajos también difieren, aunque quizá solo sea capaz de notarlo un ojo experto. Lo verás sobre si te fijas en los huevos que ponen. Los de las ranas están agrupados, pero los de los sapos forman una cadena.

¿Cómo criar renacuajos?

El mejor lugar que los renacuajos se desarrollen es su propio hábitat. Sin embargo, en el caso de que los tengas bajo tu cuidado, debes seguir unas instrucciones básicas:

  • Crea una casa a su medida: un recipiente con agua limpia y sin cloro será lo ideal, siempre que esté a unos 20 o 25 grados y disponga de algo de vegetación.
  • Cambia el menú según crezcan: mientras son renacuajos, puedes alimentarlos con lechuga cocida. Cuando tengan las extremidades traseras ya serán insectívoros, así que tendrás que proveerlos de animales como moscas, grillos o arañas.
  • No olvides la tierra: de forma progresiva, tus renacuajos se volverán terrestres. Por eso deben introducir en su casa una superficie a la que puedan desplazarse cuando se desliguen del agua.

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