Te mostramos los cuidados del gato persa

Pocos felinos hay tan carismáticos como ellos. Su larguísimo y sedoso pelo, su mirada intensa y penetrante y esa pose de superioridad… Lo confesamos, nos tienen enamorados. Y aunque todos los gatos son bonitos, para muchas personas ellos son los auténticos top. Si recientemente ha llegado uno a tu vida, te conviene saber cuáles son los cuidados de un gato persa. ¿Es así? Pues no te pierdas lo que viene a continuación.

Cuidados del gato persa. ¿De verdad vienen de allí?
Pues sí: estos magníficos mininos proceden de Irán, la antigua Persia. Allí la raza se denomina Gorbe-ye irāni, que significa “gato iraní”. Vamos, que tampoco se comieron mucho la cabeza… Ironías aparte, ¿te ves a ti mismo cuidando de mascotas como ellos de manera profesional? Pues piensa en hacer un Curso de Auxiliar Técnico Veterinario y descubrirás un sector cien por cien vocacional, donde no conocerás la rutina y compartirás tu tiempo con los animales más adorables. ¡Dale unas vueltas!

La cuestión es que esta raza llegó a Europa allá por el siglo XVII. Eran felinos domésticos de pelo largo procedentes, efectivamente, del actual Irán. Pero en realidad no son originarios de allí, sino que en realidad proceden de… ¡Rusia! Un análisis genético realizado recientemente ha desvelado que los ancestros de estas majestuosas mascotas no eran orientales (donde también hay gatos de pelo largo), sino rusos.

Un pelazo así no se cuida solo

La maravillosa melena de estos animales les ha ganado un club de fans con millones de miembros, repartidos por todo el mundo. Es la razón por la cual hace años se conocían como “gatos de angora”. ya que es tan suave como la de esta carísima lana. Si has decidido traer a una de estas bellezas a tu casa, has de saber que su manto requiere unos cuidados muy especiales.

En primer lugar, hazte a la idea de que deberás cepillarlo todos los días para eliminar nudos y enredos. Es uno de los primeros cuidados del gato persa a tener en cuenta: si no lo haces, al final tendrás que llevar a tu amigo al veterinario, donde lo más probable es que le rapen al cero… No le va a gustar nada, te lo garantizo. Pero que no cunda el pánico, porque le volverá a crecer en breve.

Por otra parte, en las épocas de muda estos michis pierden cabello a toneladas. Además de mantener los cepillados diarios (y aspirar la casa una y otra vez), es recomendable darle a tu gatito pasta de malta para ayudarle a expulsar las bolas de pelo. No tendrás problema para que la acepte: ¡les encanta!

Una cara muy graciosa… Que también hay que limpiar

La nariz chata de esta raza también implica unos cuidados especiales. Su origen está en prácticas más que dudosas: antes de los años 70 del siglo XX, los criadores sin escrúpulos realizaban mezclas entre razas para fomentar un aspecto tipo peluche. A causa de estas prácticas, el gato persa se llegó a considerar una “raza torturada”. Y las consecuencias de esta mala praxis fueron que muchos animales desarrollaron serios problemas de salud respiratoria y ocular.

Hoy estas prácticas están prohibidas y perseguidas, pero aun así los gatos persas todavía necesitan ciertos cuidados especiales. Tendrás que limpiar la nariz y los ojos de tu michi con un pañuelo suave humedecido en agua (no uses manzanilla ni productos oculares, ya que les pueden causar irritaciones). Su cara chata hace que les cueste trabajo comer los piensos secos: si ves que ingiere el alimento sobre todo con la lengua, no dudes en darle comida húmeda en su lugar.

Además, al igual que con cualquier otro minino, no olvides cortar las uñas de tu amiguete cada 2 o 3 semanas. Es bueno para su crecimiento y también lo será para tus muebles, tus tapicerías y tu propia persona. Regálale rascadores de cuerda donde se las pueda afilar, y añade juguetes y algo de hierba gatera (catnip). Se lo pasará en grande y te lo agradecerá con cabezazos y ronroneos.

Como en casa, en ningún sitio

Está claro que los cuidados del gato persa son más exigentes que los de sus primos con pelo corto. Esta es una de las razones por las que se trata de una de las razas más adecuadas para tener en casa; si salen al exterior, su pelo se llenará de restos y será casi imposible de limpiar. ¿Ha salido y ha vuelto hecho un desastre? Prepárate para darle un buen baño, le guste o no: si no lo haces, no podrás eliminar la suciedad por completo. Y no olvides utilizar champús especiales, que cuidan su pelo y no afectan a sus delicados ojos.

Algo que debes tener en cuenta es que, como raza pura, los gatos persas pueden sufrir ciertas enfermedades que les afectan de forma específica. Sin ir más lejos, el riñón poliquístico y ciertas patologías respiratorias, como el síndrome braquiencefálico. En el primer caso, si sigues el tratamiento y la dieta recomendados por el “vete”, tu gatito podrá vivir bastantes años en buen estado de salud. En el segundo suele ser necesario someter al animal a una intervención quirúrgica: cuanto antes se realice (siempre es mejor cuando son peques), mejor para él.

Y si te interesa saber más sobre los cuidados del gato persa…

Es el momento de ir un paso más allá. Una cosa es tener unas nociones básicas que te ayudarán a cuidar de tu mascota. Y otra muy distinta, adquirir conocimientos a nivel “pro” que te permitirán convertir tu amor por los michis en una fantástica profesión. ¿Molaría, verdad?

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Bibliografía:

• Alquezar, L. (2020b, noviembre 6). El gato persa. Zooplus Magazinee. https://www.zooplus.es/magazine/gatos/razas-de-gatos/el-gato-persa
• Findlay, S. (2022, 26 julio). What to Know About the Persian Cat. WebMD. https://www.webmd.com/pets/cats/what-to-know-about-persian-cats