Todo sobre la culebrilla ciega: ¿es venenosa?

¿Has oído hablar de la culebrilla ciega? A menudo confundida con una lombriz de gran tamaño, y pese a su apariencia inofensiva, la mala fama le persigue desde las primeras civilizaciones. En el artículo de hoy vamos a resolver una duda muy frecuente entre los apasionados de los reptiles: ¿es venenosa la culebrilla ciega? ¡Vamos a descubrirlo!

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Culebrilla ciega: experta excavadora subterránea

Empecemos por las presentaciones. La culebrilla ciega, también conocida como Blanus cinereus, es una variedad de reptil escamado de la familia Amphisbaenidae que se caracteriza por su peculiar apariencia, similar a la de una lombriz.

Los anfisbenios son una infraorden muy especial de reptiles con escamas que se han adaptado a la vida en el subsuelo.

Algunos animales representan un ejemplo perfecto de supervivencia y adaptación al medio en que habitan. La culebrilla ciega ha sabido adaptarse a la perfección al medio subterráneo, desarrollando unas características fisiológicas muy particulares que le permiten desplazarse con soltura bajo la tierra con una doble finalidad: protegerse de posibles depredadores –como los lagartos, los zorros, los jabalíes y varias especies de aves- y mantener una temperatura corporal adecuada.

Estos son algunos de sus principales rasgos fisiológicos. ¡Presta atención, te ayudarán a identificarla rápidamente!

• Tienen un cuerpo de forma cilíndrica y alargado, cubierto de escamas en forma de cuadrángulos que se alinean como anillos.
• Suele medir entre 25 y 28 cm de largo, de cabeza a punta.
• Como otras especies similares, carece de extremidades.
• Su cabeza tiene un tamaño muy reducido frente al resto del cuerpo, y apenas se diferencia de este en su aspecto.
• El elemento más destacado de la cabeza es su hocico, de forma redondeada y suave, que contiene una hilera de pequeños dientes. También se perciben dos pequeños orificios nasales.
• La cola es también muy reducida, casi inexistente en algunos casos.
• El color de su cuerpo oscila entre el tono violeta y el marrón, adoptando también en algunas ocasiones una coloración rosada.

¿Es venenosa la culebrilla ciega?

Después de conocer estos datos sobre su fisionomía, quizá te sorprenda descubrir que la culebrilla ciega está considerada como un animal peligroso en muchas culturas, tanto antiguas como actuales, y especialmente en el entorno rural.

Esta especie tan frecuente en los ecosistemas mediterráneos es muy abundante en zonas cálidas con un nivel de humedad medio o elevado. Suelen protegerse bajo suelos arenosos con mucha presencia de hojarasca, en bosques o zonas donde se practica la agricultura. Es por ello que sus encuentros con los humanos son de lo más frecuentes, y hay quien se ha llevado más de una sorpresa al toparse con este peculiar animal.

Sin embargo, ¿hay realmente motivo para tanto susto? En realidad, no. La culebrilla ciega no es venenosa y es, en términos generales, un animal de actitud poco hostil. En algunos casos llegan a morder a sus depredadores como método defensivo, pero carecen de veneno tanto en su saliva como en su dentadura de pequeños dientes.

Por lo tanto, aunque la mordedura pueda ser incómoda o causar daño, no presenta un peligro real para las personas, ni tampoco para otras especies de animales, excepto aquellos de los que se alimenta –como son las hormigas y larvas de pequeños insectos-.

La culebrilla ciega venenosa: el origen del mito

Si la culebrilla ciega no es venenosa ni supone ningún peligro para la integridad o la salud de los humanos, ¿de dónde proviene realmente su mala fama? Para explicar este fenómeno deberíamos remontarnos a las primeras civilizaciones, ya que tiene su origen en la mitología griega.

En esta etapa de la historia, a la culebrilla ciega se la asociaba con varios mitos que le otorgaban un gran poder, generalmente para la destrucción y el envenenamiento. En algunos casos, sin embargo, se consideraba que este poder era positivo, y que el animal tenía la capacidad de curar enfermedades o proteger a las mujeres embarazadas.

En griego, anfisbena significa “que va en dos direcciones” y se asocia con una serpiente bicéfala muy venenosa, capaz de desplazarse en dos direcciones.

En la actualidad, a este inofensivo animal se le asocia también con otros animales mitológicos de la cultura popular de zonas como Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha.

A la Serpiente alicantina, la Alicántara o el Can se le atribuyen todavía en los ámbitos rurales ciertos poderes mágicos que les otorgan la capacidad de envenenar a personas u animales, e incluso llegar a hipnotizarles para alimentarse de ellos. ¡Nada más lejos de la realidad!

Hábitat y distribución geográfica de la culebrilla ciega

Más arriba comentábamos que la culebrilla ciega es muy común en áreas mediterráneas. Veamos en detalle cuáles son las características ambientales y climatológicas en las que la encontramos. En resumen, su hábitat.

La Blanus cinereus es una especie endémica de la Península Ibérica y muy abundante en los dos tercios meridionales de la misma, en zonas como Málaga o Granada.

Norte y noroeste de la Península Ibérica son territorios que no reúnen las características ideales para que la culebrilla ciega viva. Suelos húmedos donde puedan excavar fácilmente con temperaturas cálidas medias entre bosques y matorrales con vegetación baja. Grietas, madrigueras, muros de piedra, huertos o jardines con hojarasca en zonas costeras, forestales o agrícolas son algunos rincones en los que se puede avistar. Durante el día permanece oculta, por lo que prefiere ambientes húmedos. 

Como especie termófila, la encontramos en áreas mediterráneas en la Península más meridional, y ocasionalmente en áreas del norte con temperaturas altas. 

Dieta de la culebrilla ciega

La alimentación de la culebrilla ciega está sustentada por invertebrados como larvas, lombrices, babosas, caracoles, cochinillas, hormigas o arácnidos. Sus dientes premaxilares y mandibulares le permiten digerir animales blandos. Ocasionalmente puede alimentarse de insectos con protecciones más duras como escarabajos, pero en su caza diaria opta por alimentos que encuentre escondidos. La movilidad y adaptabilidad de su cuerpo al suelo le permite realizar una caza sigilosa, esperando a que la presa se pare.

La dieta de la culebrilla ciega ayuda al control de plagas y equilibrio ecológico de su hábitat.

Ciclo de vida y estado de conservación

Entre los meses de marzo a junio, la culebrilla ciega inicia su ciclo de reproducción, y los huevos se gestan entre 90 y 100 días. Esta gestación termina en los meses de verano, agosto o septiembre, cuando nacen una media de entre 6 y 12 crías que durante los primeros meses pueden alcanzar unos 10 cm de longitud.

En los meses de invierno la culebrilla ciega puede encontrarse en un estado casi de hibernación en el que se mantiene oculta en áreas subterráneas húmedas y protegidas. Una amenaza que enfrena la culebrilla es la pérdida de su hábitat por la acción humana, sin embargo, hasta ahora, no está en peligro de extinción. En la Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) está catalogada como LC o «Preocupación Menor«.

Comparación con otras especies similares

La culebrilla ciega es inconfundible para expertos, pero comparte características con otras especies reptiles. A la misma familia Amphisbaenidae pertenece el lución o enánogo, también conocido como culebrilla de cristal. A pesar de su apariencia similar en cuerpo alargado, la longitud y diámetro del lución es mayor, ¡puede superar los 100 cm! Otra diferencia es dónde encontrarlo, y es que el lución se distribuye, también en regiones mediterráneas y en países centrales europeos con suelos húmedos. En la Península Ibérica, se localiza en áreas septentrionales: Galicia, Castilla y León, Aragón, Cataluña o Cantabria. 

El aspecto de la familia Amphisbaenidae es muy similar, por eso especies como la culebrilla ciega puede ser confundida con el lucióno la serpientes o lagarto de cristal.

Curiosidades asombrosas sobre la culebrilla ciega

Ahora que ya hemos aclarado que la culebrilla ciega no es venenosa, vamos a descubrir otros aspectos sorprendentes sobre este curioso reptil.

• Debe su peculiar nombre a su reducida capacidad de visión. Con su adaptación al medio subterráneo, los ojos se han ido atrofiando, de forma que apenas destacan como dos puntos oscuros en la cabeza.
• Es el único miembro de la familia de los anfisbenos que se puede encontrar en Europa. Es una especie muy frecuente en España, sobre todo en el territorio mediterráneo.
• Se considera que esta especie tiene su origen en el continente africano, donde se han encontrado variantes similares a la Blanus cinereus pero con algunas diferencias fisiológicas.
• Es una especie termófila, por lo que es capaz de soportar altas temperaturas y, por tanto, se habitúa a climas de lo más variados. Está preparada para sobrevivir en condiciones climatológicas de un rango muy amplio.
• Aunque no se considera una especie en peligro de extinción, sí ha visto reducida su población por la urbanización descontrolada en algunas de las zonas en que habita.

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Las culebrillas ciegas son animales inofensivos, pero hay una gran variedad de reptiles y anfibios que sí representan un peligro real para las personas por su actitud hostil o su naturaleza venenosa. ¿Te gustaría conocer más sobre estas especies y aprender a realizar los cuidados necesarios para estos animales? ¡En Nubika tenemos la formación ideal para ti!

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