¿Cuál es la diferencia entre una culebra y una serpiente?
En el reino animal hay miles de especies que se prestan a confusión, dentro de los mismos grupos o familias. Algunos simplemente se diferencian en los nombres que se les ponen, según la zona geográfica o las costumbres de las regiones. Pero otros sí son animales distintos, muy similares pero con características que los hacen únicos. Por ejemplo, una pregunta que muchas personas se hacen es si existe alguna diferencia entre culebra y serpiente. ¿Te lo has planteado alguna vez? Pues no te pierdas este artículo, donde analizaremos si se trata (o no) de animales diferentes y qué características tienen.
Diferencia entre culebra y serpiente: ¿la conoces?
No vamos a seguir manteniendo el suspense: sí hay diferencia entre culebra y serpiente. Y no una, sino varias. Pero también tienen muchísimas cosas en común, y la más importante es que todas ellas forman parte del grupo de los reptiles. Si te apasionan estos animales, y estoy segura de que es así, no pierdas la ocasión de informarte sobre un buen Curso de Herpetología: Especialista en Anfibios y Reptiles. Si decides matricularte, no solo aprenderás todos los secretos de estos seres: te formarás para trabajar con ellos. En vivo y en directo. ¿Te lo imaginas?
Vayamos por partes. Dentro del grupo de los reptiles se encuentra el suborden de las serpientes (Serpentes) u ofidios (Ophidia). Son animales sin extremidades, que utilizan las escamas del vientre para avanzar arrastrándose por la tierra. Vamos, que cumplen la famosa maldición que Dios impuso a la serpiente del Edén, tal y como cuenta la Biblia… Porque al parecer, en tiempos de Adán y Eva las serpientes iban por el mundo dando saltos. Mitos aparte, hay especies que no solo se arrastran, sino que también nadan e incluso… ¡Vuelan! Bueno, no son serpientes voladoras estrictamente hablando, sino que estos reptiles se lanzan desde las alturas y van retorciendo el cuerpo para descender planeando, aprovechando las corrientes de aire. Increíble, ¿verdad?
Por ahora, parece que la diferencia entre culebra y serpiente se nos escapa. ¡Vamos a profundizar un poco más! El suborden de las serpientes se divide en familias, y una de ellas, atención, es la de las culebras. Son las siguientes:
- Boidae (boas)
- Pythonidae (pitones)
- Colubridae (culebras)
- Elapidae (cobras, serpientes coral y mambas)
- Viperidae (crótalos y víboras)
O sea, que en resumen, podríamos decir que la principal diferencia es que todas las culebras son serpientes, pero no todas las serpientes son culebras. Es algo que sucede también con otros animales: a veces hay dos nombres distintos para una misma especie, mientras que en otras ocasiones dos nombres diferentes corresponden a dos animales parecidos, pero diferentes. Como en el caso que nos ocupa. Y ahora, vamos a ver qué características tienen nuestras amigas, las Colubridae.
Culebras: una familia de lo más variada (con algún «miembro» venenoso)
La familia de los colúbridos está formada por las denominadas comúnmente culebras. Es la más grande dentro del grupo del suborden de las serpientes; la gran mayoría de ellas pertenecen a dicha familia. En total, existen unas 1800 especies de culebras. La gran mayoría son inofensivas y de tamaño mediano, entre 30 y 60 cm de longitud. Eso sí, se calcula que un 10% de las culebras son venenosas. Incluso existe una especie cuya mordedura es mortal: la culebra arborícola del Cabo. Una preciosidad de color verde claro, tan bella como letal.
En España hay muchas especies de culebras. Las más conocidas son la culebra de agua europea, un animal que se puede ver frecuentemente nadando en embalses, ríos y lagunas limpios y sin contaminación (tristemente, cada vez se ven menos…); la culebra de collar y la culebra de escalera. En total se calcula que existen 11 especies de culebras ibéricas, que sumadas a las tres especies de víboras nos da un total de 13 serpientes.
Entre ellas, la culebra de agua es un ser muy particular. En latín su nombre es Culebra viperina, porque se parece a las víboras. Al parecer, estos animales han desarrollado una apariencia similar a la de sus «hermanas» para defenderse de los ataques de posibles depredadores. De las culebras ibéricas, ninguna es venenosa; de las víboras, como podrás imaginar, lo son las tres.
¿Y qué pasa con el resto de las serpientes?
Dejando aparte los colúbridos, el resto de las serpientes se divide en boidos, pitónidos, elápidos y vipéridos. Una gran parte de estos ofidios son peligrosos o incluso letales para el ser humano, bien por su enorme envergadura y agresividad, bien por su mordedura venenosa. De estas familias, en nuestro país solo encontramos especies de vipéridos (o víboras). Estas son las características principales de las serpientes que no son culebras:
- Boas. Se distribuyen por Europa Oriental, Asia Occidental, ciertas islas de Oceanía, África Septentrional y Madagascar. Son serpientes de gran tamaño y fuerza, sin veneno y de tipo constrictor. ¿Qué significa esto? Pues que matan a sus presas por constricción, presionando con los anillos de su cuerpo. ¿Recuerdas a Kaa, la sibilina serpiente de ‘El libro de la Selva’? ¡Sí, era una boa!
- Pitones. Son parientes muy cercanas de las boas. Al igual que ellas, son enormes y carecen de veneno. También son constrictoras. Pero también hay diferencias: aunque comparten algunas regiones geográficas, las pitones también se encuentran en América y otras regiones del hemisferio occidental, donde no hay boas. Y las pitones tienen más dientes.
- Elápidos. Este grupo está formado por serpientes súper venenosas. Hablamos de animales como las cobras, las famosísimas mambas (que dieron nombre al personaje Black Mamba, interpretado por Uma Thurman en las películas ‘Kill Bill Vol. 1’ y ‘Kill Bill Vol. 2’), las serpientes de coral y las serpientes marinas. Las hay de todos los tamaños, con especies de tan solo 18 cm y otras que alcanzan hasta los 6 m de longitud.
- Vipéridos. Al igual que los elápidos, los vipéridos son animales venenosos que inoculan toxinas a través de unos colmillos huecos. Esta familia está formada por las víboras, antes citadas, y los crótalos o serpientes de cascabel.
Ya sabes cuál es la diferencia entre culebra y serpiente. Y ahora…
Solo te queda avanzar para adentrarte en el maravilloso mundo de la herpetología. Que no es otra cosa que el estudio y la investigación de los anfibios y los reptiles. Además de ser seres fascinantes, hay que tener muy en cuenta que cada vez son más los hogares que deciden adoptar a un animal de este tipo como mascota. Y lógicamente, la demanda de profesionales que velen por su salud y su bienestar es también cada vez mayor.
Si te animas a hacer un curso de Herpetología: Especialista en Anfibios y Reptiles, se te abrirán las puertas a este campo laboral. Podrás trabajar en contacto directo con todo tipo de anfibios y reptiles de lo más exóticos, pero también autóctonos. Los centros de recuperación de especies, parques de la naturaleza y zoológicos siempre necesitan manos que sepan cuidar a tan peculiares «inquilinos». Y por supuesto, lo mismo sucede con las clínicas veterinarias, las tiendas de cuidados de mascotas y los centros de cría autorizada.
Entre tú y tu meta solo hay un paso: obtener una buena formación. No lo dudes: rellena el formulario que encontrarás en esta página web. En poco tiempo te llegará toda la información que necesitas sobre uno de los mejores cursos que se imparten en nuestro país, en la actualidad. Y todo, sin compromiso alguno por tu parte. Un curso que incluye, atención, hasta 300 horas de prácticas en empresas, un plus que te dará acceso al mercado laboral y te permitirá aprender en un entorno real, con profesionales en activo. Sin duda, la mejor oportunidad para despegar.