Educación canina: tipos y características

La educación canina es un tema que cada vez interesa a más dueños y dueñas de perros (afortunadamente). Si no hace tanto tiempo nuestros amados canes eran solo una herramienta de trabajo, siendo sometidos en muchos casos a un maltrato intolerable, hoy las cosas son de otra manera. Son compañeros de vida, miembros de las familias por derecho propio. Pero no hay que olvidar que los perros son animales, no personas, y que para poder convivir con los grupos humanos y con otros animales deben tener la educación adecuada. Te invito a descubrir las distintas técnicas que existen y cómo llevarlas a la práctica con tu mejor amigo.

Educación canina: los perros también van al cole

Al igual que tú, de pequeño, fuiste a clase y aprendiste a dibujar garabatos y decir poesías, los perretes también tienen que ir a clase. Normalmente suele bastar con aprender en casa; con cariño, dedicación y paciencia, podemos conseguir que nuestras mascotas sean perfectamente capaces de vivir en sociedad, y vivan felices. Pero hay veces en las que no es posible obtener los resultados que queremos. Puede ser porque el perro tiene un carácter especial, porque ha sufrido algún tipo de maltrato o trauma (en el caso de canes adoptados) o porque sus compañeros humanos no tienen el tiempo, la paciencia o las habilidades necesarias para educarle…

¿Qué podemos hacer en estos casos? Está claro: acudir a un profesional. Un experto en adiestramiento canino puede ser clave para mejorar de forma sustancial su comportamiento, y también para dar pautas a los dueños que ayuden a la convivencia. Si te gusta el mundo de la educación canina y te ves compartiendo tu tiempo y tu cariño con los perros más molones, no lo dudes. Realizar un Curso de Adiestramiento Canino profesional te abrirá las puertas de este sector, y cambiará tu vida por completo. ¡Piénsatelo!

La educación canina profesional se basa en prácticas desarrolladas a lo largo de las décadas. Aunque, lógicamente, los profesionales tienen muchísimas más herramientas para aplicarla, a los dueños y dueñas también les conviene conocerlas. Estas nociones te pueden ayudar a comprender y a mejorar el comportamiento de tu perro: a continuación, analizamos los distintos tipos y sus características.

Adiestramiento tradicional. La letra, con palo NO entra

Si no te suena este dicho, enhorabuena: perteneces a una generación que se ha librado de unas prácticas de lo más perjudiciales. «La letra con palo entra» era la forma en la que, hace décadas, maestros y tutores justificaban los malos tratos a sus alumnos. Esta tendencia fue durante siglos la única «educación canina» (por llamarla de alguna manera) existente. Al perro se le educaba a palos, literalmente; si hacía algo que no gustaba a sus dueños, lo maltrataban. Un auténtico horror, ¿verdad?

Antes de nada, hay algo que todos debemos tener presente. Los perros, como comentaba antes, no son personas; cuando hacen algo que no nos gusta, su intención no es fastidiarnos, engañarnos o molestarnos. En su adiestramiento hay que eliminar todo lo personal, y tener muy en cuenta que es responsabilidad nuestra que aprendan buenas costumbres. Vamos, que si hacen algo que no queremos que hagan, la culpa no es suya: y es nuestro deber enseñarles a solucionarlo.

Por tanto, ya tenemos el primer tipo de adiestramiento canino. Recibe el nombre de «adiestramiento tradicional» y se basa en la enseñanza en negativo, es decir, en aplicar castigos a los perros cuando hacen cosas que no deseamos. Hoy, la mayoría de los profesionales se niega a recomendar esta técnica y apuesta por el refuerzo positivo, mucho más eficaz. Y por supuesto, mil veces mejor para el bienestar emocional y físico de nuestros mejores amigos. ¡Que es lo que, en definitiva, importa!

¿En qué consiste el adiestramiento canino en positivo?

En general, la mayor parte de expertos en educación canina apuestan por esta técnica. Como podrás imaginar, es todo lo contrario de la anterior. Este método consiste en premiar al perro cuando hace lo que le queremos enseñar. Así conseguimos que repita ese comportamiento, a la espera de recibir de nuevo la compensación. Es un sistema mucho menos traumático, tanto para el animal como para su compañero humano (o su adiestrador), y refuerza los lazos y los vínculos entre ambos.

Los premios que se le dan al animal suelen ser «regalos» de comida, o simplemente, caricias. Los perros son seres muy cariñosos y agradecen que se les demuestre amor. Se ha demostrado que este tipo de educación canina tiene muy buenos resultados, mejores que la tradicional. Dentro de la metodología en positivo, podemos destacar varios subtipos:

• Educación con clicker. Un clicker es un aparatito que hace un sonido de clic cuando lo presionamos. Esta técnica se basa en el caso del famoso perro de Pavlov, según el cual se acostumbra al animal a asociar la recompensa a un sonido específico. El método tiene tres fases: se le acostumbra al can a asociar sonido y recompensa. Después, a asociar sonido y tarea. Así, podremos usar el sonido para lograr que el perro realice la tarea, con recompensa o sin ella (un poco injusto, ¿verdad?).
• MAR. Son las siglas de Marca de Ausencia de Refuerzo. Consiste simplemente en no recompensar al animal cuando no hace lo que queremos, y al mismo tiempo marcar esta falta de recompensa con un gesto concreto (la Marca). De esta manera, cuando le hagamos ese gesto lo asociará con la falta de recompensa.
• Fomento de la conducta incompatible. Es simplemente distraer al perro para evitar que haga algo que no deseamos. Por ejemplo, si tiende a perseguir a otros perros, cuando vaya a hacerlo le ofreceremos un juguete para estimular su atención.

Estas son solo tres de las técnicas más importantes del adiestramiento canino en positivo. Pero hay muchas más; si te animas a formarte como profesional terminarás por dominarlas todas. Por otra parte, también hay algunos expertos que apuestan por la técnica mixta, combinando la educación canina tradicional y en positivo. En este sentido, te recuerdo lo que comentaba al principio: se ha demostrado que el uso de castigos no es todo lo eficaz que sería deseable y que pueden ser muy nocivos para el animal. ¡Tenlo en cuenta!

¡Fórmate como experto en educación canina!

El mundo del adiestramiento canino es fascinante. ¿Recuerdas los famosos programas que hacía «El encantador de perros»? Sí, aquel que cambiaba el comportamiento de los canes más revoltosos solo con mirarlos a los ojos… Sin llegar a esos extremos (solo creíbles dentro de un reality), trabajar como adiestrador es una fantástica opción para cualquier amante de los animales en general, y de los perros en particular.

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