¿Cómo enseñar a un perro a no ladrar?

¿Estás pensando en apuntarte al curso de Adiestramiento Canino de Nubika? Entonces seguro que te interesará lo que te vamos a contar en este artículo: hablaremos sobre cuáles son los principales motivos por los que ladran los perros y sobre cómo enseñar a un perro a no ladrar. ¿Te quedas para descubrirlo? ¡Empezamos!

“Si un perro ladra demasiado, tenemos que tratar de descubrir cuál es el motivo que hay detrás, qué es lo que intenta decirnos.”

Comportamiento canino: ¿por qué ladran los perros?

El ladrido es un comportamiento normal, los perros se comunican de esta forma con nosotros y con el resto de animales. No obstante, el problema surge cuando un perro ladra en exceso o en ocasiones en las que puede resultar molesto (por ejemplo, por la noche).

Si nuestro perro ladra mucho y con bastante frecuencia, tenemos que preguntarnos qué es lo que está intentando decirnos. Buscar la causa es importante, ya que podría tratarse de un problema de salud.

Algunos de los principales motivos por los que pueden ladrar los perros son los siguientes:

• Porque sufren un trastorno de ansiedad por separación.
• Porque tienen algún problema de salud.
• Porque tienen estrés.
• Porque se sienten solos.
• Porque quieren conseguir algo: jugar, salir a la calle, comida, etc.
• Para llamar nuestra atención.
• Para advertirnos de algo.
• Por malos hábitos.
• Por depresión.
• Por aburrimiento.
• Por frustración.
• Porque sienten miedo.
• Porque tratan de proteger su territorio o a su familia.
• Por un adiestramiento mal gestionado o inconsciente (premiar el ladrido sin darnos cuenta).
• Porque están felices.

Cómo enseñar a un perro a no ladrar: pautas básicas

Lo primero de todo es descartar problemas de salud: si creemos que esta podría ser la causa de los ladridos excesivos de nuestro perro, deberemos acudir con él a la consulta del médico veterinario.

En el caso de que este no sea el motivo de los ladridos, conviene seguir investigando y analizar bien la situación para tratar de descubrir la causa real. Lo ideal, sin duda alguna, es acudir a un experto en Adiestramiento Canino. Este profesional puede evaluar la conducta y el entorno del animal y averiguar lo que este trata de comunicar.

No obstante, existen algunas pautas básicas que podemos seguir para intentar enseñar al perro a no ladrar demasiado. ¿Las vemos? ¡Sigue leyendo!

Llama su atención con otro estímulo

Cuando tu perro esté ladrando mucho, distráelo con algo que haga ruido (por ejemplo, una lata con monedas). Así, llamarás su atención por un instante y se callará. En el momento en el que se tranquilice y deje de ladrar, tendrás que premiarlo para reforzar su conducta.

Enséñale el comando “calla”

En la fase del adiestramiento de obediencia, cuando el perro es joven y está aprendiendo, tenemos que procurar enseñarle el comando “calla”. Para ello, recurriremos a ejercicios de refuerzo positivo.

Recuerda, además, que los sistemas como el collar antiladridos no son muy recomendables, ya que pueden provocar estrés al animal e incluso agravar el problema.

No reforzar este comportamiento

En ocasiones, reforzamos sin querer el ladrido de nuestro perro: dándole comida para que se calle, acariciándolo para que se tranquilice, etc. Por eso, otra forma de evitar este problema es ignorar al animal cuando ladre demasiado. Al principio resultará molesto, pero con el tiempo irá dándose cuenta de que así no consigue nada (si es que ladra para pedir algo o para llamar nuestra atención).

Evitar los estímulos que provocan el ladrido excesivo

Algunas veces los perros ladran por culpa de algún estímulo externo: porque han visto pasar a un gato, porque intentan proteger la casa de las personas que ven desde la ventana, etc. Si este es el caso, la mejor solución es eliminar en la medida de lo posible el estímulo que causa el ladrido. Por ejemplo, cuando el perro se quede solo, cerraremos las persianas para que no vea a los gatos o a las personas que pasean por fuera.

Mantener una rutina y realizar ejercicio

Para evitar el estrés, la ansiedad, la depresión y ciertos problemas de conducta en nuestro perro, conviene procurar mantener una rutina diaria. Es decir, pasear siempre a las mismas horas, ponerle la comida a las mismas horas, irnos todos a dormir a las mismas horas, etc.

Por otro lado, también es muy importante que el perro realice el suficiente ejercicio físico. Procura que tu mascota juegue con sus amigos por el parque e intenta dedicarle el tiempo que necesite para que no se aburra demasiado. ¡Y proporciónale una alimentación sana, variada y suficiente!

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