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Etólogo felino: ¿cuáles son sus funciones?

9 marzo 2023
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Cada vez se concede más importancia al bienestar mental de las mascotas. Como nuestros queridos mininos, uno de los animales de compañía por excelencia. Velar por su salud psicológica forma parte de los cuidados que queremos proporcionarles en casa. Pero no siempre es fácil y menos sin la ayuda de un etólogo felino. Una figura profesional clave para lograrlo y mejorar las relaciones entre los humanos y estos simpáticos amigos. ¡Sigue leyendo y descubrirás por qué es tan importante ponerse en sus manos!

 

Etólogo felino o el cuidador de su bienestar emocional

Los gatos son mascotas alucinantes, no dejan de sorprendernos por mucho tiempo que lleven conviviendo con nosotros. Suelen ser muy curiosos, incluso divertidos y sociables. Su forma de actuar ante ciertas situaciones sigue siendo algo novedoso que nos llama mucho la atención. Y no digamos si se trata de una acción sin motivo aparente, como verles hacer un salto acrobático entre dos muebles o lanzarse a cazar alguna presa invisible. La etología y el etólogo felino tienen mucho que decir al respecto.

Estos animales se comportan de un manera u otra según su periodo de desarrollo (desde el neonatal hasta la vejez, 15 años o más) y esta ciencia nace de la necesidad del hombre de entender sus conductas innatas y aprendidas en cautiverio. Mininos, perros, tortugas… el universo de las mascotas es un mundo maravilloso para cualquier loco de los animales. ¿Trabajar con ellos es tu sueño? Plantéate hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Será el inicio de una carrera profesional repleta de emociones.

Volviendo a la figura del etólogo felino y a su relación con los mininos (los segundos animales de compañía más populares a nivel mundial) no hay duda de sus numerosos beneficios para su bienestar psíquico. Aunque es una realidad que aún queda bastante por investigar y descubrir sobre el entendimiento de esta especie que lleva relacionándose con el hombre más de 10.000 años. Sus conductas continúan siendo algo bastante desconocido.

 

El repertorio de tareas clínicas para recuperar su felicidad

Si en la actualidad se conoce mejor la naturaleza de estos seres que arrasan como mascotas, en gran parte es por la figura del etólogo felino. Estos profesionales pueden explicarnos por qué nuestro gato hace lo que hace en un momento dado de su vida, cuándo su conducta es anormal, cómo modificarla… Y, por supuesto, demostrarnos que no es cierto que sean ingobernables antes problemas de actitud de una vida anterior, sobre todo si son adoptados.

Incluso esta ciencia es capaz de ir más allá a través de su rama clínica. ¿Que qué es? Pues la práctica veterinaria encaminada a estudiar el comportamiento de los mininos para diagnosticar después sus problemas de conducta y finalmente determinar el tratamiento más indicado. Por eso, cuando decidimos acudir a un profesional de confianza formado en etología, su abanico de funciones es amplia.

Una de la principales competencias será hacer un estudio y evaluación del gato (doméstico o no) lo bastante completo como para establecer cuál es el origen de su conducta problemática, descartando que la razón sea de tipo orgánico. Suele contener información sobre sus costumbres y gustos que han podido ser facilitados por los dueños.

A medida que estos profesionales van conociendo más al animal, es habitual que lleven a cabo esquemas para describir el conjunto de comportamientos observados en él (es lo que se llama etograma). Para corregir conductas y así poder ser reeducados, pueden recurrir a técnicas como el contra condicionamiento y la desensibilización, recomendadas para tratar estrés, ansiedad o comportamientos compulsivos.

 

¿Cuándo hay que ponerse en sus manos?

Para cualquier cat lover la pregunta está clara: ¿en qué momento de la vida de nuestro gato debemos pensar en acudir a un etólogo felino? Los profesionales de esta rama de la psicología experimental o de la biología estudian las características de conducta distintivas de estos animales y su interacción con el mundo y las personas. A través de esta información trabajan para reconducir conductas alteradas o problemas de comportamiento.

Cada gato es un mundo, eso lo sabemos muy bien los que nos declaramos sus fans incondicionales. Pero al margen de que cada individuo posea una personalidad, algunos comportamientos naturales son propios de la especie sin que importe la raza de nuestro amigo. Pues bien, conocer en qué consisten estos comportamientos y respetarlos en su vida doméstica favorecerá el bienestar emocional del animal.

Pero si desconocemos qué conductas son instintivas y cuáles no, es fácil perjudicar su salud emocional. ¿Un ejemplo? El marcaje de uñas. Los gatos necesitan rascar, no es bueno prohibírselo o castigarles porque lo hagan. Incide positivamente sobre su calidad de vida y felicidad junto a nosotros porque les sirve para liberar estrés, además de limar sus uñas. Consultar a un étologo felino nos permitirá conocer las necesidades reales de nuestro gato y aprender a reconocerlas, en vez de cometer errores de este tipo.

 

¡Atención a estas señales!

Resumiendo, estos profesionales se han formado para resolver una serie de conductas que no son innatas, minimizarlas y descubrir el origen para evitarlas. Estas son las más comunes (pero pueden darse otros casos) y son motivo suficiente como para ir a la consulta de un etólogo felino:

  • Agresividad hacia otros animales o personas: suele ser un conducta problemática y los etólogos felinos llegan a enfrentarse a siete tipos diferentes, entre ellos la generada por frustración es muy frecuente.
  • Estrés: casi siempre el estresor suele ser de carácter ambiental y el minino puede sufrir un episodio agudo sobre el que se debe actuar cuanto antes.
  • Hacer sus necesidades fuera del arenero: quizá la razón se encuentre en algún cambio en su forma de vida o por una causa orgánica que habrá que descartar.
  • Vocalización excesiva: si no se trata de gatas en celo o embarazadas, esta conducta puede estar relacionada con problemas neurológicos o algún trastorno psicológico.
  • Conductas repetitivas: también llamadas estereotipias, son esas acciones que siguen una misma secuencia sin ningún fin. Además de llamativas, son una señal de que nuestro gatito no está bien.

 

Prepárate como ATV y ¡haz realidad la profesión de tu vida!

El mundo gatuno ha conquistado el corazón de muchas personas que viven felices en su compañía. Aunque se desviven por darles buenos cuidados y disfrutar de una convivencia ideal, también los mininos reclaman la atención de profesionales que garantizan su estado de salud, tanto el físico como el mental, con el etólogo felino en primera línea. Un curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario es el trampolín que necesitas para adentrarte en una profesión tan maravillosa como esta.

Trabajarás codo con codo con equipos médicos veterinarios ayudando en técnicas de exploración, medicina preventiva… Si te estás planteando muy en serio hacerlo, lo mejor que puedes hacer es rellenar el formulario que verás en esta web. Enseguida te llegará información detallada sobre una formación con una metodología innovadora, diseñada a la medida de las capacidades y necesidades personales del alumno.

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