¿Qué es la fibrosis pulmonar en perros?

Nadie desea ver a un ser querido sufriendo los síntomas de una enfermedad. Y por descontado, esta preocupación es cien por cien aplicable a nuestros queridos amigos caninos. Si un afortunado día dejaste entrar en tu vida a uno de estos peludos, quizá ya hayas oído hablar de la fibrosis pulmonar en perros. O no, y por eso mismo te interesa acercarte a esta patología (aunque sea por curiosidad o prevención). Sobre todo si tu mascota es un westy, una de la razas más proclives a padecerla. ¡Te contamos cómo detectarla y tratarla!

Fibrosis pulmonar en perros. ¿Ellos también?

Cuesta creer que eesta enfermedad, tradicionalmente atribuida al ser humano como patología crónica respiratoria, también forme parte de la historia clínica de nuestros perros. Pero así es: la fibrosis pulmonar en perros coincide en sus principales signos con la que padecen en España 20 de cada 100.000 españoles. Y a las dos se las denomina idiopáticas (FPI), término que, según la RAE, significa “enfermedad de causa desconocida”.

Paralelismos aparte, ¿Cómo afecta esta enfermedad a los canes? La fibrosis puede darse en cualquier tejido del cuerpo. Pero en este caso, el tejido fibrótico se acumula en el intersticio pulmonar y en los espacios aéreos periféricos. Estudiar el origen de patologías tan extrañas es el sueño de muchos amantes de los animales; y como está claro que eres más, no dejes de plantearte realizar un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Es una decisión que podría cambiar tu vida…

Volviendo a la fibrosis pulmonar en perros, tal y como podrás sospechar, la calidad de vida de nuestros amigos se reduce porque este tejido fibroso en sus pulmones cicatriza y se vuelve grueso, disminuyendo la capacidad de intercambiar oxígeno a su torrente sanguíneo. Es decir, disminuye su función pulmonar de una forma crónica y progresiva. Y si, nos pone muy tristes.

La buena noticia es que no suele darse en cachorros o canes de corta edad. Al contrario, si algo sabemos a ciencia cierta es que se asocia ante todo con ejemplares adultos, por lo general con más de 9 años. Y tampoco hay evidencias de que exista una predisposición sexual: puede aparecer tanto en machos como en hembras.

¿Qué puede desencadenarla? Todo un dilema científico

Teniendo en cuenta que la fibrosis pulmonar en perros es una patología aún en estudio, la ciencia no deja de argumentar teorías que expliquen las posibles causas de esta dolencia crónica e irreversible. Que, por cierto, cada vez avanza más también entre las personas… Ni los VIP se libran de ella: en 2018 se anunció que la princesa Mette-Marit de Noruega sufre una variante inusual de la enfermedad.

• Unas de las teorías más extendidas pone el foco en la genética como causa probable. En concreto, la raza escocesa West Highland White Terrier, más conocida como westy, es de las más mencionadas en los estudios que tratan la fibrosis pulmonar en perros. Aunque en realidad, todas las razas terrier parecen contar con dicha predisposición; y eso incluye a los Border, Norfolk, Cairn y Staffordshire.
• Los entornos ambientales poco sanos también se encuentran en la lista. Al parecer, cuando un perro está expuesto al polvo, las sustancias nocivas, el humo del tabaco o la contaminación del aire de su ciudad, hay más posibilidades de que llegue a contraerla.
• Las infecciones respiratorias que se vuelven crónicas también son un peligro para nuestros amigos peludos. Algo más común de lo que nos gustaría pensar en estas mascotas; si no fueron bien tratadas en su momento, pueden evolucionar hasta generar con los años una fibrosis pulmonar en perros.
• Tampoco se descarta que una de las causas se deba a otra de las enfermedades que el ser humano comparte con el mundo perruno. El cáncer, y en concreto los quistes pulmonares cancerígenos diagnosticados en algunos perros, pueden derivar en una acumulación de tejido fibroso que fomenta el desarrollo de esta enfermedad a la larga.

Síntomas que pueden indicar fibrosis pulmonar en tu mascota

Cuanto antes sepamos que nuestra mascota padece esta dolencia, antes podremos ayudarla con tratamientos que aliviarán los síntomas, estabilizarán su salud y alargarán su vida. El hecho de que haya un diagnóstico clínico firme no debe hacernos tirar la toalla. ¡Nada de ponernos dramáticos!

Desde la aparición de sus primeros signos clínicos, los canes afectados pueden vivir entre 16 meses y varios años. Siempre que su calidad de vida sea máxima, gocen de un entorno saludable y reciban todas las atenciones médicas que necesiten, además de amor. Aunque tenlo en cuenta: puede que necesiten ser hospitalizados para recibir oxígeno, o administrarles broncodilatadores para dilatar sus vías respiratorias.

Acudir al veterinario de confianza ante la mínima sospecha de que algo no va bien es lo mejor que podemos hacer. Cuando aparecen las primeras señales, suele significar que la fibrosis pulmonar en perros está avanzada. Además, dichas señales no son específicas de la enfermedad sino que coinciden con las de patologías cardíacas. Estate al tanto de:

• Letargo e intolerancia al ejercicio
• Pérdida de apetito
• Cianosis
• Tos persistente y falta de aliento
• Taquipnea y jadeo
• Síncopes

¿Cuándo hay que acudir a la consulta del veterinario? (sí o sí)

El diagnóstico correcto de esta enfermedad respiratoria por parte no suele quedarse en un completo examen físico del can y estudiar su historial clínico. Lo más normal es que considere necesario recurrir a otras pruebas complementarias, para obtener un correcto cuadro de su sistema respiratorio y cardiovascular.

• Hematología y química sanguínea. A través de estas pruebas, es posible detectar cualquier incremento de glóbulos rojos, síntoma de la hipoxia que el trastorno funcional de sus pulmones le genera al can.
• Radiografía de tórax. Puede ser una prueba decisiva para diagnosticar la fibrosis pulmonar en perros: el tejido fibroso se aprecia fácilmente con esta radiología.
• Ecocardiograma ecocardiografía. La primera prueba es muy útil para apreciar un agrandamiento del corazón; la segunda permite descartar si el perro sufre hipertensión pulmonar, ya que un alto porcentaje de canes con fibrosis la padecen.
• Tomografía computerizada. Si el veterinario valora hacerla, podrá observar los pulmones del animal en tres dimensiones.

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