En este artículo abordaremos numerosos estudios científicos sobre cómo sienten los gatos para desmitificar la creencia popular de que son ariscos y fríos. Para ello, ahondaremos en las claves de su comportamiento, entenderemos cuál es su forma de expresarse con nosotros y cómo podemos detectar una emoción u otra en este gran felino. ¿Los gatos tienen o no tienen sentimientos?
Para entender cómo se siente un felino es fundamental distinguir entre sus emociones y sus sentimientos, porque, aunque parezca que son lo mismo, existen grandes diferencias.
Sentimientos o emociones felinas
Por un lado, las emociones son respuestas neuroquímicas y hormonales que sirven como respuesta a un estímulo concreto y, aunque muchas de ellas son instintivas, otras se deben al aprendizaje. Un ejemplo de emoción que se manifiesta en nuestro felino, puede ser el miedo que siente al ver una serpiente, algo instintivo aprendido a través de sus antepasados.
La diferencia de las emociones respeto a los sentimientos es que estos incluyen la evaluación consciente de la experiencia. Los sentimientos tienen un proceso reflexivo y de autoconciencia.
En nuestro caso, como seres humanos, podemos reflexionar sobre nosotros mismos, creando un autoconcepto de nuestra persona. Nos diferenciamos del resto de personas y sentimos emociones de forma complejas, como son la vergüenza, la culpabilidad, la frustración... Es decir, tenemos sentimientos y experimentamos emociones.
En el caso de los felinos no está demostrado que posean autoconciencia, sino que son puramente emocionales y han aprendido a través de la experiencia o, por naturaleza propia, a responder distintas situaciones de la forma más adecuada.
Los felinos sienten miedo ante estímulos peligrosos, o alegría ante estímulos agradables, por ello, no podemos decir que tengan sentimientos como tal, porque no reflexionan sobre las experiencias, sino que aprenden sobre ellas, y sobre todo evolucionan.
Un ejemplo puede ser el miedo que habitualmente experimentan los gatos al relacionarse con sus opuestos, los perros. Sin embargo, si un gato crece con un compañero canino en el mismo hogar, puede desarrollarse un vínculo afectuoso entre ellos, y el perro ya no es visto como amenaza para él.
En definitiva, para que podamos comprender a nuestro gato es necesario que nos pongamos en su piel, que pensemos como un felino tratando de evitar nuestra perspectiva humana. Así lograremos entender e, incluso, anticiparnos a sus emociones. ¿Y qué emociones despertamos en nuestro gato? ¿Qué es lo que piensan de nosotros? Veamos qué dicen los estudios científicos.
¿Los gatos tienen sentimientos hacia sus dueños?
John Bradshaw, es experto en conducta gatuna de la Universidad de Bristol y autor del libro Cat Sense (En la mente de un gato). Tras varios años observando la conducta de los gatos domésticos, considera que los gatos nos ven de forma diferente a los perros. Pero, ¿esto qué quiere decir?
Pues bien, afirma que los perros cambian su comportamiento cuando nos ven. Un ejemplo es la forma de jugar que tienen entre ellos muy diferente a cuando juegan con nosotros. Esto significa que no nos ven como ellos, tristemente no somos uno más de su manada.
Sin embargo, los gatos, cuando nos ven, no cambian su comportamiento respecto a sus congéneres, nos tratan, pues, como si fuésemos otro gato.
Levantar la cola, frotarse con nuestra pierna, sentarse a nuestro lado, es exactamente lo mismo que hacen los gatos con otros gatos.
Es más, nuestro felino nos ve como si fuésemos sus padres, como fuente de seguridad física y afectiva; creando un enorme vínculo de afecto hacia nosotros. Entonces, en detrimento de lo que se cree de los gatos como seres fríos y distantes, en comparación a otras mascotas, los gatos sí sienten afecto hacia sus dueños.
Esta afirmación se respalda mediante el estudio de la Dra. Kristyn Vitale, investigadora del departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Oregón, publicado en la revista Current Biology, con título Vínculos de apego entre gatos domésticos y humanos.
En él, se tomaron un número determinado de gatos con sus dueños que fueron llevados a una habitación. En un primer momento, se mantenían juntos, luego el gato se quedaba solo unos dos minutos, y finalmente el dueño regresaba. Los resultados mostraban que en torno a un 68,6 % mostraba un apego seguro y un 31,4 % mostraba un apego inseguro. En este último, el vínculo entre el gato y su dueño estaba contaminado por el miedo, y también podía variar en función del temperamento del gato.
Así pues, también se evidenció que para analizar los rasgos sociales que los gatos comparten con humanos, y que originalmente siempre se les atribuyeron a perros, es preciso que se tomen otros modos de análisis y mecanismos de estudio para los gatos, teniendo en cuenta la diferencia de especies y las distintas habilidades sociocognitivas.
Entonces, a la pregunta de si los gatos sienten hacia nosotros, la respuesta es rotundamente sí, siempre partiendo de la base de que le damos todo lo que precisen, es decir, que lo cuidamos como se merece.
No te olvides que, a pesar de ser más bien temperamentales debido a su propia personalidad, ellos sienten afecto y les gusta ser sociables, por ello, que sientan y le expresemos afecto es de vital importancia para nuestro amigo.
A continuación, pasamos a ver una de las emociones más fuertes que los gatos perciben hacia sus dueños, el echarnos de menos. Veamos cómo se sienten cuando nos ausentamos o, por el contrario, cuando regresamos a casa.
¿Tu gato te extraña?
Los gatos se relacionan con nosotros y otros gatos utilizando todos sus sentidos, y gracias a ello componen una imagen y elaboran sus recuerdos. Así pues, están muy apegados a sus rutinas por lo que conocen muy bien su entorno, su casa y a su familia humana. Por este motivo, no llevan bien las mudanzas o estar lejos de sus amigos humanos.
Es tal el apego que los gatos tienen a sus dueños que tristemente pueden dejarse morir si llegan a ser abandonados; en estos casos sufren mucho: no comen, no beben y, por lo tanto, pueden terminar enfermando y muriendo.
Debes saber que las rutinas son muy importantes para los gatos y sufren mucho estrés si pierden su figura de lugar y apego, porque tal y como vimos anteriormente, establecen un vínculo importante con su humano de referencia.
Del mismo modo, el gato puede recordar a su humano durante años, prácticamente durante toda su vida, aunque, de ser necesario, muchos pueden aceptar formar parte de otra familia.
Esto no será un proceso sencillo y costará un periodo de adaptación; deberá tener todo lo necesario en un ambiente enriquecido donde pueda realizar sus actividades propias como trepar, encaramarse a un lugar elevado, rascar, y que pueda descansar.
No te olvides que los gatos también disfrutan de su propio tiempo, pero todo dentro de una rutina, si vuestra vida juntos sigue un orden le harás eternamente feliz y tú también lo serás. Te echará de menos cuando vayas a trabajar, pero sabrá cuando volverás.
¡Recuerda! si rompes sus hábitos, por ejemplo, por unas vacaciones, piensa en dejar a alguien para que lo cuide, no te reemplazará por el nuevo cuidador, pero mientras tanto estará entretenido y no se sentirá tan solo. También puedes llevártelo contigo, aunque como hemos visto, muchos gatos no llevan bien los cambios de hogar, en todo caso entiende cómo es tu gato porque no hay dos iguales, psicológicamente hablando.
Hasta ahora hemos estado reflexionando sobre las emociones de los gatos, pero, y ¿las nuestras?; nosotros podemos saber cómo nos sentimos, pero ¿nota tu gato cómo te sientes? ¿sabes cómo le afectan tus estados anímicos? ¡Vayamos con ello!
¿Los gatos perciben nuestras emociones?
Completamente, la respuesta es sí, el gato analiza cómo te encuentras e incluso puede verse afectado por nuestros cambios: nervioso, triste, aburrido... Es un animal muy observador, tanto que es capaz de analizar “tus vibraciones”, porque para él, nosotros lo somos todo. También, pueden detectar variaciones en nuestro organismo que se corresponden con un cambio de salud, como alteraciones de nuestra temperatura u de olor, gracias a su gran olfato.
Estas afirmaciones se recogen en este estudio de la Universidad de Oakland que sugiere que los gatos son más receptivos a las emociones humanas de lo que se pensaba hasta entonces. Para ello realizaron una muestra de doce gatos con sus dueños, que mostró que los felinos se comportan de manera diferente en función de si sus dueños sonríen o parecen enfadados.
Del estudio, se sugiere que los gatos con el tiempo, pueden aprender a leer las expresiones faciales específicas de su dueño porque han aprendido a asociar sus sonrisas con recompensas y atención positiva. Con este trabajo los científicos afirman que los gatos no son tan indiferentes como afirma la creencia popular.
¿Y nosotros? ¿Podemos leer las expresiones faciales de nuestro felino?
Georgia Mason, investigadora de la Universidad de Guelph, junto a otros científicos, afirman en su artículo publicado en news.uoguelph.ca lo siguiente:
"Las personas son expertas en procesar las expresiones faciales de los demás, por lo que es posible que también podamos usar esa capacidad para procesar rostros de otras especies, como los gatos"
Los investigadores dicen que comprender las señales faciales felinas puede ayudar a los propietarios y al personal veterinario a manejar mejor la salud y el bienestar de los gatos. Aunque todavía queda mucho que investigar al respecto, este estudio es el principio del camino a entender más sobre estos grandes animales.
Finalmente, como hemos podido deducir de los numerosos estudios publicados, los gatos son animales con emociones complejas que poco a poco son explicadas por la comunidad científica y que ayudan a desmitificar falsas creencias sobre estos seres increíbles, llenos de virtudes.
Recuerda que si no tienes gato, pero deseas adoptar a uno de ellos, deberás darle tiempo para que se adapte sin forzar la relación, tendrás que mostrarle mucha paciencia y sobre todo entendimiento. Del mismo modo, si quieres continuar aprendiendo sobre la etología felina, te invitamos a que eches un vistazo a nuestra formación de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Etología canina y felina Podrás adquirir la formación necesaria para trabajar con este maravillo animal y otras especies fantásticas. Si esta es tu pasión, no esperes mucho más para formarte.