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Manejo de la lipidosis hepática en gatos en la clínica veterinaria

18 julio 2024
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Nuestras mascotas pueden padecer enfermedades muy similares a las de los humanos. Entre las enfermedades más frecuentes en animales hay patologías más graves que otras, más difíciles de diagnosticar y tratar si no se identifican tiempo. Es el caso de la lipidosis hepática en gatos, afección de la que te hablamos en este blog, en donde también podrás comprobar la importancia de una correcta alimentación felina pautada por profesionales veterinarios formados en nutrición animal o especializados en formaciones como el Curso de Nutrición Animal: canina, felina y equina.

Qué es la lipidosis hepática felina y cuál es su importancia clínica

La lipidosis hepática felina, también conocida como hígado graso felino, es una patología que sufren los gatos que se da cuando se acumula grasa en el hígado. Esta excesiva acumulación puede llegar a ser grave si no se diagnostica y trata adecuadamente, por lo que es importante su identificación e intervención temprana para disminuir las posibilidades de que la patología sea mucho más grave y mitigar los efectos de su tratamiento.

Esta patología afecta al funcionamiento hepático del felino, es decir, a la función reguladora de nutrientes del hígado, entre otras. Una excesiva acumulación de grasas puede derivar en disfunción hepática, haciendo que el hígado no pueda producir proteínas o regular el metabolismo, además de una insuficiencia hepática.

No existe una causa única por la que la grasa se pueda acumular en el hígado del gato, pero sí aparece cuando el animal deja de comer o reduce drásticamente su ingesta habitual de alimentos por un tiempo. Cuando el animal no consume las calorías suficientes, su cuerpo comienza a trabajar con la grasa acumulada. Pero en el caso de los gatos, no suelen metabolizar la grasa de manera óptima, llegando así a acumularse en el hígado.

Cuando el gato o gata deja de comer, y antes de que se detecte y diagnostique como lipidosis hepática, también puede deberse a enfermedades crónicas (renales, diabetes, hipertiroidismo o infecciones), estrés o cambios en el ambiente habitual del felino o problemas dietéticos. Más adelante, veremos mejor los síntomas de la lipidosis hepática en gatos.

Identificación y síntomas clínicos de la lipidosis hepática en gatos

Si no se diagnostica a tiempo, la lipidosis hepática en gatos puede resultar mortal, pero con una identificación temprana se puede tratar y mejorar. Para ello, es imprescindible reconocer sus síntomas e identificación clínicos. Desde casa, hay una serie de patologías que podrían alertar de la presencia de esta afección hepática en gatos:

  • Pérdida de apetito y pérdida de peso
  • Aparición de ictericia, reconocida por la coloración amarillenta en piel, mucosa, encías y ojos
  • Vómitos
  • Cansancio y debilidad
  • Deshidratación
  • Hipersalivación
  • Alteraciones neurológicas, como la pérdida de movilidad o la desorientación
  • Diarrea

Protocolos diagnósticos y terapéuticos en la lipidosis hepática felina

Si detectas alguno de los síntomas mencionados, es importante acudir a una exploración clínica veterinaria para una correcta identificación de la lipidosis hepática en gatos. La historia clínica además de una exploración física, junto con pruebas de laboratorio como análisis de sangre o hemogramas sirven al equipo veterinario para identificar la enfermedad.

Las pruebas de laboratorio detectan anemias o infecciones en sangre, además de realizar un estudio del perfil bioquímico en sangre con el que detectar:

  • Elevaciones o alteraciones en enzimas hepáticas
  • Bilirrubina elevada, indicando ictericia
  • Ácidos biliares elevados

Si los resultados son positivos y elevados, hay lipidosis hepática. En ocasiones cuando está muy avanzada la lipidosis, las radiografías abdominales o biopsias hepáticas son necesarias para una exploración en detalle. Una vez realizado el protocolo de diagnóstico, el gato puede necesitar de protocolos terapéuticos en los que son habituales el soporte nutricional, pero también la medicación y suplementación con:

  • Vitaminas
  • Antioxidantes
  • Protectores hepáticos
  • Antieméticos

Prevención de la lipidosis hepática: enfoques basados en la evidencia

Detectar los síntomas de la lipidosis hepática felina e identificar su estado y tratamiento precoz es fundamental para mejorar la calidad de vida del gato y reducir la mortalidad de esta afección. El sobrepeso, la mala alimentación o cambios continuos de ambiente son factores que aumentan las posibilidades de que tu gato padezca esta u otras enfermedades. En Nubika, te dejamos con algunas recomendaciones que pueden prevenir y mitigar la aparición de lipidosis:

  • Dieta equilibrada, evitando el exceso de grasas
  • Control de peso
  • Introducción progresiva de nuevos alimentos en la dieta
  • Reducir los entornos estresantes para el gato
  • Fomentar el juego rutinario en el gato
  • Revisiones y chequeos veterinarios regulares

Nutrición óptima para la salud hepática en gatos

Como ya has visto, la nutrición equilibrada juega un papel fundamental en la prevención de la lipidosis hepática en gatos u otras enfermedades que afecten al hígado. Para mejorar la alimentación de tu felino de forma que también mejore su salud hepática es recomendable:

  • Una dieta baja en grasas y alta en proteínas. Las proteínas proporcionan aminoácidos necesarios para la regulación hepática y las grasas deben proceder de fuentes grasas con omega-3, ya que tiene propiedades antiinflamatorias. Alimentos como pollo, pavo o pescado son altos en proteínas.
  • Suplementación vitamínica. Complementos vitamínicos como los antioxidantes para la protección de las células hepáticas, los ácidos grasos omega-3 para la reducción de grasas o la adenosilmetionina para reducir la inflamación son pautados por profesionales veterinarios.
  • Hidratación óptima. Estar pendiente de que el gato beba agua fresca y limpia, y que esté hidratado facilitará la mejora y funcionamiento hepático de su organismo, evitando patologías renales.

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Bibliografía:

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