Marsopa común: conoce a este pequeño cetáceo

¿Qué parece un delfín y no lo es? La marsopa común podría dar pie a muchas adivinanzas, pero se conforma con ser uno de los animales del planeta que genera más equivocaciones.

No solo se la confunde con estos ejemplares, sino que comparte nombre con la familia a la que pertenece. En el Curso de Especialista en Mamíferos Marinos de Nubika puedes conocer todas las especies de este grupo, pero hoy vamos a centrarnos en la más habitual. ¡Anímate a descubrirla!

¿Qué es una marsopa?

La marsopa es un tipo de mamífero marino que se extiende por muchas partes del mundo. Se encuentra en los ríos, en el mar o incluso en los polos, y se divide en un total de siete especies.

Hay siete tipos de marsopa, entre las que se encuentra la negra, la común y la vaquita marina

Algunas de ellas son muy curiosas, como la marsopa negra— que presenta ese color solo cuando ha fallecido— o la vaquita marina, gravemente amenazada. Sin embargo, y a pesar de sus diferencias, todas tienen en común el mismo récord: el de ser los ejemplares más pequeños del grupo de los cetáceos.

La más fácil de ver es sin duda la marsopa común, que reside en las aguas costeras de multitud de países. Es verdad que se parece a un delfín, pero es una versión más chata y redonda. ¡Y mucho menos sociable!

A pesar de ello, muchos usan el término “marsopa” para referirse a los individuos de menor tamaño de la familia Delphinidae. Al terminar este artículo, la separación entre ambos te parecerá evidente. ¡Palabra!

Marsopa y delfín: estas son las diferencias

A lo mejor crees que se necesita ser un especialista para diferenciar a un delfín de una marsopa común. Sin embargo, y siempre que te fijes en los detalles correctos, puedes lograrlo fácilmente con un rápido vistazo.

Lo primero que tienes que comprobar es la forma de su cuerpo. Como adelantamos antes, los delfines tienen una estructura más esbelta, con un hocico alargado y una aleta menos puntiaguda.

Los delfines son más grandes que las marsopas y tienen los dientes en forma de cono en lugar de planos

Otra diferencia importante son los dientes, que en las marsopas son planos y no de aspecto cónico. También son más pequeñas, aunque tienen la misma expresión amigable en la cara que hizo a Flipper tan querido.

Características de la marsopa común

Te hemos dicho en qué se diferencia de un delfín, pero, ¿cómo es una marsopa común? Se trata de un cetáceo de apariencia tierna, con una coloración pensada para ayudarla a camuflarse.

El gris de su lomo y el crema de su barriga se confunden con la tonalidad del agua y del lecho marino. Su longitud es similar a la de un ser humano— entre los 1,4 y los 1,9 metros—, y las hembras pueden alcanzar los 76 kilos.

De hecho, son más grandes que los machos, que pesan 16 kilogramos menos. Ambos tienen dos aletas en la parte posterior del cuerpo y otra dorsal en forma de triángulo, cerca del espiráculo por el que respiran.

Con él emiten una especie de chasquidos, imprescindibles para su capacidad de ecolocalización. Gracias al modo en el que el sonido “rebota” en un objeto, pueden saber dónde se encuentra, algo muy provechoso cuando están de caza.

Las marsopas comunes son capaces de localizar objetos muy lejanos a través de la ecolocalización

Si tenemos en cuenta la composición de su dieta, esta especie de “superpoder” se vuelve aún más valioso. La alimentación de la marsopa común está formada por peces como arenques y sardinas, ejemplares pequeños y, por lo tanto, difíciles de localizar.

Incluso con la ayuda del espiráculo, se pasan horas buscando qué comer. La cantidad de peces necesarios para cubrir sus requerimientos nutricionales representa cerca del 8% de su volumen corporal. Como ves, ¡es una tarea laboriosa!

¿Dónde vive la marsopa?

El nombre de marsopa común indica dos cosas. Una, que es una de las especies de la familia Phocoenidae menos amenazada y, por lo tanto, más abundante. Y otra, que sus ejemplares no son nada difíciles de encontrar.

Como prefieren las zonas cercanas a la costa, sus avistamientos resultan muy comunes. De hecho, estos cetáceos muchas veces se quedan varados en la orilla, justo por acercarse más de lo conveniente.

A nivel geográfico, les gusta la frialdad del mar Negro, y también se les puede observar en el norte de los océanos Atlántico y Pacífico. E incluso a la hora de desplazarse difieren de sus primos los delfines: la marsopa es la reina de la sutileza y se desplaza rápida y silenciosamente.

Un comportamiento tímido y solitario

Su color, su forma de moverse… Todo en la marsopa común parece hecho para no llamar demasiado la atención. Y no da lugar a engaño: hablamos de una especie más bien tímida, enemiga de alborotos y de grandes multitudes.

Está lejos de ser violenta, pero también de ser sociable. Lo normal si te topas con una es que se distancie de ti, y que lo haga sola o en grupos pequeños.

Muchos están formados por las hembras y sus descendientes, ya que las crías de la marsopa suelen permanecer con sus progenitoras al menos un año. Las madres las gestan cerca de once meses y dan a luz a un único ejemplar cada vez.

Aunque dijimos que no son agresivas, sí que se toman en serio la reproducción de sus genes. Los machos combaten por el acceso a una pareja y empiezan a aparearse a partir de los 3 años, pero los “novios” no generan vínculos demasiado estrechos. ¡Qué frialdad!

¡Explora el océano!

¿Conocías a la marsopa común? Su apariencia simpática y su ecolocalización la convierten en un animal fascinante, sobre el que puedes aprender mucho más en el Curso de Especialista en Mamíferos Marinos de Nubika.

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