Conoce a la vaquita marina: un mamífero muy especial
Algunos de los tesoros que oculta el océano son especialmente difíciles de ver. Entre ellos está la vaquita marina, uno de los cetáceos más singulares que puedes encontrar. Su pequeño tamaño y los colores de su rostro le confieren un aspecto dulce que, lamentablemente, no le ha servido para blindarse frente al ser humano. Muchos programas de protección se esfuerzan actualmente para conservar la especie. ¡Descubre qué la caracteriza!
¿Cómo es la vaquita marina? Sus características
Conocer cada una de las características de la vaquita marina (Phocoena sinus) ha sido un auténtico ejercicio de paciencia. Y el motivo es que se dan tres variables. Por un lado, se trata de una especie localizada en un único lugar del mundo, y que, además, es muy tímida en su relación con las personas. Tampoco es muy abundante, así que los avistamientos son más bien escasos.
La vaquita marina posee manchas alrededor de los ojos y sobre la boca
Con todo, sabemos que se trata de un mamífero marino similar a los delfines, pero con los dientes aplanados, la nariz redonda y las aletas más grandes en relación con su cuerpo. Posee un vientre blanco y un lomo gris oscuro, en el que sobresale una aleta con forma triangular.
Especialmente curioso es su rostro, que está decorado con manchas negruzcas. Le colorean la piel alrededor de los ojos y también los labios, dándole la apariencia de llevar siempre una gran sonrisa bajo el hocico.
Los tamaños de la vaquita marina a lo largo de su vida
A los motivos por los que es difícil ver a la Phocoena sinus hay que añadirle su tamaño. Es la marsopa más pequeña del mundo, con únicamente 1,4 metros de longitud en los machos adultos, y 1,5 metros en las hembras.
El peso supera ligeramente los 50 kilos, pero difiere mucho en función del momento de su ciclo vital. No hace falta tener mucha fuerza para cargar a una vaquita marina bebé, ¡basta con ser capaz de levantar 7,8 kilogramos!
A pesar de ser pequeñas, las madres se toman su tiempo entre una y otra cría. Suelen tardar cerca de dos años en alumbrar de nuevo, y lo hacen normalmente en marzo. Tras nacer, los cachorros lactan durante alrededor de ocho meses, y necesitan al menos media década para empezar a reproducirse. En toda su vida adulta, una hembra no tendrá más de siete hijos, así que… ¡cada uno es oro!
¿De qué se alimenta este curioso animal?
Ya sabes cómo es, pero, ¿de qué se alimenta la vaquita marina? Si fuera una persona, siempre usaría el tenedor del pescado. Y es que siente pasión por los calamares y los peces pequeños, a los que caza gracias al ruido que hacen al moverse.
Este cetáceo consume peces pequeños, plancton y crustáceos como los camarones
En conjunto, toma más de una veintena de especies distintas, entre las que se encuentran las truchas, las anchoas, los peces sapo y las corvinetas. También le gustan los camarones y otros especímenes que residen en aguas poco profundas.
Asimismo, y al igual que ocurre con las ballenas, consume plancton. Realizan sus ingestas con lentitud, otra de las semejanzas que tienen con los bovinos además de las manchas.
Vaquita marina: este es su hábitat
Es difícil que te encuentres con una Phocoena sinus por casualidad. Para dar con ella debes dirigirte concretamente al Golfo de California o mar de Cortés, una zona que se sitúa entre la parte baja de esta región estadounidense y el noroeste de México.
Es decir, que el hábitat de la vaquita marina es cálido, aunque tolera un rango mayor de temperaturas que otras marsopas. Puede vivir sin dificultades entre los 12 y los 36 grados centígrados, preferiblemente en aguas turbias y cercanas a las zonas costeras.
La especie solo puede encontrarse en el mar de Cortés, habitualmente cerca de la costa
De hecho, no suele alejarse más de 30 kilómetros de tierra firme. Así tiene más posibilidades de estar sobre el limo, en el que encuentra nutrientes para complementar su dieta. Si estás especialmente interesado en dar con una, puedes dirigirte al Golfo de Santa Clara, las Rocas Consag o San Felipe. Se han localizado varias por la zona y verlas (sin molestarlas) es todo un espectáculo.
¿Está la vaquita marina en peligro de extinción?
Se la conoce también como cochito, masopa del Golfo de California o marsopa vaquita. Pero, desgraciadamente, la especie está en camino de tener más nombres que ejemplares.
Aunque no se sabe con exactitud cuántas vaquitas marinas quedan, en 2018 se calculaba que el número estaba por debajo de los 20 individuos. La cantidad es angustiosa y hace difícil la recuperación del cetáceo, que podría llegar a desaparecer en poco tiempo.
Existen varias razones por las que la vaquita marina está en peligro de extinción. Y los tiburones y las orcas, sus principales depredadores, no se encuentran entre ellos. El mayor enemigo de estos animales son las redes que se extienden para pescar totoaba, un tipo de corvina, también bajo protección, con una vejiga muy valorada en la medicina tradicional china. Las vaquitas se quedan atrapadas en estas mallas de gran tamaño, y muchas acaban muriendo al no poder subir a la superficie para respirar.
La pesca de la totoaba ha disminuido gravemente la población de la vaquita de mar
Las redes también arrasan el fondo marino, mermando la cantidad de alimento que tienen a su disposición. Durante los últimos años, se han activado diversos planes para conservar la especie, pero los frentes son numerosos.
El Río Colorado que desemboca en el mar de Cortés, por ejemplo, ha contaminado y disminuido su caudal por la acción humana. Lo mismo les ha ocurrido a las costas con las que las vaquitas hacen fronteras, que se han visto degradadas por las edificaciones.
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