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Medusas que no pican: ¿cuáles son?

29 marzo 2024
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En un mundo ideal, podríamos comer patatas fritas de bolsa sin parar no nos sentarían mal. Las máquinas taladradoras de las obras a pie de calle serían silenciosas, “madrugar” ni siquiera sería un concepto y los golpes en el dedo meñique del pie con el mueble del salón no dolerían. En un mundo ideal, las medusas no picarían. Aunque, espera… ¿Igual existen las medusas que no pican? ¡Vamos a descubrirlo!

Unas pican en la cara…

Si ya pensabas que ese mundo ideal estaba cerca y habías descorchado una botella de champán, a lo mejor deberías volver a buscar el corcho. Me explico: las medusas pertenecen al filo de los cnidarios, un grupo de animales acuáticos caracterizados por poseer unas células llamadas cnidocitos. Dentro de estas células se encuentra el nematocisto, un órgano que produce y segrega una sustancia urticante que las medusas utilizan para inmovilizar a sus presas. Por lo tanto, todas las medusas pican.

¡Pero no todo está perdido! Aunque no existen las medusas que no pican, sí hay algunas que son menos tóxicas que otras. Hay mucho más que aprender sobre ellas. Con este Máster en Animales Exóticos y Salvajes, podrás descubrirlo: profesionales del mundo animal te enseñarán todo lo que saben sobre las medusas y otros seres igual de curiosos, para que puedas trabajar con ellos ayudando a su cuidado, estudio y conservación. ¿Te pica la curiosidad? (Perdona… No lo he podido evitar).

Como he adelantado, el peligro de las picaduras de la medusa varía mucho dependiendo de la especie. Las cubomedusas, cuarenta especies presentes en los océanos Índico y Pacífico que reciben su nombre por la forma cúbica de su cuerpo, tienen un veneno que puede ser letal para el ser humano. Sin embargo, no todas son tan chungas como estas, a las que muchos llaman las avispas del mar. Hay algunas, de hecho, cuyo veneno es incluso imperceptible para nosotros.

Algunas medusas “que no pican”

Si quieres, te animo a descorchar el champán otra vez. Ese mundo ideal que soñamos puede que esté más cerca, ya que existen medusas bastante inofensivas para los humanos. Vamos a conocer a tres de ellas:

  • Medusa de muchas costillas (Aequorea forskalea). Esta medusa típica del mar Mediterráneo, entre otros lugares, es un cnidario muy particular. Además de ser muy poco urticante para los humanos, es bioluminiscente: su umbrela, incolora, tiene una proteína que le aporta esta característica. Esto hace que, cuando brilla, se vuelvan visibles un montón de líneas verticales de la umbrela que se asemejan a unos huesos. Si no imaginas cuáles, vuelve a leer cómo se llama este animal.
  • Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata). Para las personas, el veneno de esta particular medusa puede ser inapreciable. También se la puede encontrar en el mar Mediterráneo. Su umbrela es plana y amarillenta por la zona externa y se abulta por el centro, oscureciéndose y adquiriendo a veces un color anaranjado. Una vez más, creo que está claro de dónde viene su nombre… La medusa huevo frito es una clara aliada para conseguir nuestra utopía.
  • Medusa melena de león (Cyanea capillata). Si un día, en las costas de Gran Bretaña, te encuentras una agrupación de medusas de esta especie ¡ten cuidado!. Si solo te pica una de ellas, es muy probable que no experimentes nada más que una leve irritación. Pero muchas leves irritaciones juntas son una irritación muy grande. De todas formas, solo por instinto de supervivencia, dudo que te acercaras alegremente: una medusa melena de león puede llegar a medir casi dos metros. Recibe su nombre por el aspecto de su umbrela (qué sorpresa, ¿verdad?), que presenta una tonalidad amarilla y cae hacia abajo cual cabellera.

Además de estas tres, encontramos otros ejemplos de algunas medusas que no pican. O que, por lo menos, a nosotros nos pican poco. La medusa luna (que para sorpresa de nadie, fue llamada así por su umbrela traslúcida, blanquecina y muy redonda) es una de ellas. Sin embargo, hay que prestar atención si quieres acercarte a una, ya que es muy habitual confundirla con otras especies que sí son tóxicas para los humanos.

¿Qué hago si me pica una medusa?

Ya hemos visto que, aunque las medusas que no pican son inexistentes, hay algunas cuyo veneno no nos afecta mucho. Pero saliendo de nuestro mundo ideal, es muy probable que si una medusa te roza acabes con un buen sarpullido. Lo primero que te recomiendo es calma. Aunque como he dicho, hay medusas cuya picadura puede ser letal, las muertes de humanos al año por esta causa son unas 150 en todo el mundo. Así que es muy, muy, muy poco probable que te toque…

Una vez asumes que la medusa te ha picado y que escuece una barbaridad, limpia la zona afectada con suero, si es posible. Nunca utilices agua dulce para realizar la limpieza, ya que puede romper las células urticantes y provocar más picaduras. Después, envuelve un trozo de hielo en un paño y aplícalo sobre el sarpullido durante unos quince minutos. Puedes usar algún antihistamínico para frenar una reacción alérgica. o analgésicos para el dolor.

Es posible que algún trozo de tentáculo se haya quedado adherido a la picadura. Si es así, deberás retirarlo: pero siempre con pinzas y nunca directamente con la mano. Trata de no rascar o frotar la piel afectada con otro material, ya que podrías empeorarlo. Si después de todo esto sientes que el dolor es muy intenso o notas efectos secundarios, ve a un centro médico. Allí te atenderán y se asegurarán de que estés bien.

Y si quieres saber más sobre medusas y demás parientes…

Hoy has aprendido unas cuantas cosas sobre estos Cnidarios. Ya sabes que todos pican (aunque unos más que otros), que es muy habitual que su nombre se les dé a partir de un objeto al que nos recuerdan, y que el remedio para sus picaduras suele ser bastante sencillo. También te diré que si te pica una medusa, no lo hace a propósito: sus cnidocitos se activan automáticamente cuando rozan algo. Al igual que le sucedía a Jessica Rabbit, “no son malas, las dibujaron así”.

Y aunque hoy hayas aprendido un montón, todavía queda mucho por delante. Te animo a rellenar este formulario si quieres empezar a descubrirlo: cuando lo hagas, te recibirás toda la información sobre un Máster en Animales Exóticos y Salvajes. No sólo accederás a una completísima formación, sino que podrás aplicar todo lo aprendido en 300 horas de prácticas con los animales más increíbles.

¿Te gustaría nadar entre huevos fritos, lunas, leones y costillas? Con todas estas medusas “que no pican”, podrás hacerlo. ¡Apúntate a este Máster y sumérgete en la aventura!

Bibliografía:

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