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Nubika Lover: la telaraña de la Terapia con animales que atrapó a Laura

22 diciembre 2022
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La compañía de un animal siempre es terapéutica. Es una realidad tan confirmada como la de que los murciélagos utilizan su sónar para orientarse. Pero por si te queda alguna duda, sigue leyendo. Cuando acabemos de contarte esta historia serás aún más animal lover… ¡Si es que eso es posible!

Esta historia tiene como protagonista a Laura, pero también a Jack. Un binomio perfecto a la hora de aplicar las técnicas de la Terapia Asistida con Animales desde la organización Wild Souls, donde realizó las prácticas tras su formación con Nubika y donde ha visto cumplido su deseo de trabajar con animales.

Laura García se tropezó con Nubika cuando estudiaba el ciclo medio de Atención a personas en situación de dependencia. También trabajaba con una señora mayor por las mañanas pero no quería renunciar a su sueño de dar el salto, cual canguro, al “ámbito veterinario con animales”.

 

Elección de su camino

Buscando una formación a su medida como Auxiliar Técnico Veterinario siguió el rastro de Nubika en internet y pidió información. Dada su experiencia, nuestro equipo le aconsejó decantarse por el Curso de Terapia Asistida con Animales y… ¿cómo iba a decir que no teniendo a un asesor de la talla de Jack en casa?

Lo que más me llamaba era el poder ayudar a la gente a través de un animal.”

Con su reluciente contrato de trabajo, esta animal lover recuerda que lo que le hizo decantarse por su formación “fue el hecho de tener ya la experiencia de trabajar con personas con discapacidad, tanto niños como personas mayores”. “Lo que más me llamaba era el poder ayudar a través de un animal”, añade.

 

Su previsión de hormiga le hizo analizar muy bien que el método de Nubika se adaptaba a sus necesidades, que encajaba con sus exámenes y su trabajo. Impulsada por el deseo de ayudar a las personas y la curiosidad por una disciplina relativamente novedosa en la que el mercado de trabajo está en crecimiento, aceleró el paso hacia su nueva vida.

 

Una propuesta bien tejida

Fue su decisión para encontrar una oportunidad en este sector la que la impulsó del todo pues recuerda que el equipo pedagógico se portó muy bien con ella, que “nunca” le metió prisa y que atendió sus demandas. El temario la atrapó en su telaraña de conocimientos porque tenía ganas de “averiguar otras formas de ayudar a gente con discapacidad, que necesita bastante ayuda que normalmente no se les da”. Y la tutora fue clave para no perder de vista el objetivo final.

Ahora trabajo donde estuve de prácticas gracias a Nubika y, además, trabajo con mi propio perro y eso es guay.”

“Mi vida ha cambiado muchísimo. Para empezar, ahora trabajo donde estuve de prácticas gracias a Nubika y, además, trabajo con mi propio perro y eso es guay”, dice Laura. De hecho, hasta agradece a la escuela el haber podido “establecer un vínculo mucho más grande con mi perro Jack y entenderlo mucho mejor”.

Juntos hacen terapia a distintas personas y el can tiene a todo el mundo conquistado. Él, tranquilo y paciente, está encantado de que los mimos sean su día a día. ¿Y Laura? Pues feliz de todo lo que ha conseguido y pensando en comenzar una nueva formación como Auxiliar Técnico Veterinario. Viendo este ejemplo, si no reinas en tu particular selva laboral… ¡Es porque no quieres!

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