Conseguir detectar y tratar la pancreatitis felina de manera temprana es básico para evitar complicaciones a largo plazo. La mejor opción es prevenirla, pero en caso de que aparezca conociendo los síntomas, podrás poner a tu compañero en manos de un profesional.
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¿Qué es la pancreatitis felina?
Esta enfermedad felina consiste en la inflamación del páncreas. Se trata de un trastorno difícil de detectar, ya que, puede confundirse con otros problemas de carácter digestivo. En aquellos casos en los que pasa desapercibida puede ser fatal para el animal, por ello es importante conocer sus causas y estar atento a sus síntomas. Una detección temprana es la clave para su recuperación.
Causas comunes de la pancreatitis en gatos
La función del páncreas en los gatos es producir una enzima que ayuda a la digestión. Esta proteína se desplaza hasta el aparato digestivo donde se activa para realizar su tarea.
Cuando este proceso no se realiza de manera correcta, la enzima empieza a trabajar dentro del propio órgano productor generando la inflamación. Esta situación da lugar a la enfermedad que puede presentarse de dos maneras diferentes:
- Aguda: generan una sintomatología severa de manera súbita y bastante agresiva.
- Crónica: se desarrollan de una forma más leve pudiendo pasar desapercibidas. No tiene cura y el animal empeora con el paso del tiempo.
Su aparición no se relaciona con una causa concreta, se trata de un proceso multifactorial que predispone al felino a desarrollarla. Estos son algunos de los factores de riesgo:
- Dietas grasas.
- Traumatismos en la zona del abdomen.
- Obstrucción del conducto pancreático por parásitos, inflamaciones cercanas o tumores.
- Ingesta elevada de grasas de manera puntual.
- Intoxicación o efectos secundarios de una medicación.
- Infecciones bacterianas o víricas que atacan al páncreas.
Síntomas y diagnóstico de la pancreatitis en gatos
Como ya hemos comentado es muy común confundir los síntomas de la pancreatitis en gatos con problemas digestivos. Buena parte de esa confusión viene derivada de la falta de apetito, el dolor abdominal, la diarrea o los vómitos algo similar a otras enfermedades como la gastritis.
Los dos signos más diferenciales para identificar la pancreatitis felina son el letargo y la debilidad. El gato pasa más tiempo de lo normal durmiendo y le cuesta realizar cualquier tipo de movimiento. Además, estos últimos son muy descoordinados, lo que se conoce clínicamente como ataxia.
Ante estos síntomas es fundamental que acudas a tu profesional veterinario de confianza. Tras una primera exploración realizará pruebas específicas para poder descartar o diagnosticar la enfermedad. Para ello se puede optar por dos opciones:
- Análisis de sangre: el objetivo es medir la concentración de lipasa pancreática felina, su valor determina la presencia de inflamación. En la actualidad existen test rápidos que, en caso de resultado positivo, se confirman con un análisis en el laboratorio.
- Ecografía: gracias a esta técnica se visualiza el órgano para comprobar si tiene un tamaño más grande de lo normal o hay indicios de retención de líquidos.
Tras la realización de una o ambas pruebas el veterinario dará su diagnóstico y confirmará la presencia de la pancreatitis felina. Además, determinará si es crónica o aguda para poder fijar el tratamiento más adecuado.
Tratamiento y manejo de la pancreatitis felina
Definir el tratamiento frente a la pancreatitis en los gatos depende del grado de desarrollo de esta. Si es un caso grave la hospitalización del animal es bastante habitual, el objetivo es ofrecerle una administración intravenosa de líquidos y nutrientes mientras realiza un ayuno de 24 a 72 horas.
Al mismo tiempo se le facilita medicación para ayudarlo a hacer frente al dolor y antiinflamatorios para reducir la hinchazón de este y otros órganos afectados. Cuando se trata de una situación aislada este tratamiento suele ser suficiente y una vez desaparece la inflamación no surgen más complicaciones.
En casos recurrentes de pancreatitis crónica, el profesional recurrirá a un tratamiento de larga duración con el objetivo de facilitar el día a día del animal.
Consejos para prevenir la pancreatitis en gatos
Aunque el mejor tratamiento para esta enfermedad es evitar que aparezca con la prevención. Gracias a estos consejos conseguirás reducir los riesgos de que tu gato desarrolle una pancreatitis:
- Evitar las comidas grasas es la primera medida que tienes que tomar.
- Si preparas las comidas de tu gato de manera natural asegúrate de realizar una dieta equilibrada.
- En aquellos casos en los que optas por el pienso es importante que elijas uno de calidad que cuente con los nutrientes adecuados.
- Controla el peso del animal y evita la obesidad.
- Asegúrate de que realiza ejercicio de manera regular.
- Los gatos se mueven con libertad y alcanzan puntos del hogar a los que otras mascotas no tienen acceso. Asegúrate que no hay sustancias tóxicas que pueda ingerir por accidente.
Gracias a estos consejos reducirás el riesgo de que tu gato desarrolle una pancreatitis. Además, estarás fomentando un buen estado de salud en el animal y previniendo otro tipo de enfermedades como las cardiopatías. Gracias a ello conseguirás que tu felino llegue a una edad anciana sano.
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Bibliografía
- Cardozo, M. (2012). Pancreatitis canina y felina.
- Gilabert Bergés, C. (2018). La pancreatitis felina y su relación con la colangitis.
- Rodríguez, Á. S. (2013). Pancreatitis e insuficiencia pancreática exocrina.