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¿Qué es la peritonitis infecciosa felina?

28 septiembre 2020
peritonitis infecciosa felina - enfermedades gatos

Muchas veces nuestros compañeros felinos se ponen enfermos y nos lo hacen saber con su comportamiento. Esto también pasa cuando hablamos sobre la peritonitis infecciosa felina, pero, en este caso, es mucho más complicado para el veterinario poder determinar si realmente esta enfermedad es la causa.

¿Quieres saber por qué? ¡Pues sigue leyendo! Te contamos todo lo que necesitas saber sobre una enfermedad que afecta a muy pocos gatos, pero que es fatal para ellos.

 

¿De dónde viene la peritonitis infecciosa felina?

La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad mortal para nuestros felinos favoritos. Se trata de una afección provocada por un coronavirus felino llamado virus de la peritonitis infecciosa felina (VPIF).

La mayor parte de las veces, las infecciones por coronavirus en gatos solo provocan problemas leves como diarrea, pero, en el caso de esta infección los síntomas son mucho más graves y letales para el felino.

Aunque no se sabe con total certeza, la teoría más aceptada es que esta infección se produce cuando, en muy pocos casos, el coronavirus entérico felino (CVEF) muta dentro del felino infectado y se convierte en el VPIF.

 

Tipos de peritonitis infecciosa felina

Existen dos tipos fundamentales de esta afección:

  • Peritonitis infecciosa felina efusiva: Se produce cuando la infección por el virus provoca acumulación de líquidos en el pecho y el abdomen.
  • Peritonitis infecciosa no efusiva: Transcurre igual que la efusiva, solo que, en este caso, los gatos afectados no presentan acumulación de líquidos en pecho y abdomen.

 

¿Cuáles son los síntomas de la peritonitis infecciosa felina?

La peritonitis infecciosa felina tiene síntomas muy diversos, lo cual hace que sea bastante complicado su diagnóstico. Además, como ya te hemos comentado, existen dos manifestaciones de la enfermedad: la peritonitis infecciosa efusiva (húmeda) y la peritonitis infecciosa no efusiva (seca).

Los síntomas de las dos enfermedades son iguales, solo se diferencian en si existe presencia de líquido en el abdomen y el pecho, que solo es un síntoma característico de la peritonitis infecciosa felina efusiva.

Dejando fuera esa diferenciación entre los dos tipos de peritonitis infecciosa felina, a continuación enumeramos los síntomas más comunes de esta enfermedad:

  • Letargia
  • Pérdida del apetito
  • Inflamación de los ojos
  • Dificultades para moverse
  • Disminución del apetito
  • Depresión
  • Pérdida de peso
  • Diarrea
  • Dificultades para caminar
  • Pérdida de conciencia
  • Fiebre fluctuante
  • Ictericia
  • Convulsiones
  • Cambios bruscos de comportamiento

 

Tratamiento para la peritonitis infecciosa felina

El tratamiento para la peritonitis infecciosa felina se basa, fundamentalmente, en aplicar cuidados paliativos al animal ya que se trata de una enfermedad incurable y potencialmente mortal.

Aunque existen ciertos artículos e investigaciones que sugieren éxito con el tratamiento con determinado tipo de antivirales, no existe constancia ni se ha demostrado totalmente que esta enfermedad pueda ser curada.

Por lo que, por desgracia, si te dan la mala noticia de que tu compañero felino tiene esta enfermedad, vas a tener que tomar la decisión más complicada para ti, pero la mejor para tu amigo, ya que la eutanasia es lo mejor para aliviar su sufrimiento.

 

Diagnóstico de la peritonitis infecciosa felina

Como te comentábamos al principio del artículo, la peritonitis infecciosa felina es una enfermedad muy complicada de diagnosticar. ¿Y esto por qué es? Pues porque, para empezar, no existe un test de diagnóstico específico para esta enfermedad.

Además, una vez que el animal manifiesta los síntomas, está demasiado enfermo como para que se puedan tomar muestras para realizar una biopsia, que es el método más efectivo para saber qué es lo que le pasa a tu compañero peludo.

Pero para ayudar a determinar si tu gato sufre está enfermedad, el veterinario puede realizar varias pruebas:

  • Radiografías
  • Ecografías
  • Análisis del líquido acumulado (si hay)
  • Análisis de sangre
  • Test de exposición a coronavirus

A pesar de todas estas pruebas, muchas de las anomalías que se pueden presentar, no van a aparecer hasta pasada la primera fase de la enfermedad. Además, son muchos los gatos que pueden dar positivo en los test de coronavirus, pero los test no diferencian entre los distintos tipos de cepas que existen.

Prevención de la peritonitis infecciosa felina

Como ya te hemos contado antes, el coronavirus entérico felino (CVEF) es muy común en gatos, especialmente en sitios donde vivan juntos grandes grupos de estos animales.

Los gatos se infectan cuando inhalan o ingieren el virus y las heces son la forma de transmisión más común. Por eso, lo más habitual es que la peritonitis infecciosa aguda afecte más a gatos que viven en protectoras de animales o en colonias.

De esta forma, la prevención en este tipo de sitios pasa por mantener una buena higiene dentro del local de la protectora y en asumir que, en colonias, se trata de una infección endémica y que van a ser pocos los animales en los que el CVEF mute y provoque la enfermedad.

Peritonitis infecciosa en gatos caseros

La peritonitis infecciosa felina es muy poco común en gatos caseros. Aún así, para minimizar aún más las posibilidades de que tu compañero felino contraiga el virus, te dejamos una serie de puntos que deberías tener en cuenta:

  • Tener grupos reducidos de gatos en una misma casa
  • Mantener una buena higiene en todo lo que usen tus amigos felinos
  • Evitar factores de estrés
  • Controlar los parásitos
  • Aplicar todas las vacunas

 

Vacuna

Una de las mejores formas de prevenir el desarrollo de enfermedades en tus animales es llevarlos al veterinario a que los vacunen. En el caso de la peritonitis infecciosa felina, existe una vacuna desarrollada en EEUU y comercializada allí y en casi toda Europa, España incluida.

El problema con esta vacuna es que su eficacia es desconocida, ya que los distintos estudios arrojan resultados discordantes. Por eso, solo se recomienda su uso en gatos mayores de dieciséis semanas de edad.

 

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Nota: El artículo no es clínico y los contenidos pueden no corresponder con una situación de salud veterinaria específica al no ser redactados por especialistas. Recomendamos acudir al médico veterinario para el tratamiento o consejo de cualquier problema de salud de tu mascota.

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