La historia del perro Hachiko: siempre fiel

¿Tu perrete no te deja a solas ni para ir al baño? ¿Canta una triste serenata cada vez que sales por la puerta de la calle sin él? ¡Estos granujas caninos llevan la fidelidad a otro nivel! Historias como la del perro Hachiko permiten descubrir la magnitud de esta particularidad del carácter de los canes… ¡No te la puedes perder!

“El perro Hachiko se convirtió en todo un símbolo de la fidelidad canina… ¡Esperó incansablemente a su dueño durante 10 años!”

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El perro Hachiko: ¿cómo era?

Hachiko nació el día 10 de noviembre de 1923 en una granja cercana a Odate, una ciudad de Japón de la Prefectura de Akita (localizada en la región de Tohoku, en el norte del país).

A principios del año 1924, Hidesaburo Ueno, un profesor del Departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio, encontró a Hachiko y lo adoptó para regalárselo a su hija.

El animal fue enviado desde la Prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya en una caja en el vagón de equipaje de un tren. Cuando llegó a su destino, el perro parecía muerto, pero consiguió salir adelante gracias a los cuidados del profesor.

“El kanji que se utiliza en japonés para representar al número ocho parecen dos patitas torcidas. Como este perrito contaba con cierta desviación en sus patas, el profesor decidió darle el nombre de dicho kanji: Hachi.”

Cuando su hija se casó y abandonó la casa familiar, Hidesaburo Ueno estuvo a punto de regalar al perrito. Sin embargo, se encariñó tanto de él que decidió quedárselo. ¡El animal lo adoraba y no se separaba de su lado!

De este modo, surgió una amistad muy fuerte: cada día, Hachi acompañaba al profesor hasta la estación de Shibuya para despedirse de él cuando se iba a trabajar.

¡Pero la cosa no se quedaba ahí! Al final de la jornada, el animal volvía a la misma estación para recibir efusivamente a su amigo.

¿Cuál era la raza de Hachiko?

Hachiko no solo procedía de la Prefectura de Akita, sino que, además, era de una raza originaria de dicha región: la Akita Inu (que se traduce como “perro de Akita”).

Esta variedad de perros se utilizaba al principio para la caza mayor. Además, los guerreros japoneses contaban con estos animales para defenderse y para atacar. En España, el Akita Inu está incluido en el listado de perros potencialmente peligrosos.

Los Akita Inu son perros grandes, fuertes y equilibrados. Tienen un pelaje de doble capa corto, áspero y grueso. Pueden ser de color rojo, sésamo, blanco puro o atigrado.

Aunque tienen un carácter tranquilo y reservado, son muy cariñosos, protectores y leales. Además, no suelen reaccionar ante situaciones irritantes sin importancia.

La muerte del profesor y la fidelidad de Hachiko

El perro Hachiko siguió acompañando a su amigo a la estación sin interrupciones hasta el 21 de mayo del año 1925. Ese día, Hidesaburo Ueno murió por un paro cardíaco mientras impartía clase.

Hachiko fue, como cada tarde, a recoger al profesor. Sin embargo, al no llegar este, el animal se quedó en la estación y ya no volvió a casa. ¡No se movió del lugar hasta que murió casi 10 años después!

La gente que frecuentaba la estación y los trabajadores de la misma, conmovidos, empezaron a cuidar y a alimentar a Hachiko, al que apodaron “el perro fiel”. Muchos de ellos sabían que el animal solía acompañar al profesor hasta allí.

La muerte de Hachiko y los homenajes en su honor

Hachiko murió el día 8 de marzo de 1935 en la estación de Shibuya. Tras su muerte, se colocó un monolito con su nombre al lado de la tumba del profesor Hidesaburo Ueno, en el cementerio de Aoyama, en Tokio.

En 1934, casi un año antes de su muerte, se instaló en la estación de Shibuya una estatua de bronce de Hachiko. El perrito no se perdió el evento.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se tuvo que fundir la estatua para utilizar el bronce para la fabricación de armamento. No obstante, en 1947 se construyó otra estatua y se colocó en la salida número ocho (hachi) de la estación de Shibuya. Por otro lado, hay otra estatua de este famoso perro delante de la estación de trenes de Odate.

Además, cada 8 de marzo se rinde homenaje a Hachiko en la plaza que hay frente a la estación de tren de Shibuya.

El cuerpo disecado de Hachiko se encuentra hoy en día en el Museo de Ciencias Naturales del Distrito de Ueno de Tokio.

La historia de Hachiko en la cultura popular

La historia de Hachiko fue llevada al cine por primera vez en el año 1987. La película estaba dirigida por Seijiro Koyama y se llamaba Hachiko Monogatari.

Años más tarde, en 2009, se estrenó una adaptación estadounidense protagonizada por Richard Gere. La película se llamaba Hachi: A Dog’s Tale en inglés y Siempre a tu lado, Hachiko en español.

Pero no solo eso, la historia de Hachiko también aparece en varios capítulos de diferentes series de televisión e incluso en algunos videojuegos.

Otros perros fieles famosos

Aunque la historia de Hachiko nos parezca fascinante, este no es el único caso en el mundo en el que un perro haya esperado incansablemente por su dueño.

Por ejemplo, Canelo era un perro que acompañaba a su dueño al Hospital Puerta del Mar (Cádiz) cada vez que este tenía que recibir su tratamiento de diálisis. Un día, en 1990, el dueño de Canelo sufrió complicaciones durante una de las sesiones y falleció. El animal esperó a su amigo en la puerta del hospital durante 12 años. ¡Se negaba a moverse del lugar!

Otro ejemplo es el de Capitán, un perro que dormía todas las noches al lado de la tumba de su dueño, Miguel Guzmán, en Villa Carlos Paz (Córdoba, Argentina). El animal había encontrado la tumba sin haber visitado con anterioridad el lugar. Murió once años después que su dueño.

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