Identificar a un cachorro es facilísimo: no hay error posible y despierta la ternura de niños y mayores. Y también parece estar bastante claro en qué momento de su vida este amigo del ser humano alcanza la madurez. Pero, ¿y un perro junior? Te adelanto que es la etapa en la que llega a su juventud. Si quieres saber más, porque tienes idea de adoptar o convives con un perrete en la edad del pavo, quédate conmigo y empezarás a tenerlo más claro. ¡Vamos al lío!

Perro junior: juventud,divino tesoro…

Imagínate a un amigo de cuatro patas que ni es un cachorro amoroso, enérgico y de lo más achuchable, ni tampoco un adulto fiel y plenamente socializado (con el que tantos buenos momentos compartimos). Pues un perro junior es justo eso, se encuentra en una fase intermedia dentro de su ciclo de vida. Una etapa igual de importante que las demás, y que requiere toda clase de atenciones cuando decidimos invitarlos a compartir nuestro día a día.

Entender cada etapa de nuestras mascotas es la mejor demostración de amor. Y a juzgar por el número de animales que viven en los hogares españoles (más de 31 millones, de los cuales 9,3 millones son perros), no hay duda de que este sentimiento va a más. Increíble, ¿verdad? Si te gustan estos temas y todo lo relacionado con el cuidado animal, plantéate hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Es la formación perfecta para iniciarte en una rama laboral apasionante en la que compartirás tus días con criaturas increíbles, perros junior incluidos.

Te sigo contando. Estos adorables seres se hacen jóvenes cuando empiezan a dejar de ser cachorros (lógico), para alcanzar un desarrollo físico pleno. Se trata de una adolescencia canina en toda regla; y una duda muy recurrente es saber cuándo empieza y cuándo finaliza esta etapa de transición hacia la madurez. Suele extenderse desde las 16 semanas hasta los 2 años, pero siempre depende de la raza y de otros factores, como el sexo y el tamaño.

Si convives con un peludo, lo que voy a decirte ahora seguro que también te va a interesar bastante. Los perros de razas pequeñas superan antes la etapa de cachorro, y eso hace que su adolescencia pueda aparecer a los 5 meses. En cambio, en los de tamaño grande es habitual que no comience hasta los 9 o 10 meses de vida; y si hablamos de canes XXL, se retrasa hasta los 12-18 meses.

Un amigo pletórico y con ganas de explorar

Entonces, ¿qué implica estar preparados para esta etapa tan decisiva en su ciclo de vida? ¿Cómo adaptarse a ella? Empecemos por el aspecto físico de un perro junior. Aunque su crecimiento continúa y su cambio es evidente, ya no será un baby adorable; lo hará con más lentitud. Su volumen y masa corporal aumentarán más que su altura, y de ese modo consolidará el crecimiento logrado hasta ahora.

La adolescencia canina también es sinónimo de maduración sexual. Empiezan a manifestarse las hormonas sexuales en su organismo, aunque aún no son del todo maduros sexualmente. Volviendo a su aspecto, está claro que empiezan a parecer perros adultos; pero solo hay que observar su comportamiento juvenil para despejar cualquier duda.

Porque si algo caracteriza a los perros en plena adolescencia es que se enfrentarán a nuevas situaciones ante las que sentirán miedo; necesitarán explorar, les gustará la acción… En esta etapa de su vida es esencial dejar que vivan todas estas experiencias, si queremos evitar que se vuelvan inseguros y un tanto miedosos. Se trata de todo lo contrario, que ganen autoconfianza. ¡Aún tienen mucho que aprender!

También es importante que hagan ejercicio, corran y reciban estímulos. Pero, ojo: un exceso de protección y atención por nuestra parte o demasiadas dosis de estimulación pueden llegar a ser contraproducentes. No olvidemos que son adolescentes, y eso implica articulaciones y huesos en desarrollo. Los veterinarios y educadores recomiendan ejercicio, sí; pero como siempre, con moderación.

Y el “retrato robot” de un perro junior es…

Si algo no puede faltar a la hora de convivir con un perro junior es… Tener una dosis infinita de paciencia. Siempre hay que recordar lo mucho que le queremos, aunque nos ponga a prueba con más frecuencia de lo que nos gustaría. Como los teens humanos, no pueden evitar manifestar ciertas emociones y rasgos en su personalidad. Aquí van los más evidentes:

  • Tienen exceso de energía.
  • Les encanta el juego, sobre todo con perros de su edad.
  • No tienen autocontrol ante situaciones emocionantes.
  • Si no pasa nada divertido, se aburren.
  • Mantienen una capacidad de concentración muy baja.
  • Aprender les aburre.
  • Manifiestan problemas de socialización.
  • Son desobedientes y tienden a escaparse.

Por tanto, y siempre bajo vigilancia, es fundamental darles esa libertad tan importante en este momento de su ciclo de vida. Dejar que su instinto aflore y que experimenten no quiere decir que haya que tirar por la borda todo lo aprendido en la etapa cachorros. Aunque estemos orgullosos de haber logrado un buen adiestramiento, a veces los “peques” más modélicos se vuelven hiperactivos y agresivos durante esta nueva fase de crecimiento.

Así que, ¡nada de tirar la toalla y desesperarte ante las trastadas de tu perro junior. Es el momento perfecto para enseñarles a comportarse, a mejorar sus habilidades sociales con las personas y otros animales ya aumentar su autocontrol… Al mismo tiempo, será preciso establecer normas y límites coherentes (por supuesto, sin castigos ni el uso de la fuerza).

Estas normas son necesarias como base de una buena convivencia, y para que en un futuro nuestro perro adulto sea un animal equilibrado, preparado para integrarse en cualquier situación y entorno. No olvidemos que son seres vivos sociales, capaces de comunicarse y ser educados. Ellos también aprenden, y su adolescencia no es para siempre. ¿Más tranquilo?

¿Decidido a trabajar con ellos? ¡Todos saldréis ganando!

Si el universo “mascotil” te parece fascinante, y más aún el trabajo especializado en el cuidado de perros, mininos y otros seres vivos adorables, estás en el buen camino. La profesión de Auxiliar Técnico Veterinario está más a tu alcance de lo que imaginas. ¿Cómo? Empieza rellenando el formulario que hay en la web y descubrirás el plan formativo que te puede ayudar a realizar tu sueño.

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Si ya te ves ejerciendo esta maravillosa profesión, solo te queda dar el paso definitivo para empezar cuanto antes tu gran pasión. Cumplirás tu sueño y tus “pacientes” saldrán ganando. ¡Todos felices!

Bibliografía: