Principales enfermedades de la piel en perros
Como nuestro amor hacia estos amigos de cuatro patas no tiene límites cuando son uno más en casa, cualquier dolencia suya la vivimos como si fuera nuestra. ¿O no? Por eso, siempre viene bien estar al día en sus patologías más comunes; sí esas que nos hacen visitar con cierta frecuencia al veterinario. Las enfermedades de la piel en los perros suelen encabezar la lista, así que quédate por aquí si quieres conocerlas, familiarizarte con sus síntomas y las razas más propensas. ¡Tu colega peludo te lo agradecerá!
Enfermedades de la piel en perros: dermatológicas… o no
Está comprobado. Las enfermedades de la piel en perros se encuentran entre los principales motivos por los que llevamos a nuestros amigos caninos a la consulta del “vete”. Pero eso no quiere decir que siempre sean fáciles de detectar en casa: más de una vez, es el peluquero canino el que detecta una afección concreta en la epidermis de sus simpáticos clientes.
Sea como sea, ante los primeros síntomas de una enfermedad de la piel, el siguiente paso es siempre tratarla cuanto antes para que no aparezcan complicaciones. La salud y el bienestar de nuestras mascotas es todo un mundo profesional por descubrir. ¿A ti también te lo parece? Entonces, quizá te encaje hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Es justo la formación que buscas para brillar como cuidador. Piénsatelo.
Y ahora, volviendo al turrón de este post, la piel cubre por completo el cuerpo de los perros (supone entre el 12 y el 24% de su peso). Esta membrana actúa de barrera natural y su buena salud depende de muchos factores, como la alimentación. Cuando la dieta de estos animales es equilibrada y disfrutan de una buena calidad de vida, con los cuidados físicos e higiene que precisa su especie, el riesgo de contraer estas enfermedades es menor. ¿Reconfortante, verdad?
Eso no quiere decir que no aparezcan. Y pueden hacerlo por causas infecciosas o no infecciosas. Entre las primeras se incluyen aquellas enfermedades de la piel en perros provocadas por infecciones bacterianas, parasitarias y hongos cutáneos, así como enfermedades víricas. Dentro de todas, una de las más habituales es la dermatitis atópica (por cierto, también muy común en los mininos…).
Pero más alucinante aún es el capítulo de las enfermedades por motivos no infecciosos. Deja en evidencia que ciertas disfunciones hormonales en el animal pueden ser el origen. Desde hipotiroidismo a síndrome de Cushing, hipoestrogenismo o hiperestrogenismo (que solo se da en las hembras). Incluso los problemas de estrés y ansiedad en nuestros amigos pueden llegar a traducirse en lesiones en su piel, debido a un exceso de lamido.
Cuándo hay que salir corriendo al veterinario. ¡Pero ya!
Si tu perrete no deja de rascarse, presenta manchas rojas en la piel, tiene zonas inflamadas o se le cae el pelo, no hay que darle muchas vueltas. Necesita ser atendido por un experto veterinario para la realización de un correcto diagnóstico, y su posterior evaluación y tratamiento. Es importante saber que los síntomas clínicos son distintos según la patología: algunas producen picores y otras no (curiosísimo), y también su duración varía.
Además, la edad de nuestros peludos, el sexo y su raza son una valiosa información para saber qué tipos de enfermedades cutáneas son las más proclives a padecer. ¿Te apasiona el bulldog francés? Pues tiene muchas posibilidades de presentar problemas en la piel. Igual les ocurre a los pastores alemanes, con predisposición a padecer pioderma, y a los cocker spaniel, que suelen sufrir seborrea.
Como queremos lo mejor para estas mascotas insustituibles, cuando nos ponemos en manos de un profesional de la veterinaria hay que compartir con él su historial médico para acertar en el diagnóstico. No te guardes nada:
- Repasa cómo es su salud actual. Por ejemplo, si has notado una alteración en el peso, o ciertas alteraciones de conducta en la convivencia en casa.
- Destaca dolores o síntomas recientes. Quizá observar si tiene diarrea, tos, inapetencia al comer o dificultad para respirar, entre otros.
- Concreta cuándo y dónde. Aunque no te parezca relevante, la época del año, el sitio en el que se encontraba tu mascota y su edad son datos que ayudan.
- Patologías graves diagnosticadas. En ocasiones, una enfermedad interna desencadena el problema en la piel. ¿Recuerdas lo que comentábamos antes?
Las enfermedades de la piel en perros más comunes
¿Preparado para descubrir algunas de las enfermedades de la piel en perros más frecuentes en la población canina? Y no solo eso, también, las razas más expuestas a tenerlas. Te las explico a continuación:
Dermatitis alérgica a la picadura de pulga: el enemigo número uno
Si hay una enfermedad cutánea muy común en el mundo canino, es ella (DAPP): no distingue ni de razas ni de sexo. En cambio, sí parece elegir perros mayores o de mediana edad para producir la fuerte reacción alérgica a la saliva de este parásito, que es como se manifiesta. Una sola picadura de una pulga puede bastar para desencadenarla y sus síntomas son muy molestos; desde picores más o menos intensos, a granitos rojos y caída de pelo por rascado.
Dermatitis atópica, una enfermedad de la piel en perros jóvenes
La Atopia o Dermatitis atópica (DA) es una predisposición genética canina a desarrollar una respuesta inflamatoria, debido a su hipersensibilidad ante alérgenos ambientales como el polen, los ácaros y el polvo. Cada vez se diagnostican más casos en animales en su etapa de cachorros. Se manifiesta mediante picores intensos por gran parte del cuerpo, la causa de sus lesiones dermatológicas. Hay razas con mayor predisposición, entre ellas el golden retriever.
Seborrea: ¿dolencia primaria o secundaria?
Cuando un perro padece esta afección, aparecen en su piel escamas. Pueden ser oleosas, por un exceso de secreción de sebo, o secas. Un dato muy importante sobre ella es que a veces es una patología primaria, y por tanto tratable, y hereditaria para ciertas razas, como el shar-pei y el labrador retriever. Otras veces se trata de una enfermedad secundaria; eso quiere decir que tan solo es la manifestación de un trastorno más grave en el animal.
Granuloma acral. Un mal crónico con muchas causas
Una situación de estrés grave en nuestra mascota puede desencadenar esta dolencia, además de infecciones bacterianas y hongos. Recuérdala bien porque es una patología crónica, en la que el animal no puede parar de lamerse compulsivamente sobre una zona concreta del cuerpo, por lo general una pata. Las heridas generadas segregan sustancias químicas que le producen una sensación analgésica en su cerebro, además de placer. De nuevo, existen razas con más posibilidades de tenerla, como el mastín español, el gran danés y el pastor alemán.
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Para cualquier amante de los animales, dedicarse a sus cuidados en cuerpo y alma es lo mejor que le puede pasar en la vida. Lo de menos es que sean amigos caninos, mininos con carácter o bichos de carne y hueso más bien “raritos”. Velar por su salud requiere personas especiales, con una formación brillante (también sobre las enfermedades de la piel en perros) y una vocación imbatible.
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Ilusión y amor hacia ellos, ya lo tienes. Solo te falta adquirir los conocimientos necesarios para dar el gran salto, y que todos estos amigos (peludos o no) puedan conocerte. Aunque no lo saben, ¡estarán encantados de que formes parte de su vida!