Son muchas las habilidades que las personas podemos aprender de los animales de compañía. Te consuelan si estás viendo una peli lacrimógena, saludan a todas las personas sin prejuicios, cuidan de las crías que lo necesiten sea de la especie que sea, ayudan en todo lo que pueden y además son capaces de enseñarte paciencia y el valor de las cosas a base de morder tus zapatos favoritos o arañar el sofá. ¡Convivir con animales supone una mina de lecciones vitales!
Nuestras mascotas, además, son facilitadoras natas, pueden canalizar nuestro estado de ánimo para ayudarnos a mejorarlo o hacer que desarrollemos comportamientos compasivos o empáticos y habilidades nuevas.
Ya hemos hablado de las Intervenciones Asistidas con Animales de Compañía y de sus tipos: actividades terapéuticas, actividades lúdicas y actividades educativas. Si quieres trabajar desarrollando estas actividades, tendrás que decidir dónde estudiar Terapia Asistida con Animales. Recibir una formación de calidad y especializada será la clave para tu futuro.
La Educación Asistida con Animales es una potente herramienta didáctica que solamente hemos empezado a comprender. La capacidad de las mascotas para facilitar nuestro aprendizaje nos permite acceder a niños y personas que de otra manera se encerrarían sobre sí mismos. Veamos en qué consiste esta habilidad y cómo podemos canalizarla para ayudar a los que lo necesitan.
Principios fundamentales de la Educación Asistida con Animales
Las Intervenciones Asistidas con Animales consisten en programas de actividades pensados para procurar una mejora física, emocional, social, cognitiva o educativa en las personas.
Estos proyectos son diseñados, desarrollados y evaluados por un equipo de profesionales formado por el especialista en Terapia Asistida con Animales y por psicólogos, psiquiatras y/o educadores. Además, claro, intervienen animales entrenados especialmente para desempeñar la labor que le corresponde.
En la Educación Asistida con Animales pueden intervenir profesores y psicopedagogos. Están pensadas para enseñar al alumnado de un centro educativo mediante juegos o actividades en las que intervienen los animales entrenados. El fin es que se adquieran conceptos o habilidades curriculares de forma práctica y lúdica.
El principio fundamental que rige estas actividades es el vínculo afectivo y de confianza que se crea entre las personas y los animales. Tanto los animales domésticos como los humanos somos seres sociales que buscan el apoyo de una comunidad o grupo familiar.
Sin embargo, a la hora de planificar una actividad educativa con animales es necesario valorar previamente ciertas cuestiones que pueden suponer un riesgo: la salud del animal, alergias que puedan sufrir los participantes y las agresiones. Para evitar esto último es imprescindible que el animal tenga un carácter dócil y un entrenamiento apropiado, pero también hay que asegurarse que la mascota no va a sufrir daños por parte de las personas que intervengan en el programa.
La Educación Asistida con Animales es un refuerzo de otras actividades didácticas, nunca un substituto. A través de diferentes juegos o ejercicios el animal ayuda a que el alumnado aprenda de manera vivencial y experimental favoreciendo el aprendizaje por descubrimiento.
La intervención del animal favorece la participación, la motivación, la concentración, la cooperación, la autoestima y más. En el aprendizaje, el componente afectivo y el disfrute tienen un papel esencial. El juego es un pilar del desarrollo educativo, y no solo para los niños.
Beneficios de la Educación Asistida con Animales
Las actividades con animales, sean del tipo que sean, nos reportan una serie de beneficios importante:
- Disminuyen la presión arterial
- Reducen el colesterol
- Aumentan los neurotransmisores
- Reducen el estrés
- Reducen la agresividad
- Reducen la ansiedad y la depresión
Con respecto a la Educación Asistida con Animales, sus beneficios concretos son:
- Mejoran la comprensión lectora
- Promueven la psicomotricidad gruesa y fina
- Disminuyen conductas de fuga y de frustración
- Aumentan la atención y la concentración
- Mejoran la motivación
- Facilitan la consecución de competencias
- Potencian la empatía
- Aumenta la autoestima
- Promocionan conductas positivas como la tolerancia y la comprensión
- Mejoran habilidades sociales como el contacto visual o la interacción efectiva
- Ayudan a gestionar la ansiedad del alumnado ante los exámenes y pruebas
Por todo ello, las actividades educativas en que intervienen animales entrenados, pueden ayudar a:
- Proporcionar un soporte emocional
- Aumentar el autocontrol
- Promocionar comportamientos sociales positivos
- Mejorar capacidades físicas
- Motivar al alumnado en riesgo de exclusión como niños hospitalizados o internados en centros
El potencial de la Educación Asistida con Animales es inmenso y aún está por explorar en profundidad. Las ventajas que nos ofrece son muchas, pero todavía pueden ser más.
Las sesiones de la EAA
Las sesiones de la Educación Asistida con Animales deben estar diseñadas por el equipo formado por el profesional de Terapia Asistida con Animales y los educadores y/o psicopedagogos encargados. Estas personas deben definir los objetivos y las estrategias a seguir para alcanzarlos. El trabajo de este equipo debe ser coordinado y cooperativo.
Algunos objetivos que se pueden perseguir con estas actividades son:
- Trabajar el lenguaje corporal y verbal
- Expresar emociones
- Aumentar la comprensión lectora
- Trabajar las relaciones igualitarias y no discriminatorias
- Acabar con comportamientos violentos
- Buscar la comunicación asertiva
- Procurar la colaboración y el trabajo en equipo
- Potenciar la empatía hacia todas las personas y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás
Para ellos se pueden desarrollar actividades como:
- Leer cuentos a los perros
- Alimentar y dar de beber a los animales de manera respetuosa
- Peinar a la mascota
- Para la psicomotricidad, se puede poner y sacar el arnés del perro con cuidado
- Ejercicios de obediencia, donde el alumno pide acciones al animal, como dar la patita
- Juegos como lanzar la pelota
Las sesiones no deben ser demasiado largas para no estresar o cansar al animal. Tampoco pueden ser muy breves, pues no daría tiempo a que todos los implicados participasen. Lo ideal serían sesiones de entre 60 y 90 minutos.
Tanto la educación como el trabajo con animales son labores completamente vocacionales. La Educación Asistida con Animales es una tarea que reporta tantos beneficios como satisfacciones. No dejes atrás ninguno de tus sueños, prepárate con nuestro curso de Terapia Asistida con Animales y trabaja de lo que te gusta. ¡Fórmate con Nubika!